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Juan 3:16

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 16 Porque de tal manera amó Dios al mundo [cada hombre], que ha dado a su Hijo unigénito [a cada hombre], para que todo aquel que en él cree [depende, confía, obedece] no se pierda, mas tenga vida eterna.2 [No es suficiente creer que Jesús es el Hijo de Dios; aún los demonios creen que Jesús es el Hijo del Altísimo, y tiemblan. Usted debe creer lo que Jesús, la luz y la palabra dentro de su corazón, le muestra y le dice; creer lo que Él dice y lo que Él le muestra es creer en Jesús. Cristo es la luz dada a cada hombre para que pueda creer. Juan 1:1-4,7,9. Creer es creer lo que usted le oye a Él hablarle; creer lo suficiente como para hacer caso y obedecer a Jesús, quien es la Palabra de Dios y la luz de la Palabra en el corazón de cada hombre que lo reprende anónimamente (y a cada hombre) de pecado. Como los versículos acompañantes a continuación (19,20,21) dicen: "Y ésta es la condenación, que la luz ha venido al mundo (cada hombre), pero los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que practica lo malo [pecado] aborrece la luz [por lo tanto aborrece a Cristo, quien es la luz], y no viene a la luz, por temor de que sus obras sean expuestas y reprendidas. Pero el que hace la verdad viene a la luz para que se muestre que sus obras son producidas [efectuadas, formadas, provocadas, vigorizadas] por medio de Dios." Tener vida eterna es haber perdido su vida carnal, habiendo persistentemente creído y obedecido los mandatos que Jesús le ha hablado a usted, para que usted entre en unión con Él, para entonces obedecer las obras que él ordena para la gloria de él y para el gozo de usted.]

1 Juan 5:1

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 1 [En este capítulo Juan cuidadosamente define cuáles son las experiencias que califican a un creyente que ha nacido de Dios, las cuales están resumidas aquí:

  1. un creyente nacido de Dios guarda los mandamientos de Dios, y éstos no son una carga; versículos 2,3
  2. el creyente nacido de Dios ha vencido al mundo al crucificar su naturaleza pecaminosa, (los antojos prohibidos, los deseos apasionados, y la lujuria de ella), versículos 4,5
  3. el creyente nacido de Dios ha visto en su corazón por la luz que manifiesta todas las cosas los tres testigos en la tierra: (Vea el versículo 8 y la nota número 3 que se encuentra aquí para más descripción de los tres testimonios que se deben experimentar antes de que uno nazca otra vez.) De la Palabra del Señor en el interior: "Los tres testigos: estos tres deben ser manifestados claramente".
  4. el creyente nacido otra vez tiene vida eterna en él, la cual es ser restaurados a la imagen espiritual de Dios en verdadera justicia y santidad. versículo 12
  5. el creyente nacido otra vez no peca y no puede pecar porque está protegido por su Padre para no caer en ninguna tentación. versículo 18
  6. Jesús está presente dentro del creyente, y el creyente está en Cristo; el creyente está en unión con Cristo y el Padre. versículo 20

Aquellos que dicen que son cristianos nacidos otra vez que todavía están viviendo en los deseos carnales y placeres del mundo, y por lo tanto todavía son esclavos del pecado, están difamando la verdad y crean confusión.

De la Palabra del Señor en el interior:

 1 Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo es nacido de Dios, y todo aquel que ama al padre ama también al que es nacido de él.1

