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Juan 8

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 1 Pero Jesús se fue al monte de los Olivos,

 2 y muy de mañana volvió al templo. Todo el pueblo venía a él, y sentado les enseñaba.

 3 Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio,

 4 le dijeron: --Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el mismo acto de adulterio.

 5 Ahora bien, en la ley Moisés nos mandó apedrear a las tales. Tú, pues, ¿qué dices?

 6 Esto decían para probarle, para tener de qué acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en la tierra con el dedo.

 7 Pero como insistieron en preguntarle, se enderezó y les dijo: --El de vosotros que esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.

 8 Al inclinarse hacia abajo otra vez, escribía en tierra.

 9 Pero cuando lo oyeron, salían uno por uno, comenzando por los más viejos. Sólo quedaron Jesús y la mujer, que estaba en medio.

 10 Entonces Jesús se enderezó y le preguntó: --Mujer, ¿dónde están? ¿Ninguno te ha condenado?

 11 Y ella dijo: --Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: --Ni yo te condeno. Vete y desde ahora no peques más.1 [Ahora mucha gente no puede creer que Jesús quiso decir "perfecto" cuando dijo: Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto, Mat 5:48; pero ¿acaso Jesús no está diciendo lo mismo cuando dice: no peques más?]

 12 Jesús les habló otra vez a los fariseos diciendo: --Yo soy la luz del mundo [de cada hombre]. El que me sigue nunca andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.2 [La Luz (Cristo) es dada a cada hombre que viene al mundo, Juan 1:9, para que por medio de la Luz, todos los hombres puedan creer, Juan 1:7; y al permanecer en la Luz y obedecer la Luz, recibir la salvación para llegar a ser un hijo de la luz, un hijo de Dios. Seguir a Jesús es obedecer lo que Él le muestra y le dice anónimamente a usted por medio de la revelación. Si usted no guarda ni obedece las palabras que le oye a Cristo hablarle a usted, esas palabras serán su juez cuando usted muera. Juan 12:47-48. De la Palabra del Señor en el interior: "La obediencia lleva a la restauración de la vida."]

 13 Entonces los fariseos le dijeron: --Tú das testimonio de ti mismo; tu testimonio no es verdadero.

 14 Jesús respondió y les dijo: --Aun si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde vine y a dónde voy. Pero vosotros no sabéis de dónde vengo ni a dónde voy.

 15 Vosotros juzgáis según la carne, pero yo no juzgo a nadie.

 16 Y aun si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el Padre que me envió.

 17 En vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero.

 18 Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió también da testimonio de mí.

 19 Entonces le decían: --¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: --Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre. Si a mí me hubierais conocido, a mi Padre también habríais conocido.

 20 Estas palabras habló Jesús enseñando en el templo en el lugar de las ofrendas; y nadie le prendió, porque todavía no había llegado su hora [de su arresto y juicio].

 21 Luego Jesús les dijo otra vez: --Yo me voy, y me buscaréis; pero en vuestro pecado moriréis. A donde yo voy, vosotros no podéis ir.3

 22 Entonces los judíos decían: --¿Será posible que se habrá de matar a sí mismo? Pues dice: "A donde yo voy, vosotros no podéis ir."

 23 Él les decía: --Vosotros sois de abajo; yo soy de arriba. Vosotros sois de este mundo; yo no soy de este mundo.

 24 Por esto os dije que moriréis en vuestros pecados; porque a menos que creáis que yo soy, en vuestros pecados moriréis. [Si en el día de su visitación usted no cree la palabra y la luz en su corazón que razona con usted para que haga el bien, usted continuará en el mal y morirá en sus pecados.]

 25 Así que le decían: --Tú, ¿quién eres? Entonces Jesús les dijo: --Lo mismo que os vengo diciendo desde el principio.

 26 Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros. Pero el que me envió es verdadero; y yo, sólo aquellas cosas que he oído de parte de él, esto hablo al mundo.

 27 Pero no entendieron que les hablaba del [juicio del] Padre.

 28 Entonces Jesús les dijo: --Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces entenderéis que yo soy, y que nada hago de mí mismo; sino que estas cosas hablo, así como el Padre me enseñó.

