La Biblia Moderna en Español, (haga clic en el texto en verde)     Ir al índice de la biblia   
Lucas 12

Capítulo Anterior | Próximo Capítulo

 1 En esto, habiéndose juntado una multitud de miles y miles, tanto que se pisoteaban unos a otros, él comenzó a decir primeramente a sus discípulos: "Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía.

 2 Porque no hay nada encubierto que no haya de ser revelado, ni oculto que no haya de ser conocido.

 3 Más bien, las cosas que habéis dicho en las tinieblas serán oídas en la luz, lo que han susurrado a puerta cerrada se proclamará desde las azoteas.

 4 "Y os digo a vosotros mis amigos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después no tienen nada peor que hacer.

 5 Pero yo os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que, después de haber dado muerte, tiene poder de echar en el infierno. Sí, os digo: A éste temed [a Dios].1

 6 ¿No se venden cinco pajaritos por dos cuartos? Pues ni uno de ellos está olvidado delante de Dios.

 7 Pero aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis; más valéis vosotros que muchos pajaritos.

 8 "Os digo que todo aquel que me confiese delante de los hombres, también el Hijo del Hombre le confesará delante de los ángeles de Dios; [Antes de confesar al Señor ante los hombres, usted debe recibir la orden del Señor de exactamente qué decir inmediatamente antes de hablar; y la habilidad de oír lo que se debe decir justo antes de hablar sólo se aplica a aquellos creyentes que pueden caminar en la luz, ya no haciendo sus propias decisiones, siguiendo la dirección del Señor en todas las palabras y acciones. Jesús no quiere el testimonio de hombres cuyos corazones todavía están llenos de maldad, como lo somos todos, hasta que somos limpiados por Él.]

 9 pero el que me niegue delante de los hombres será negado delante de los ángeles de Dios.

 10 A todo aquel que diga palabra en contra del Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no le será perdonado.

 11 "Cuando os lleven a las sinagogas y a los magistrados y autoridades, no estéis preocupados de cómo o qué responderéis, o qué habréis de decir.

 12 Porque el Espíritu Santo os enseñará en esos momentos lo que se debe decir."2

 13 Le dijo uno de la multitud: --Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia.

 14 Y él le dijo: --Hombre, ¿quién me ha puesto como juez o repartidor sobre vosotros?

 15 Y les dijo: --Mirad, guardaos de toda codicia, porque la vida de uno no consiste en la abundancia de los bienes que posee.

 16 Entonces les refirió una parábola, diciendo: --Las tierras de un hombre rico habían producido mucho.

 17 Y él razonaba dentro de sí, diciendo: "¿Qué haré? Porque ya no tengo dónde juntar mis productos."

 18 Entonces dijo: "¡Esto haré! Derribaré mis graneros y edificaré otros más grandes. Allí juntaré todo mi grano y mis bienes,

 19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes almacenados para muchos años. Descansa, come, bebe, alégrate."

 20 Pero Dios le dijo: "¡Necio! Esta noche vienen a pedir tu alma; y lo que has provisto, ¿para quién será?"

 21  Así es el que hace tesoro para sí y no es rico para con Dios.

 22 Dijo a sus discípulos: --Por tanto, os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir.

 23 La vida es más que el alimento, y el cuerpo es más que el vestido.

 24 Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan, ni tienen almacenes ni graneros; y Dios los alimenta. ¡Cuánto más valéis vosotros que las aves!

 25 ¿Quién de vosotros podrá, con afanarse, añadir un codo a su estatura?

 26 Pues si no podéis lo que es menos, ¿por qué estáis afanosos de lo demás?

 27 Considerad los lirios, cómo crecen. No trabajan, ni hilan; y os digo que ni aun Salomón, con toda su gloria, fue vestido como uno de ellos.

 28 Si Dios viste así la hierba, que hoy está en el campo y mañana es echada en el horno, ¡cuánto más hará por vosotros, hombres de poca fe!