Romanos 10:9-10

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 9 Desde si confiesas esto: las palabras pronunciadas en la boca tuya pertenecen a Jesús, y tú crees en el corazón tuyo que el Padre lo ha resucitado de entre los muertos; se le salvará. [El contexto de este versículo es creer en la palabra que está en su corazón y cuando recibe la orden, hablar obedientemente la palabra en su boca, la cual es la palabra de fe que los Apóstoles predicaron (vea el versículo 8). Y de acuerdo al versículo 17 a continuación, esa es la fe verdadera, oír la palabra de Dios (Cristo) en su corazón, y sus creencias resultan en su obediencia a lo que usted ha oído. Confesar que Jesús es su Señor, (si a usted se le ordena confesar ante los hombres, Lucas 12:8), es hablar lo que a usted se le dice que diga;* porque para que él sea su Señor, usted debe estar completamente controlado por las palabras habladas por Jesús que usted oye desde el interior de su corazón; y cuando usted estaba muerto en sus pecados, vio a Jesús elevado en su corazón para que sea su Señor gobernante y Rey, para controlar completamente sus pensamientos, palabras, y acciones. Sin embargo, a menos que Jesús de verdad lo gobierne, y él le ordene que usted diga "Jesús es Señor", decir eso no tiene valor, como muchas escrituras lo prueban (haga clic para ver).

* como Pablo confesó: "ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí". Gálatas 2:20

Para ser salvado del infierno cuando muera, usted debe experimentar la salvación mientras todavía vive en la tierra, lo cual significa ser liberado, limpiado, purificado de todos los pecados, aún del deseo de pecar. Sin embargo, muchos de los millones de guías ciegos en el cristianismo, ellos mismos todavía pecando y por lo tanto, esclavos del pecado, tomando este versículo completamente fuera de contexto, enseñan que si usted dice a voz alta "Jesús es Señor" y cree que él resucitó de los muertos en Jerusalén, entonces usted será salvo del infierno. De la Palabra del Señor en el interior: "Ellos piensan que son salvos al hacer ruido acerca de que son salvos. Hay millones de predicadores que son guías ciegos. Estas personas están lejos de mí, viviendo en pecado y enseñándoles a otros la inevitabilidad del pecado hasta la muerte. Ellos quieren ser hijos; ellos reconocen el versículo 'el que ha nacido de Dios no tiene pecado,' pero continúan despreocupadamente". Con la creencia inicial, usted obviamente no es salvo, (salvo significa ser liberado de todos los pecados); pero si usted persiste en la fe obediente hasta el fin, esforzándose al máximo, usted será liberado de todos los pecados, lavado, limpiado, purificado, perfeccionado, y santificado y hecho santo por el poder de Dios obrando poderosamente en usted.]

 10 Porque con el corazón el hombre cree para justicia, y con la boca el hombre hace confesión para salvación.2 [Su creencia de que usted oye al hijo hablarle en su corazón, y obedecer lo que él le manda, resulta en la salvación acompañada de la justicia. La obediencia lleva a la justicia, Rom 6:16; creemos en lo que el Espíritu de Cristo nos dice en nuestros corazones a medida que aguardamos la esperanza de justicia, Gál 5:5. La salvación es ser liberado de todos los pecados, haber sido purificado por la gracia de Dios que separa al hombre del pecado. Confesar la salvación es confesar que usted ha sido liberado de todo pecado y ha testificado que Jesús ha resucitado en su corazón, trayéndole la salvación, la cual es vida eterna en Dios; como Pablo confesó: Con Cristo he sido juntamente crucificado; y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí. Gál 2:20. Jesús no quiere el testimonio de hombres cuyos corazones todavía están llenos de maldad, como lo somos todos, hasta que somos limpiados por Él.

Como dijo Juan: Hijitos, nadie os engañe. El que practica justicia es justo, como él es justo. 1 Juan 3:7; Jesús sólo habló, juzgó, e hizo lo que Dios le había ordenado hacer; para practicar la justicia nosotros también debemos poder sólo hablar lo que le oímos que nos ordena a decir y sólo hacer lo que Dios nos ordena hacer. Esta habilidad sólo viene después que hemos crucificado nuestro espíritu egoísta y el pecado ha sido destruido por el Espíritu al llevar la cruz interna de la negación propia; entonces nosotros estamos caminando el mismo camino que Él caminó y estamos en el mundo como Él estaba con perfección, pureza, y santidad. Pedro nos advirtió acerca de cuan fácilmente las cartas de Pablo eran torcidas por los impíos (aquellos que todavía estaban pecando): en sus cartas hay algunas cosas difíciles de entender, que los indoctos e inconstantes tuercen, como lo hacen también con las otras Escrituras, para su propia destrucción. Así que vosotros, oh amados, sabiendo esto de antemano, guardaos; no sea que, siendo desviados por el engaño de los malvados. 2 Ped 3:17-18. Los impíos lo tratan de convencer que el pecado es pasado por alto y excusado si usted cree en Jesús. Pero los justos alegan con usted que el pecado no es aceptable: Pablo dijo: Despertad a la justicia, y no pequéis más, porque algunos tienen ignorancia de Dios. Para vergüenza vuestra lo digo. 1 Cor 15:34. Creer en Jesús, es creer lo que él le ordena que haga; esa creencia resulta en obediencia lo cual lleva a la justicia y la salvación.]