 29 Porque el que me envió, conmigo está. El Padre no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada a él.

 30 Mientras él decía estas cosas, muchos creyeron en él.

 31 Por tanto, Jesús decía a los judíos que habían creído en él: --Si vosotros permanecéis en mi palabra [enseñanzas y mandamientos que han sido oídos de Jesús cuando le habla a usted], seréis verdaderamente mis discípulos; [Si usted continúa esperando, velando, y escuchando a Jesús, quien es la palabra y la luz dentro de su corazón, usted es un verdadero discípulo, que producirá el fruto del Espíritu, que será guiado a toda verdad, y entonces habrá llegado a ser libre de todo pecado.]

 32 y [entonces] conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.4 [Usted sólo aprenderá la verdad para llegar a ser libre "si permaneces en mi palabra," como declara el versículo 31; el camino es continuar en Su Palabra, y esta palabra no es la Biblia sino la palabra que está en su corazón y su boca para que la obedezca. La verdad está en la vida de Dios (quien es Jesús), y esta vida es luz, y esta luz es la unción, la cual es verdad. Jesús es la vida y la verdad, y cuando usted lo posee completamente, (la palabra, la unción, la luz, la vida, la verdad), Él lo hará libra de la servidumbre del pecado de modo que el pecado ya no lo controle y que ni siquiera sea deseable; más bien, usted será guiado por Dios con toda palabra para hablar y toda acción que se debe hacer — eso es ser libre, libre de la servidumbre y esclavitud del pecado.]

 33 Le respondieron: --Somos descendientes de Abraham y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: "Llegaréis a ser libres"?

 34 Jesús les respondió: --De cierto, de cierto os digo que todo aquel que practica el pecado es esclavo del pecado.5 [Si usted todavía está pecando, el pecado es su maestro, y el Señor no puede ser su Señor ni Maestro porque como dijo el Señor, no se puede servir a dos maestros. De la Palabra del Señor en el interior: "Si todavía estás pecando, tú perteneces al pecado y no a mí. Aquellos que son de Cristo han acabado con el pecado. Recuerda, cada persona que peca lo niega a Él como Señor y Maestro." Su desafío es ser liberado del pecado por Él, para así ser más bien esclavo de la justicia, sólo hablando las palabras que usted le oye a Él decirle a usted inmediatamente antes de hablar y sólo hacer lo que Él le ordena que usted haga. No se engañe a sí mismo pensando que no está pecando; porque hasta que usted sea guiado por la luz del Señor en cada palabra que debe hablar y cada acción que debe hacer, usted está caminando en los caminos del mundo, de acuerdo al príncipe de la potestad del aire, (Satanás), en los deseos de la carne, satisfaciendo los deseos de su carne y los pensamientos de su mente; y eso es caminar en oscuridad, lo cual es pecado. A menos que su imaginación y su mente carnal hayan sido destruidas por el Señor y reemplazadas con la mente de Cristo, usted todavía está pecando.]

 35 El esclavo no permanece en la casa para siempre; el Hijo sí queda para siempre.

 36 Así que, si el Hijo os hace libres, seréis verdaderamente libres.6

 37 Sé que sois descendientes de Abraham; no obstante, procuráis matarme, porque mi palabra [enseñanzas oídas] no tiene cabida en vosotros.

 38 Yo hablo de lo que he visto estando con el Padre, y vosotros hacéis lo que habéis oído de parte de vuestro padre [el diablo].

 39 Respondieron y le dijeron: --Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: --Si vosotros fuerais hijos de Abraham, haríais las obras [de obediencia en fe] de Abraham.

 40 Pero ahora procuráis matarme, hombre que os he hablado la verdad que oí de parte de Dios. ¡Esto no lo hizo Abraham!

 41 Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Entonces le dijeron: --Nosotros no hemos nacido de fornicación. Tenemos un solo padre, Dios.

 42 Entonces Jesús les dijo: --Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais; porque yo he salido y he venido de Dios. Yo no he venido por mí mismo, sino que él me envió.

 43  ¿Por qué no comprendéis lo que digo? Porque no podéis oír [con los oídos de sus almas] mi palabra [habladas por el Espíritu de Dios].

