6 Yo he venido al mundo [a cada hombre] como luz, para que todo aquel que cree [depende, confía, obedece] en mí no permanezca en las tinieblas.
Yo he venido al mundo [a cada hombre] como luz.
La palabra griega para este versículo muestra que lo que ha sido universalmente traducido como "el mundo", kosmos <2889>, bien podría haber sido traducido como: los habitantes de la tierra, o los hombres, o la familia humana. Juan 1:4 dice: "En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.;" y Juan 1:9 dice: "Aquél era la luz verdadera que alumbra a todo hombre que viene al mundo;" y esta luz fue dada a los hombres para que ellos puedan creer. Juan 1:7. ¿Creer qué?—la verdad. ¿Cuál verdad?— creer la verdad de lo que la luz les muestra acerca del mal en sus caminos y la verdad de cómo la justicia de Dios y de Jesús es enormemente diferente a sus propios caminos; y después creer las promesas de Dios, convirtiéndolas en la esperanza de los esfuerzos de su vida para alcanzar la salvación.
para que todo aquel que cree [depende, confía, obedece] en mí.
"Cree en mí" significa creer en él, creer lo que Él le dice a usted, y actuar de acuerdo a eso. A todo hombre se le da una pequeña medida de luz para que él pueda creer lo que ella le muestra, aquello de lo que ella lo reprende, y de lo que ella lo convence — mientras el hombre está vivo en la tierra. Cristo, la luz de todo hombre, anónimamente le ruega a cada hombre durante su vida que se aparte de sus caminos impíos y egoístas; pero los hombres en general no comprenden que estos ruegos amables vienen de Dios, y por eso ellos ignoran la luz. Juan 1:1-5. Y ésta es la condenación: que la luz ha venido al mundo [cada hombre], pero los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que practica lo malo [pecado] aborrece la luz [por lo tanto aborrece a Cristo, quien es la luz], y no viene a la luz, por temor de que sus obras sean expuestas y reprendidas. Juan 3:19-20. Pero el que hace la verdad viene a la luz para que se muestre que sus obras son producidas [formadas e impulsadas] por medio de Dios. Juan 3:21. Si un hombre busca persistentemente el recibir las enseñanzas de Dios y cree lo que el Hijo (la luz) dentro de él le pide, él llega a ser un hijo de Dios, un hijo de la luz; y él recibe la vida eterna de Dios, la cual es la medida plena de Cristo mismo, la vida de Dios.
De la Palabra del Señor en el interior:"Jesús no murió para que tú puedas continuar pecando. Yo preferiría haber evitado esa horrible muerte. Lo hice para mostrarte la medida de la obediencia que se necesita para tu propia salvación. Tú debes tener una devoción por la ley que está en el corazón de cada hombre; tú debes oír; y tú debes obedecer. Él nos dijo que no era suficiente creer en Dios, debemos creer lo que Él nos dice que es verdad. No es suficiente creer en Jesús; debemos creer lo que Él dice y después actuar de acuerdo a ello."
no permanezca en las tinieblas.
Permanecer en tinieblas es estar sin la luz de Dios que guía sus pensamientos, palabras, y acciones. Todos los hombres que caminan según su propia mente e imaginación están caminando en la oscuridad, tropezando (pecando) porque ellos no ven lo que ellos deberían estar haciendo a medida que son guiados por Dios. Todos estamos caminando en la noche, esperando que el día amanezca en nuestros corazones, cuando el lucero de la mañana (Jesucristo) se levante en nuestros corazones para guiarnos y liderarnos; entonces estamos caminando en la luz. Antes de eso somos ciegos; y para que nuestra vista sea restaurada, debemos esperar, velar, escuchar, creer lo que le oímos decir, y obedecerle.
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