Romanos 3:28

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 28 Así concluimos que el hombre es justificado por la fe, sin las obras de la ley.3 [La fe no es una creencia en Jesús basada en la exactitud histórica de la Biblia; esa es fe Bíblica. La fe es oír la palabra de Dios, quien es Jesús, desde el interior de su corazón, porque la fe es el don de Dios y dada por medio de la revelación de Jesucristo; la fe en el interior justifica; la fe en el interior purifica. Oír a Jesús que le hable una vez no lo justifica; usted debe seguir oyéndolo y obedeciéndole hasta que su naturaleza pecaminosa sea crucificada. Nosotros buscamos ser justificados. Además, estamos sometidos a la ley (núcleo moral) como tutor hasta que llegue la fe. Gál 3:25, Gál 5:18; la fe viene por revelación a medida que usted es guiado por el Espíritu; cuando usted puede oír la Palabra del Señor desde el interior de su corazón, entonces usted tiene fe, Rom 10:8, Rom 10:17.

Hay una gran diferencia entre las obras de la ley (sacrificios, circuncisión, diezmos, días, comidas, etc.), y tratar de acatar el centro moral de los mandamientos, (no robar, no mentir, no asesinar, no cometer adulterio, no codiciar, amar a su prójimo, etc.) Las obras de la ley no tienen valor, pero aún así alejarse del mal es esencia. La cristiandad nos dice incorrectamente que aún los mandamientos morales, que son la ley en el corazón de cada hombre, han sido invalidados. Hermanos (hablo con los que conocen la ley), ¿ignoráis que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que vive? Rom 7:1. A menos que usted pierda su vida al crucificar su naturaleza pecaminosa, su mente carnal, y su espíritu impío, usted todavía está vivo y todavía es sujeto a las leyes morales. También Pablo dijo en Gál 5:18, si (y cuando) ustedes sean guiados (dirigidos, ordenados, enviados) por el Espíritu, no están bajo la ley. Hasta que no estemos bajo el control del Espíritu de Dios, la ley interna en el corazón de todo hombre, (que incluye el centro moral de la ley mosaica), es nuestro tutor, que nos recuerda nuestras deficiencias y nos motiva a ir a Dios para ser cambiados. La cristiandad quisiera que usted ignorara el tutor esencial, que lo lleva a la verdadera fe operacional.

Jorge Fox escribe de cuando uno es justificado: "un creyentes que es justificado es una nueva criatura, ha pasado de la muerte que vino por el pecado, y llega a entrar en su reposo, donde no hay pecado. Aquel que es la santificación, es la justificación, y así por su santificación ellos son justificados; es la misma cosa, lo que santifica, justifica."]

Romanos 8:1-2

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 1 Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús,1 los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. [Andar conforme al Espíritu es ser llevado por el Espíritu en pensamientos, palabras, y acciones. Si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. Gál 5:19. Andar conforme a la carne es caminar de acuerdo a su mente carnal y corazón impío, antes de haber sido limpiado y purificado; hasta entonces usted no está en Cristo Jesús porque todavía está caminando en la carne — en sus deseos, afectos, placeres, orgullo, enojo, vanidad, temor, preocupaciones, planes, etc. Cualquier persona que diga estar en Cristo cuando no está crucificada está tomando su nombre en vano; o hacer cualquier cosa mientras declara hacerlo en su nombre o en el nombre de Jesús también es tomar su nombre en vano.]