 29 Vosotros, pues, no busquéis qué habéis de comer o qué habéis de beber, ni estéis ansiosos.

 30 Porque todas estas cosas busca la gente del mundo [gentiles]; pero vuestro Padre sabe que necesitáis estas cosas.

 31 Más bien, buscad [como su primera prioridad] su reino, y estas cosas os serán añadidas.3 [Se supone que buscar su reino debe ser la prioridad más importante de su vida, Mat 6:33 — más que sus esfuerzos para proveer dinero, comida, bebida, vestimenta, etc. Buscad primero el reino, que es paz, justicia y gozo en el Espíritu. Rom 14:17. Para hacer esto, en muchos versículos, él nos dijo: "Venid a mi;" venid — no a los servicios de las sectas que dicen que Él está en su edificio, no sus reuniones de oración, no a los llamdados al altar, no a leer la Biblia; Jesús incluso dijo que estudiar las escrituras no es venir a Él. Juan 5:39-40. Debemos ir directamente a Él; él nos dijo cómo buscarle a Él, la única cosa necesaria: sentarse a sus pies y escuchar las palabras que él nos habla, Lucas 10:39-42. Nosotros nos sentamos al esperar en humilde silencio, escuchar, y velar mientras pensamos en el nombre de Jesús; cuando nosotros le oímos a Él y luego obedecemos, estamos siguiendo a Jesús. De la Palabra del Señor en el interior: "Puedes vivir en el cielo y aun caminar en la tierra. Busca primero el reino, y todo lo demás te será dado — siempre y cuando tú te mantengas en el camino. Él nos dijo que no era suficiente buscar a Dios, debemos buscar con todo nuestro corazón y alma. Ven a mí, y yo guiaré al manso y al humilde. Dios no se encuentra al ir a los servicios o leer acerca de él. Óiganme, hijitos míos. Vengan a mí, y yo les hablaré a sus almas. Oh, busquen al Señor, ustedes los poderosos, mientras todavía tengan fuerza."]

 32 No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.

 33 Vended vuestros bienes y dadle a los pobres. Haceos bolsas que no se envejecen, un tesoro inagotable en los cielos, donde no se acerca el ladrón, ni la polilla destruye.

 34 Porque donde esté vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón.4

 35 Estén ceñidos vuestros lomos y encendidas vuestras lámparas.

 36 Y sed vosotros semejantes a los siervos que esperan a su señor cuando ha de volver de las bodas, para que le abran al instante en que llegue y llame. [He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él, y él conmigo. Apoc 3:20]

 37 Bienaventurados aquellos siervos a quienes el señor les encuentre velando cuando llegue. De cierto os digo que se ceñirá y hará que se sienten a la mesa a comer, y viniendo les servirá.

 38 Aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, si los halla así, ¡bienaventurados aquellos siervos!

 39 Sabed que si el dueño de casa hubiera sabido a qué hora habría de venir el ladrón, no habría permitido que forzara la entrada a su casa.

 40 Vosotros también estad preparados, porque a la hora que no penséis, vendrá el Hijo del Hombre.

 41 Entonces Pedro le dijo: --Señor, ¿dices esta parábola para nosotros, o también para todos?

 42 Y dijo el Señor: --¿Quién es, pues, el mayordomo fiel y prudente, a quien el señor pondrá sobre los de su casa para que les dé sus raciones a su debido tiempo?

 43 Bienaventurado será aquel siervo a quien, cuando su señor venga, le encuentre haciéndolo así.

 44 En verdad os digo que le pondrá sobre todos sus bienes.

 45 Pero si aquel siervo dice en su corazón: "Mi señor tarda en venir" y comienza a golpear a los siervos y a las siervas, y a comer y a beber y a embriagarse,

 46 vendrá el señor de aquel siervo en el día que no espera y a la hora que no sabe, y le castigará duramente y pondrá su parte con los incrédulos.

 47 Porque aquel siervo que entendió la voluntad de su señor y no se preparó ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. [De la Palabra del Señor en el interior: "Nunca te des por vencido, no importa qué tan bien se sienta el mirar atrás. Es de ciegos el darse por vencido, conociendo la voluntad de Dios. Ni siquiera pienses en darte por vencido."]