 44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y seguís y os rendís a los deseos de vuestro padre. Él era homicida desde el principio y no se basaba en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de lo suyo propio habla, porque es mentiroso y padre de mentira. [El espíritu de todo hombre es hijo de Satanás; hasta que el espíritu es destruido por el Señor, y el Señor gobierna en el corazón de ese hombre, él es de su padre el diablo. El Señor sólo gobierna en el corazón y el alma purificada. En su diario Jorge Fox escribió que Dios ni siquiera se creó al diablo: "Yo he venido al poder de Dios, la simiente Cristo, la cual existía antes que existiera el diablo, y que hirió su cabeza; y él se convirtió en el diablo al salirse de la verdad; y de esa manera se convirtió en un asesino y un destructor. De manera que yo les mostré que Dios no lo creó diablo; porque Dios es un Dios de verdad, quien hizo todas las cosas buenas, y las bendijo; pero Dios no bendijo al diablo. Y el diablo es malvado y era un mentiroso y un asesino desde el principio, y habló de sí mismo, y no de Dios".]

 45 Pero a mí, porque os digo la verdad, no me creéis.

 46 ¿Quién de vosotros me halla culpable de pecado? Y si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?

 47 El que es de Dios escucha las palabras de Dios. Por esta razón vosotros no las escucháis, porque no sois de Dios.7 [Mis ovejas oyen mi voz. Todo aquel que es de la verdad oye mi voz. Juan 10:27,18:37]

 48 Respondieron los judíos y le dijeron: --¿No decimos bien nosotros que tú eres samaritano y que tienes demonio?

 49 Respondió Jesús: --Yo no tengo demonio. Más bien, honro a mi Padre, pero vosotros me deshonráis.

 50 Yo no busco mi gloria; hay quien la busca y juzga.

 51 De cierto, de cierto os digo que si alguno guarda [recuerda y obedece] mi palabra [y mandatos], nunca verá la muerte para siempre.

 52 Entonces los judíos le dijeron: --¡Ahora sabemos que tienes demonio! Abraham murió, y también los profetas; y tú dices: "Si alguno guarda [obedece] mi palabra [y mandatos], nunca gustará muerte para siempre."

 53 ¿Eres tú acaso mayor que nuestro padre Abraham quien murió, o los profetas quienes también murieron? ¿Quién pretendes ser?

 54 Respondió Jesús: --Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria no es nada. El que me glorifica es mi Padre, de quien vosotros decís: "Es nuestro Dios."

 55 Y vosotros no le conocéis. Pero yo sí le conozco. Si digo que no le conozco, seré mentiroso como vosotros. Pero le conozco y guardo [obedezco] su palabra [y mandatos].

 56 Abraham, vuestro padre, se regocijó de ver mi día. Él lo vio y se gozó.

 57 Entonces le dijeron los judíos: --Aún no tienes ni cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?

 58 Les dijo Jesús: --De cierto, de cierto os digo que antes que Abraham existiera, Yo Soy.8

 59 Entonces tomaron piedras para arrojárselas, pero Jesús se ocultó y salió del templo.


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1 no peques más, para que no te ocurra algo peor. Todos hablan de cómo Jesús es tan perdonador; es verdad, ¡pero después del perdón él dice: no peques más!
A la adúltera: Ni yo te condeno. Vete y desde ahora no peques más. Juan 8:11
Al que fue sanado: He aquí, has sido sanado; no peques más, para que no te ocurra algo peor. Juan 5:14
Eso peor que podía ocurrir es llamado Infierno.
La cristiandad no tiene idea de cómo ser libre del pecado, y pretende que es imposible. La cristiandad se ha olvidado del único camino — la cruz interna de la negación propia.
Pero Jesús dijo: ¡No peques más! y ¡Arrepiéntanse o perezcan! [perder su alma].

Ahora mucha gente no puede creer que Jesús quiso decir "perfecto" cuando dijo: Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto, Mat 5:48; pero ¿acaso Jesús no está diciendo lo mismo cuando dice: no peques más?

