Efesios 6:19 Mostrar el Capítulo y las notas   19 Y también orad por mí, para que al abrir la boca me sean conferidas [por el Espíritu] declaraciones [de la palabra de Dios]3 para dar a conocer con confianza el misterio del evangelio, |
3 Y también orad por mí, para que al abrir la boca me sean conferidas [por el Espíritu] declaraciones [de la palabra de Dios]. Declaraciones es cuando el Espíritu está hablando desde el interior de un creyente espiritualmente maduro, cuyas palabras usted puede oír, diciéndole exactamente lo que debe decir inmediatamente antes de hablar. Pablo escribió de su determinación de no saber nada para así poder hablar sólo lo que el Espíritu le diera para declarar: Porque me propuse no saber nada entre vosotros, sino a Jesucristo, y a él crucificado. 1 Cor 2:2. Después su predicación no fue con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder; 1 Cor 2:4, hablando no con las palabras enseñadas por la sabiduría humana, sino con las enseñadas por el Espíritu, 1 Cor 2:13.
Los creyentes maduros tienen una unidad con el Espíritu y hablan con una boca. En el DIARIO DE LA VIDA DE ESA SIERVO FIEL Y MINISTRO DEL EVANGELIO DE JESUCRISTO, WILLIAM CATON, Will Caton escribe acerca de haber recibido las palabras para hablar justo antes de hablar:
Me revisto de valor en el nombre del Señor; y teniendo fe en él, que estuvo en su poder, después me entregué a su voluntad, y anduve en obediencia a su movimiento. Cuando llegué al lugar, he aquí las consultas que tuve antes se habían ido, y el temor del hombre se apartó de mí; y fortaleza, y valor, y audacia, y declaración me fueron dadas, de modo que llegué a ser, por medio de aquel que me fortaleció, un hombre potente en vez de como un muchacho, aún ante las congregaciones.
Estuve muy fatigado al ir a las iglesias, puesto que raramente pasó un primer día de la semana, que yo estuve en una o en otra; y también a menudo estuve en mercados, donde fui movido a declarar la verdad eterna de Dios, de la cual por medio de su infinita misericordia yo llegué a ser su testigo. Aunque cuando yo fui a tales lugares como mencioné previamente, raramente supe lo que iba a decir hasta que llegué allí; sin embargo he aquí que cuando iba a hablar, nunca me faltaron palabras o declaraciones para afirmar lo que el Señor me había dado para publicarlas. Al contrario, a menudo tuve muchas palabras de Él para mi gran admiración.
Las palabras que usted dice deben ser oídas del Espíritu en el mismo momento antes de hablar, no palabras que usted oyó un mes atrás, o una semana atrás, o una hora atrás.
De la Palabra del Señor en el interior:
Es una cosa ser llevado a una conversación acerca de Dios o Jesús con un amigo o asociado (lo cual se debe evitar); pero es un error muy serio el hablarle a otros deliberadamente acerca de Dios o de Jesús, lo cual es peligroso para su vida.
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