 48 Pero el que no entendió, aunque hizo cosas dignas de azotes, recibirá pocos azotes. Porque de todo aquel a quien le ha sido dado mucho, mucho se demandará de él; y de aquel a quien confiaron mucho, se le pedirá más.5 [ Las marcas de los azotes purifican del mal, y los golpes purifican al corazón. Prov 20:30.]

 49 He venido a echar fuego en la tierra. ¡Y cómo quisiera que ya estuviese encendido!

 50 Tengo un bautismo con que ser bautizado, ¡y cómo me angustio hasta que se cumpla!

 51 ¿Pensáis que he venido a dar paz en la tierra? ¡Os digo que no, sino a causar división!

 52 Porque de aquí en adelante cinco en una casa estarán divididos: tres contra dos y dos contra tres.

 53 El padre estará dividido contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra.6

 54 Decía también a las multitudes: --Cuando veis la nube que sale del poniente, luego decís: "Va a llover." Y así sucede.

 55 Cuando sopla el viento del sur, decís: "Hará calor." Y lo hace.

 56 ¡Hipócritas! Sabéis interpretar el aspecto del cielo y de la tierra, ¿y cómo no sabéis interpretar este tiempo?

 57 ¿Por qué no juzgáis vosotros mismos lo que es justo?

 58 Pues cuando vayas al magistrado con tu adversario, procura con diligencia arreglarte con él en el camino, no sea que te arrastre al juez y el juez te entregue al policía, y el policía te meta en la cárcel. [Jesús usa la cárcel como una metáfora del infierno; él le está suplicando a los hombres que hagan lo bueno y advirtiéndoles las consecuencias de hacer lo malo.]

 59 Te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.7 [El último centavo es una figura retórica que representa una penalidad. En el Infierno todas las críticas a cualquier persona o acciones que causan dolor a alguien se repiten con usted sintiendo el dolor emocional y / o físico que usted hizo que esos sentir, (luego estas aliviado, por lo que el dolor no es permanente). De esta manera aprendes a odiar los errores que cometiste cuando estabas en la tierra, resolviendo no volver a repetir esos comportamientos nunca más; y a medida que aprendes a odiar el mal, te siente atraído por la bondad, atraída por Dios. Por tanto, aprendemos de nuestros errores.]


Capítulo Anterior | Próximo Capítulo

Para ver el(los) versículo(s) mostrado(s) paralelamente en Nueva Intl, Reina Valera, y La Biblia de las Américas, haga click aquí.
_______________________________________

1 Teman a Dios, quien puede destruir el cuerpo y el alma, y después echarla en el infierno. Y sin embargo aquellos que se llaman a sí mismos cristianos no tienen temor de Dios, y continúan pecando, siendo codiciosos, inmorales, avaros, celosos, envidiosos, airados, engañadores, mentirosos, dados al enojo, ebrios, etc.; que piensan que Jesús va a estar allí para excusarlos, porque ellos le llaman Señor. Pero lean lo que él dijo acerca de los cristianos: No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el Reino de los cielos, sino el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre sacamos demonios, y en tu nombre hicimos muchas grandezas? Y entonces les confesaré: Nunca os conocí; apartaos de mí, obradores de maldad, Mat 7:21-23. También dice: Cualquiera que hace pecado, traspasa también la ley; y el pecado es transgresión de la Ley, 1 Juan 3:4, y todo aquel que hace pecado, es siervo del pecado, Juan 8:34. porque esto lo sabéis muy bien: que ninguna persona sexualmente inmoral, ni impura, ni codiciosa, quien es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. Nadie os engañe con vanas palabras, porque a causa de estas cosas viene la ira de Dios sobre los que son desobedientes. Efe 5:5-6.Todos (aún los así llamados cristianos) los que sean inmundos, inmorales o avaros serán excluidos del cielo.

