Gálatas 3:24-25 Mostrar el Capítulo y las notas   24 De manera que la ley ha sido nuestro tutor para llevarnos a Cristo, para que seamos justificados por la fe.3 [A menos que usted llegue a esforzarse para obedecer el centro moral de la ley, que es includio en la ley en el corazón de cada hombre, usted nunca será llevado hacia Cristo para ser justificado por la fe interna, oyendo la palabra de Dios en su corazón y obedeciéndola con persistencia; el centro moral de la ley es: no robar, no matar, no codiciar (desear), no mentir, no cometer adulterio, honrar a su madre y a su padre, y amar a su prójimo como a sí mismo — lo cual es hacer con otros lo que usted quisiera que hicieran con usted — la regla de oro.] 25 Pero ahora que ha venido la fe [recibida con el fruto del Espíritu],4 ya no estamos bajo tutor [la ley que está en el corazón de cada hombre]. [La fe no es una creencia en Jesús basada en la veracidad histórica de la Biblia; la fe es oír la palabra de Dios desde el interior de su corazón, porque la fe es un don de Dios y viene por revelación de Jesucristo. Pablo además nos dice: si (y cuando) sois guiados (inducidos, ordenados, ordenados) por el Espíritu, no estáis bajo la ley, Gál 5:18. Ser guiado es cuando el Espíritu ordena sus pensamientos, palabras y acciones. Antes de que Cristo aparezca en su corazón con el fruto del Espíritu para guiarlo e inspirarlo continuamente, todos los mandatos que usted oye del Seńor también están escritos en su corazón para aclarar y ańadir a la ley en el corazón de cada hombre, la cual es su tutor que debe ser obedecido continuamente.] | Gálatas 5:18 Mostrar el Capítulo y las notas   18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.3 [Ser guiado por el Espíritu es obedecer lo que usted ve y oye que la Palabra en el interior de su corazón le ordena a usted a hacer y hablar; cuando usted está obedeciendo completamente el Espíritu, la fe ha llegado. Gál 3:25. A menos que este don de fe por revelación haya llegado, la ley interna en el corazón de todo hombre, que incluye el centro moral de la ley mosaica, es su tutor, Gál 3:24-25. De la Palabra del Seńor en el interior: "A menos que tú seas testigo de que recibes la fe de parte de Cristo, estás bajo la ley. A menos que tú atestigües la ley cumplida en ti, estás bajo la ley." Note los versículos 19-24 más adelante. A medida que usted sigue los primeros mandatos del Seńor a arrepentirse de sus comportamientos impíos, (lo cual resulta en que Él le quita incluso el deseo de pecar), su confianza en alcanzar todas las promesas del evangelio aumenta dramáticamente.] |