2 Yo soy la luz del mundo [todo hombre]. El que me sigue nunca andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

Yo soy la luz del mundo [todo hombre].

La palabra griega para este versículo muestra que lo que ha sido universalmente traducido como "el mundo", kosmos <2889>, bien podría haber sido traducido como: los habitantes de la tierra, o los hombres, o la familia humana. Juan 1:4 dice:  "En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.;" y Juan 1:9 dice: "Aquél era la luz verdadera que alumbra a todo hombre que viene al mundo;" y esta luz fue dada a los hombres para que ellos puedan creer. Juan 1:7. ¿Creer qué?—la verdad. ¿Cuál verdad?— creer la verdad de lo que la luz les muestra acerca del mal en sus caminos y la verdad de cómo la justicia de Dios y de Jesús es enormemente diferente a sus propios caminos; y después creer las promesas de Dios, convirtiéndolas en la esperanza de los esfuerzos de su vida para alcanzar la salvación.

El que me sigue nunca andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

La promesa por seguir a Jesús es salir de la oscuridad, caminar en la luz, tener la luz de la vida; esto es ser restaurados a la vida de Dios, exactamente la vida que Adán y Eva perdieron en el Edén; como Dios les había dicho que ellos por cierto morirían, y murieron a la vida de Dios, ya que después vivieron en la vida de Satanás. Pero así se cumple la gloriosa promesa, que Dios restauraría al hombre otra vez a la vida de Dios — y esta es nuestra oportunidad, al creer en la Luz, que ilumina a todos los hombres, por medio de la obediencia a esa luz, podemos llegar a ser hijos de la Luz, restaurados a la luz de la vida, la vida de Dios, restaurados a la imagen espiritual de Dios. Seguimos a Jesús al obedecer sus mandatos que le oímos a él hablarnos a nosotros a medida que nos exponemos a oír esos mandatos al esperar a Dios. Cuando obedecemos los mandatos que le oímos hablarnos a nosotros, estamos siguiendo a Jesús a medida que él nos guía a destruir nuestra naturaleza pecaminosa en la cruz interna de la negación propia.

El hombre caído está en la oscuridad espiritual. No puede ver a través de los ojos de Dios, lo cual es ver por la luz de Dios. En la oscuridad, tropezamos, andamos a tientas, y adivinamos lo que es bueno y lo que es malo. Lo mejor que podemos hacer es escoger la alternativa menos mala, y cada uno de nosotros ve y escoge de manera diferente, basado en nuestras experiencias acondicionadas. Cuando somos restaurados a la luz de la vida por Jesús, vemos por medio de su luz, caminamos por su espíritu, somos mandado por Sus pensamientos, Sus palabras, Sus obras. En todas las situaciones, vemos perfectamente la exacta obra noble que se debe hacer, oímos la palabra noble y perfecta que se debe decir — somos unidos con el espíritu de Dios, y él proporciona la dirección y la energía para hacer su voluntad. Entramos en el reino de Dios dentro de nosotros en nuestras conciencias; estamos en su presencia continuamente, contemplando su gloria en el rostro de Cristo Jesús. Sus mandatos se reciben con gozo obediente; Su voluntad será hecha, en la tierra como en el cielo. Caminamos en el servicio glorioso a Dios disfrutando la santidad, mientras estamos en la tierra. Cristo Jesús es entonces, y sólo entonces, nuestro verdadero Señor, a quien servimos continuamente, a quien obedecemos continuamente, a quien alabamos continuamente, a quien adoramos continuamente; esto es tener la luz de la vida. De la Palabra del Señor en el interior: "Yo soy la luz del mundo; quien siga alimentándose de mí tendrá la luz de la vida. Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido, para que anunciéis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas a su luz maravillosa. 1 Ped 2:9

Debemos trabajar para seguir a Jesús y así obtener la vida de Dios más abundantemente [de manera superior] que Él produce en nuestro corazón, y esta vida es la luz, esta luz en suficiente medida es el ungimiento, la cual es verdad y no miente — la verdad interna. Entonces tenemos la verdad; entonces conocemos todas las cosas. Entonces salimos de la oscuridad para caminar en la luz con la guía del ungimiento (de Cristo) en nuestras palabras para hablar y nuestras obras para realizar, y estas obras que son ordenadas son realizadas para su gloria y nuestro gozo, sabiendo que todo lo que decimos y hacemos es perfecto y virtuoso.

