Juan 8:12 Mostrar el Capítulo y las notas   12 Jesús les habló otra vez a los fariseos diciendo: --Yo soy la luz del mundo [de cada hombre]. El que me sigue nunca andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.2 [La Luz (Cristo) es dada a cada hombre que viene al mundo, Juan 1:9, para que por medio de la Luz, todos los hombres puedan creer, Juan 1:7; y al permanecer en la Luz y obedecer la Luz, recibir la salvación para llegar a ser un hijo de la luz, un hijo de Dios. Seguir a Jesús es obedecer lo que Él le muestra y le dice anónimamente a usted por medio de la revelación. Si usted no guarda ni obedece las palabras que le oye a Cristo hablarle a usted, esas palabras serán su juez cuando usted muera. Juan 12:47-48. De la Palabra del Señor en el interior: "La obediencia lleva a la restauración de la vida."] | Juan 5:24 Mostrar el Capítulo y las notas   24 De cierto, de cierto os digo que el que oye mi palabra y cree [depende, confía, obedece] al que me envió tiene vida eterna. El tal no viene a condenación, sino que ha pasado [verbo pasado] de muerte a vida.3 [Hay una voz del Señor que es como un trueno sobre las aguas descrita en muchos pasajes del Antiguo Testamento. Esto es radicalmente diferente que la voz apacible y delicada que oímos desde el interior de nuestros corazones proveniente del Espíritu Santo. La Palabra del Señor en el interior y el Espíritu Santo nos hablan con palabras de Jesús, por lo tanto, estamos escuchando de el Hijo de Dios. Pero a menos que podamos realmente escuchar la Voz del Señor, no vamos a saber con certeza que es el Señor quien nos habla. De la Palabra del Señor en el interior: "Siempre tendrás dudas hasta que oigas su voz. Mi voz es como un trueno sobre las aguas. Oirás su voz cuando Él te llama". Usted oirá la voz del Señor por primera vez después que nos hayamos sometido al bautismo de fuego y muerte para luego ser llamados a venir fuera y resucitados como una nueva criatura, y entonces conocerá su voz; cuando oyes su voz por primera vez, has pasado de la muerte a la vida; y una vez que hayas oído su voz como un trueno sobre las aguas, siempre sabrá si el Señor ue le habla o no. Esta es la vida que Adán perdió en su caída en el jardín, cuando su acceso al árbol de la vida le fue cortado; los hombres llegaron a estar muertos para la vida de Dios. Y cuando usted pasa de la muerte a la vida, usted entra en el paraíso para una vez más comer del árbol de la vida, siendo trasladado al reino de los cielos mientras está en la tierra para vivir en unión con Cristo y el Padre. Todo esto se debe experimentar, no asumir con altas nociones.] | Juan 1:4 Mostrar el Capítulo y las notas   4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.2 [La palabra, que es Jesús, es la vida de Dios y la luz de los hombres. Cristo es la luz de los hombres: la luz verdadera que ilumina a cada hombre que viene al mundo, dado a ellos para que puedan creer. Juan 1: 7,9. La vida de Dios en medida para controlar a los hombres se perdió para todos los hombres cuando Adán desobedeció a Dios y cayó. Cuando usted ha crucificado su vida pecaminosa y egoísta y es restaurado a la justicia y la santidad de la imagen de Dios, Cristo — usted vive en Cristo, Cristo vive en usted, controlando todas sus palabras y hechos; y esta vida es entonces eterna. La vida eterna es ser una nueva criatura en Cristo sobre la tierra y para siempre.] |