 2 porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.2 [Cuando crucificado, experimentamos el Ministerio de Justicia, el cual consiste en aprender cómo caminar y hablar justamente, caminar por medio de la Luz de la Vida, caminar según el Espíritu. Usted no es libre de la ley del pecado y la muerte, hasta que haya recibido el fruto del Espíritu, caminando en amor, muerto a la ley del pecado y la muerte, habiendo sido crucificado en la cruz interna de la negación propia.]

Romanos 10:4

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 4 Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree. [Cuando el cristianismo le dice a sus creyentes pecadores que la ley está muerta, ellos realmente están diciendo que para sus creyentes no hay pecado; no ley, no pecado. ¿Qué mejor cuento podría haber inventado el diablo? Hermanos (hablo con los que conocen la ley), ¿ignoráis que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que vive. Rom 7:1. A menos que usted pierda su vida al crucificar su naturaleza pecaminosa, su mente carnal, y su espíritu impío, usted todavía está vivo y todavía es sujeto a las leyes morales. El cristianismo se ha echado la ley detrás de su espalda, llamándole al mal bien, llamando lo impío como justo, mientras ignoran totalmente las muchas excepciones, requisitos, y condiciones para calificar para la salvación que declara la Biblia. La ley no lo puede hacer justo, pero el requisito para obedecer la ley interna sólo termina cuando el espíritu egoísta del hombre ha sido crucificado en la cruz interna de la negación propia, y Cristo Jesús ha resucitado en él para controlar completamente sus pensamientos, palabras, y acciones con la Ley del Espíritu de la Vida. ¿Qué es lo que lo hace justo? La obediencia lleva a la justicia, Rom 6:16; creemos lo que el Espíritu de Cristo que está en nuestros corazones nos dice a medida que aguardamos la esperanza de la justificación por la fe, Gál 5:5. sí, hay una ley interna de Dios sobre el corazón de cada hombre que debe ser obedecido, cuales incluye algunas de las viejas leyes morales mosaicas como: ama a tu prójimo como te amas a ti mismo, no robar, no cometer adulterio, no mentir, no codiciar, no matar, y honra a tu padre y a tu madre. De la Palabra del Señor en el interior: "No hay leyes cuando se está bajo el control completo del espíritu; uno camina en amor en obediencia de la manera que el Señor se lo ordena — uno no camina en la carne restringida."]

Romanos 4:15

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 15 Porque la ley produce ira; pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión. [Las leyes morales sólo terminan cuando el espíritu egoísta del hombre ha sido crucificado en la cruz interna de la negación propia, y Cristo Jesús ha resucitado en él para controlar completamente sus pensamientos, palabras, y acciones con la Ley del Espíritu de la Vida. De la Palabra del Señor en el interior: "No hay leyes cuando se está bajo el control completo del espíritu; uno camina en amor en obediencia de la manera que el Señor se lo ordena — uno no camina en la carne restringida." Vea la nota 3 de Rom 3:28 para más información acerca de por qué las leyes morales todavía deben ser observadas y son su tutor hasta que sus pensamientos, y palabras y acciones están bajo el control completo del Espíritu Santo. Los guías ciegos del cristianismo señalan este versículo y dicen que ya no hay ningún pecado porque la ley supuestamente ha sido eliminada para cualquiera que crea en Jesús; ellos convenientemente pasan por alto las muchas advertencias del Nuevo Testamento con respecto al pecado que lo descalifican completamente para la salvación o el cielo, haga clic aquí para verlas. Ellos también pasan por alto que cada hombre será juzgado por sus obras y sus palabras, haga clic aquí para ver. Sí, hay una diferencia entre el bien y el mal; sí, todavía hay pecado; sí, hay una ley interna de Dios sobre el corazón de cada hombre que debe ser obedecido, cuales incluye algunas de las viejas leyes morales mosaicas como: ama a tu prójimo como te amas a tí mismo, no robar, no cometer adulterio, no mentir, no codiciar, no matar, y honra a tu padre y a tu madre.]

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