3 Yo me voy, y me buscaréis; pero en vuestro pecado moriréis. A donde yo voy, vosotros no podéis ir.

Yo me voy, y me buscaréis. Dios, hablando por medio de Jesús en la tierra, se irá de la tierra. A los judíos no les importaba que Jesús se fuera; ellos iban a estar felices de que Jesús desapareciera de sus vidas. Sin embargo, los judíos continuaron buscando a Dios, quien había estado hablando por medio de Jesús. Los judíos continuaron buscando a Dios al escuchar a su sacerdote leer las escrituras cada séptimo día, ellos continuaron orando a Dios, continuaron dando el diezmo, y continuaron observando las restricciones en la comida y bebida, etc.

pero en vuestro pecado moriréis. A donde yo voy, vosotros no podéis ir. Los judíos, buscando a Dios en sus viejos caminos, en vez de encontrar a Dios, murieron en sus pecados, y fueron no pudieron entrar en el reino de Dios (porque todavía eran esclavos del pecado, todavía estaban pecando). ¡Tome nota!Jesús ha declarado claramente que si alguno muere en sus pecados, (cuando todavía está pecando), no podrá entrar en el reino de Dios. ¿Por qué? Porque si usted muere cuando todavía está pecando, sería absolutamente miserable en el cielo; todos sus placeres y deseos, al no haber sido crucificados en la tierra, no estarán disponibles en el cielo, y usted será miserable sin ellos. Usted estará anhelando el viejo vino, que usted piensa que es mejor que el nuevo vino porque usted no ha sido preparado, crucificado, purificado (los odres nuevos) y liberado de sus deseos, enojo, deseos sexuales, resentimiento, envidia, codicia, mentiras, celos, necedad, fiestas, borracheras, placeres, etc. Aun sus pensamientos serían oídos por todos los que están a su alrededor; usted estaría aterrado, y desearía correr hacia la oscuridad donde esperaría que sus pensamientos no fueran oídos por nadie.

Jesús es santo, inocente, puro, apartado de los pecadores. Heb 7:26

Gentil lector, no se desespere; Dios no quiere que nadie muera en sus pecados. Jesús vino a la tierra para hacer posible que cada hombres sea liberado del pecado y para que entre en el reino de los cielos, comenzando cuando todavía está en la tierra. Él vino a liberarnos del pecado como la siguiente nota explica.

4 ¿Libres de qué? Libres de la esclavitud del pecado. La verdad nos libera del pecado. Y Jesús nos libera del pecado. Libertad del pecado: Para esto fue revelado el Hijo de Dios [en nosotros]: para deshacer [en nosotros] las obras [pecado] del diablo. 1 Juan 3:8. ¿Cómo? Jesús le dijo a aquellos que creen en él, "Si vosotros permanecéis en [obediencia a] mi palabra [enseñanzas y mandatos que hemos oído], seréis verdaderamente mis discípulos. Juan 8:31. ¿Qué palabra? Muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la obedezcas. Deut 30:14. ¿Cómo se recibe la palabra? Escuchando silenciosamente, cada día. Ninguna cantidad de estudio bíblico puede sustituir el esperar, velar, y escuchar la Palabra del Señor en el interior para que sea oída y obedecida; los judíos tenían las escrituras, sin embargo ellos ignoraron los muchos mandatos dentro de las escrituras que les advertían severamente acerca de no oír la voz del Señor.