2 no estéis preocupados de cómo o qué responderéis, o qué habréis de decir. Porque el Espíritu Santo os enseñará en esos momentos lo que se debe decir. ¡Note! Usted no puede sólo abrir su boca y comenzar a hablar improvisadamente, suponiendo que el Espíritu Santo está hablando por medio de usted; se supone que primero usted debe oír de parte del Espíritu Santo qué debe decir. Mucha gente lee esto y asumen que si no planean un discurso, el Espíritu Santo controlará sus bocas — ¡no es cierto! Jesús dijo: no estéis preocupados; esto sólo es posible después que el Espíritu Santo ha destruido su mente carnal, que es enemistad contra Dios, y su mente ha sido renovada en la mente de Cristo. Todas las palabras que se hablan primero deben ser oídas; y sólo palabras que son oídas en el momento deben ser habladas. Piense acerca de esto: si no son todas las palabras, ¿es una palabra de Él y después cien provenientes de su mente carnal; o son diez palabras de Él y después diez de su mente carnal? De la Palabra del Señor en el interior: "todas las palabras y solamente las palabras de Él deben ser habladas;" y sólo en ese momento. Dese cuenta que usted será tentado por el enemigo muchas veces para predicar antes que usted pueda oír tan bien como para hablar sólo las palabras que oye en ese momento porque hay muchas voces; tengan cuidado con los falsos profetas; y tengan cuidado de que ustedes lleguen a ser falsos profetas, que hablen con su mente carnal acerca de Jesús o Dios.

También están aquellos que piensan que si sienten un zumbido o alguna sensación en su cabeza, esta es la unción del Espíritu Santo, el cual entonces controla su boca; ninguna de esas cosas es cierta porque para hablar palabras del Espíritu Santo, usted primero debe oír lo que el Espíritu Santo le instruya que diga. La unción es la presencia de su maestro, a quien usted oye enseñarle en esos momentos lo que debe decir; no es un zumbido o una sensación en la cabeza.

En el DIARIO DE LA VIDA DE ESA SIERVO FIEL Y MINISTRO DEL EVANGELIO DE JESUCRISTO, WILLIAM CATON, Will Caton escribe acerca de haber recibido las palabras para hablar justo antes de hablar:

Me revisto de valor en el nombre del Señor; y teniendo fe en él, que estuvo en su poder, después me entregué a su voluntad, y anduve en obediencia a su movimiento. Cuando llegué al lugar, he aquí las consultas que tuve antes se habían ido, y el temor del hombre se apartó de mí; y fortaleza, y valor, y audacia, y declaración me fueron dadas, de modo que llegué a ser, por medio de aquel que me fortaleció, un hombre potente en vez de como un muchacho, aún ante las congregaciones.

Estuve muy fatigado al ir a las iglesias, puesto que raramente pasó un primer día de la semana, que yo estuve en una o en otra; y también a menudo estuve en mercados, donde fui movido a declarar la verdad eterna de Dios, de la cual por medio de su infinita misericordia yo llegué a ser su testigo. Aunque cuando yo fui a tales lugares como mencioné previamente, raramente supe lo que iba a decir hasta que llegué allí; sin embargo he aquí que cuando iba a hablar, nunca me faltaron palabras o declaraciones para afirmar lo que el Señor me había dado para publicarlas. Al contrario, a menudo tuve muchas palabras de Él para mi gran admiración.

Las palabras que usted dice deben ser oídas del Espíritu en el mismo momento antes de hablar, no palabras que usted oyó un mes atrás, o una semana atrás, o una hora atrás.

De la Palabra del Señor en el interior:

Es una cosa ser llevado a una conversación acerca de Dios o Jesús con un amigo o asociado (lo cual se debe evitar); pero es un error muy serio el hablarle a otros deliberadamente acerca de Dios o de Jesús, lo cual es peligroso para su vida.

Cuando esté en la presencia de otros y usted oiga un mensaje de la Palabra del Señor en el interior, el mensaje es sólo para usted a menos que Él le diga específicamente lo que le debe decir a otros. Aún si el mensaje se relaciona a alguien en su presencia, a menos que Él le diga que lo diga, es sólo para la edificación de usted, no la de ellos; y si a usted se le dice que hable, diga sólo las palabras que Él le de; no añada sus propias palabras después. Aun si de le dice que repita las palabras que oye, a menos que usted sea capaz de distinguir la Voz de Cristo en contraste con la voz del enemigo, no hable. Como Eduardo Burrough escribió:

