2 Corintios 7:1 Mostrar el Capítulo y las notas   1 Así que, amados, ya que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda impureza de cuerpo y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.1[Ricardo Claridge, destacado entre los primeros cuáqueros, escribió lo siguiente de manera muy profunda: "La verdadera felicidad del hombre consiste en ser verdaderamente religioso, o santo, en nuestras medidas, como Dios es santo; la santidad y la felicidad están tan relacionadas, que la una no puede ser, o subsistir, sin la otra. La santidad es el comienzo de la felicidad, y la felicidad es la santidad en la perfección." De la Palabra del Señor en el interior: "Se llegó a la conclusión de que la felicidad y la santidad son separables."] |
1 ¡Note! Pablo se está dirigiendo a los creyentes, miembros de iglesia, personas con dones espírituales, y él les dice: Ya que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda impureza de cuerpo y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios. Por lo tanto, para recibir las promesas del cielo, es necesario limpiarnos de toda suciedad de la carne y del espíritu, y perfeccionar la santidad en el temor de Dios. ¡Tome nota! Este es el requisito de letra pequeña que los profetas falsos ignoran completamente, engañándolo así para que usted piense que es justo para siempre al creer o al mojarse con agua: Los ministros de las sectas deficientes le dicen a sus miembros que ellos son justos, aún cuando todavía están pecando, siendo el pecado la maldad. Al que dice al impío: "Eres justo", los pueblos lo maldecirán; las naciones lo detestarán. Prov 24:24
Todos los pastores y ministros serán maldecidos, los que mintieron, diciendo que con creer en Jesús, usted es justo mientras todavía está encadenado por el pecado.
En efecto, los ministros de hoy en día le dicen a sus miembros: no busquen, no obedezcan, no teman, no se esfuercen —
diciéndoles que no hay necesidad, debido a la gracia, la cual es su supuesto permiso para el libertinaje y excusa para permanecer en el pecado.
Sin embargo Pablo instruyó a los ministros de esta manera: "A los que continúan pecando, repréndelos delante de todos para que los otros tengan temor." 1 Tim 5:20.
Pablo también rogó para que se arrepintieran: acordándoos que por tres años, de noche y de día, no cesé de amonestar con lágrimas a cada uno.
¿Cuáles son las promesas? Ser liberado del pecado; ser llenos de amor; recibir el ungimiento del Espíritu Santo para que les enseñe todas las cosas; ser partícipes de la naturaleza divina; llegar a ser uno con Cristo y el Padre; tener parte en la herencia de los santos en la luz, para ser trasladados hacia el reino del cielo; tener a Cristo y a Dios dentro de usted guiándolo y vigorizándolo para siempre; llegar a ser un sacerdote y un rey, en su presencia, sirviéndole para siempre; el producir mucho fruto del Espíritu, dándole gloria a su Padre.
Por lo tanto tieniendo estas promesas, amados hermanos, limpiémonos de toda impureza de cuerpo y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
_______________________________________