5 Como Jesús les respondió: “De cierto, de cierto os digo que todo aquel que practica el pecado es esclavo del pecado." Juan 8:34. Un esclavo del pecado es alguien cuyo maestro y Señor es el pecado. Si usted está todavía está pecando, Jesús no es su Señor. Todo aquel que ha nacido de Dios no practica el pecado, porque la simiente de Dios [Cristo] permanece en él, y no puede seguir pecando, porque ha nacido de Dios, 1 Juan 3:9. De modo que si usted todavía está pecando, no ha nacido de Dios. ¿No sabéis que a quien os rindáis para obedecerle como esclavos, sois esclavos del que obedecéis; ya sea del pecado que lleva a la muerte o de la obediencia que lleva a la justicia? Rom 6:16. De la Palabra del Señor en el interior: "Si todavía estás pecando, tú perteneces al pecado y no a mí. Aquellos que son de Cristo han acabado con el pecado. Recuerda, cada persona que peca lo niega a Él como Señor y Maestro." Su desafío es ser liberado del pecado por Él, para así ser más bien esclavo de la justicia, sólo hablando las palabras que usted le oye a Él decirle a usted inmediatamente antes de hablar y sólo hacer lo que Él le ordena que usted haga.

6 si el Hijo los hace libre, ustedes son verdaderamente libres. Jesús ha repetido esto para darle énfasis. Él realmente los puede hacer libres del pecado. Pero usted debe creer que es posible que este poder sea liberado. Además de las escrituras que gritan este mensaje de esperanza, este sitio web tiene el testimonio de más de 20 hombres y mujeres que experimentaron esta libertad del pecado y después entraron en el reino del cielo.

7 El que es de Dios escucha las palabras de Dios. Por esta razón vosotros no las escucháis, porque no sois de Dios. Mucha gente piensa que esto sólo se aplica a los judíos, con la creencia de que ellos son un tipo particular de personas impías. Pero esto se aplica a los hombres de todas las naciones; porque, a menos que el hombre haya sido enseñado por el Espíritu de Dios, no puede reconocer cuando alguien habla palabras e ideas provenientes del Espíritu de Dios. El Espíritu de Dios tiene que enseñarle al hombre las cosas espirituales lentamente, cambiando su manera de ver la vida, descubriendo la verdad. Pero el hombre natural no acepta las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura; y no las puede comprender, porque se han de discernir espiritualmente. 1 Cor 2:14. Hasta que el Espíritu de Dios le muestre al hombre sus pecados, el hombre natural no está consciente de la profundidad de su esclavitud del pecado; esta es la función básica del Espíritu Santo, el Consolador: cuando él venga, probará al mundo que están equivocados [reprobará] con respecto al pecado, y la justicia y el juicio. Juan 16:8. Y cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad. Juan 16:13

8 Jesús dijo: Antes de que Abraham fuera, Yo soy. Lamentablemente, la mayoría de las cristiandad no saben que Jesús creó los cielos y la tierra, antes de que él viniera a esta tierra como un hombre.

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo [Jesús] era Dios. Él era en el principio con Dios. Todas las cosas fueron hechas por medio de él, y sin él no fue hecho nada de lo que ha sido hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por medio de él, pero el mundo no le conoció. Juan 1:1-4,10-11

Él [Jesús] es el resplandor de su gloria y la imagen exacta de su sustancia, quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder. Hebreos 1:3

Él [Cristo] es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación; Colosenses 1:15

Porque en él [Jesús] fueron creadas todas las cosas que están en los cielos y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, dominios, principados o poderes. Todo fue creado por medio de él y para él. Él antecede a todas las cosas, y en él todas las cosas subsisten. Y además, él es la cabeza del cuerpo, que es la iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo él sea preeminente; por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, y por medio de él reconciliar consigo mismo todas las cosas, tanto sobre la tierra como en los cielos, habiendo hecho la paz mediante la sangre de su cruz. Col.1:16-20

[Cristo] Aunque era uno con Dios y con forma de Dios, él no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse; sino que se despojó a sí mismo de su reputación, tomando forma de siervo (esclavo), haciéndose semejante a los hombres; y siendo hallado en semejanza al hombre, se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Filipenses 2:6-8

El pueblo de Israel, todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar. Todos comieron la misma comida espiritual. Todos bebieron la misma bebida espiritual, porque bebían de la roca espiritual que los seguía; y la roca era Cristo. 1 Cor 10:2-4. Y esto fue mucho antes que Cristo viniera en la carne; Cristo era y es la roca de la eternidad, y el fundamento de muchas generaciones, tanto antes como después de su venida en la carne.

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