"Les encargamos a todos en la presencia del temible Dios de la vida y el poder, que todos esperen en silencio, y esperen a tener la sal y el sabor en ustedes mismos, para conocer la voz de Cristo comparada con la voz del extraño porque hasta que ustedes mismos conozcan la diferencia, no son capaces de juzgar. Por lo tanto todos ustedes esperen en la luz, que es el ojo, que ve en los misterios del reino; y ninguno pronuncie una palabra, sino aquellas que sean divinamente ordenadas,* o bien que en la conciencia de todos de testimonio en su contra. No se apresuren, cuando vean cosas que se abren en sus mentes; moren en ellas, y no corran a hablar con ellos, sino atesórenlas en sus corazones, y pongan atención, y manténganse humildes en el temor del Señor Dios, para que el orgullo y la presunción no surjan, ni nada sea exaltado más de lo que es puro."

* Para ser divinamente ordenado usted debe poder distinguir la voz divina en contraste con la voz del diablo.

Si se supone que usted no debe ni siquiera enseñar lo que ha oído hasta que pueda distinguir la voz de Cristo en contraste con la vez del extraño, entonces usted debería definitivamente rehusar cualquier orden que oiga para hacer cualquier cosa por el Señor, (aparte de arrepentirse), hasta que usted esté seguro de cuál señor le está ordenando. 

Siga este consejo y usted progresará. Ignórelo, y usted no progresará; pero usted podría pensar que está progresando porque el diablo hará que usted haga más y más cosas por el Señor, todas las cuales usted quería hacer desde un comienzo, pero cada cosa que usted hace lo atrasa más profundamente. Si usted se arrepiente y comienza a seguir este consejo, aun así tendrá un retraso en su progreso, el cual será proporcional al daño espiritual que usted ha causado a otros con sus palabras y acciones falsas. 

Y si usted recibe un mensaje como: "háblales acerca del evangelio," que no es de Él; esa clase de mensaje lo anima a hablar de su mente carnal con sus propias palabras, lo cual es la naturaleza de la muerte. Generalmente somos convencidos por el enemigo de que estamos sirviendo al Señor en cualquier cosa que somos tentados a hacer antes que hayamos sido cambiados suficientemente para servirle a Él apropiadamente. Piense acerca de los millones de ministros y maestros en Babilonia que están enseñando errores flagrantes mientras están escuchando mensajes, los cuales ellos piensan que son del Señor, pero que están guiándolos a ellos y a sus oyentes por el camino de la destrucción. Suponga que usted piensa que se le ha dado un don de sanidad, un don de milagros, la autoridad para enseñar, etc., pero usted no es capaz de hablar las palabras del Espíritu que usted oye inmediatamente antes de hablar. Ahora usted realiza sus obras para el Señor, pero las únicas palabras que usted tiene son de su mente carnal; sus obras no pueden servir al Señor porque sus palabras son de la naturaleza de la muerte y no pueden alcanzar apropiadamente los corazones de sus oyentes. A menos que su mente carnal haya sido suficientemente destruida para que usted sólo tenga palabras del Espíritu, (sólo palabras del Espíritu), que usted oiga inmediatamente antes de hablar, usted no es apto para servir al Señor haciendo cualquier cosa que requiera palabras de explicación o darle crédito a Él; esta es una siempre prueba que usted puede usar para defenderse a sí mismo de ser tentado antes de que esté apropiadamente equipado para servir. Recuerde las enseñanzas de la Palabra del Señor en el interior: "Cuando tú hablas palabras de ti mismo, no importa lo que digas; las dices con el espíritu equivocado." Por lo tanto suponga que a usted se le dice que vaya a alguien y que le advierta acerca de lo que esa persona está haciendo; a menos que cuando usted llegue esté suficientemente en el Espíritu, (como Jorge Fox escribió acerca de hablar en una enseñanza anterior: "asegúrese que la luz esté encendida"), para oír las palabras exactas y las únicas palabras que debe hablar, incluso repitiendo palabras de Él que usted ha oído en el pasado, sus palabras serán habladas con el espíritu equivocado; no lo haga. Para más información sobre este tema vea las normas para evitar el engaño en Cómo beneficiarse del poder de Dios que produce cambio al esperar al Señor.

Jesús nos ha dado varias advertencias acerca de hablar palabras que no son oídas primero en ese momento de parte del Espíritu:

Si Jesús, tan grande como Él es y era, sólo hablaba las palabras que oía del Padre; entonces cuanto más deberíamos nosotros ser cuidadosos de no hablar nada acerca de Dios o Jesús a menos que oigamos las palabras exactas que debemos decir en ese momento. Si usted no es enviado específicamente, y si usted está decidiendo qué decir, entonces usted está hablando de sí mismo y buscando su propia gloria. Para buscar la gloria de Dios y no la suya, usted debe primero ser enviado y después sólo hablar palabras oídas del Espíritu inmediatamente antes de hablar. El discípulo no es superior a su maestro, mas todo el que fuere perfeccionado [purificado, restaurado a la imagen espiritual de Dios, específicamente autorizado, y perfeccionado] será como su maestro, Lucas 6:39-42; el Maestro ve todo para hacer y oye todo para decir antes de hablar. Si usted está hablando y/o trabajando para Dios sin que Él le ordene específicamente cada palabra y acción, entonces usted está fundamentalmente afirmando que sus propias palabras y acciones son superiores a lo que las palabras de Jesús hubieran sido si él hubiera hecho sus decisiones acerca de qué decir y hacer. Cualquiera sin perfección, no habiendo sido enviado, y hablando sin que Dios proporcione sus palabras para hablar, es un guiar ciego que busca su propia gloria, tu admiración y/o tu dinero.

Pablo y Pedro también nos dicen cómo debemos hablar:

Aquellos que eligen hablar con sus mentes carnales se están considerando a sí mismos como más grandes que el Maestro. Vea Sólo aquellos que hacen la voluntad del Padre entran en el reino de los cielos para más información acerca de la necesidad de destruir la mente carnal.

3 Por tanto, os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. La vida es más que el alimento, y el cuerpo es más que el vestido. Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan, ni tienen almacenes ni graneros; y Dios los alimenta. ¡Cuánto más valéis vosotros que las aves! ¿Quién de vosotros podrá, con afanarse, añadir un codo a su estatura? Pues si no podéis lo que es menos, ¿por qué estáis afanosos de lo demás? Considerad los lirios, cómo crecen. No trabajan, ni hilan; y os digo que ni aun Salomón, con toda su gloria, fue vestido como uno de ellos. Si Dios viste así la hierba, que hoy está en el campo y mañana es echada en el horno, ¡cuánto más hará por vosotros, hombres de poca fe! Vosotros, pues, no busquéis qué habéis de comer o qué habéis de beber, ni estéis ansiosos. Más bien, buscad [como su primera prioridad] su reino, y estas cosas os serán añadidas.

Esta es la prioridad principal de la vida que se nos manda a tener, buscar el reino de Dios. Además Jesús dijo:"Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que permanece para vida eterna, que el Hijo del Hombre os dará; porque en éste, Dios el Padre ha puesto su sello... El Espíritu es el que da vida; la carne no aprovecha para nada... De cierto, de cierto os digo: El que cree [depende, confía, obedece] tiene vida eterna. Yo soy el pan de vida... Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida". Juan 6:27,47,48,63. "No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios". Mat 4:4. Nosotros nos sentamos al esperar en humilde silencio, escuchar, y velar mientras pensamos en el nombre de Jesús; cuando nosotros le oímos a Él y luego obedecemos, estamos siguiendo a Jesús. Con cada mandamiento que oímos y obedecemos del Señor que requiere nuestro arrepentimiento, avanzamos un paso más cerca del Reino. Cuando entras al reino, su vista y su conciencia están en el cielo, pero usted todavía está en la tierra sirviendo al Señor. Si no buscar el reino con la máxima prioridad en tu vida, usted nunca alcanzará la salvación durante tu vida terrena; cómo pasamos nuestro tiempo libre muestra nuestra prioridad. El reino es paz, justicia y gozo en el Espíritu. Rom 14:17.

De la Palabra del Señor en el interior:

En su sermón el cuáquero Esteban Crisp, quien habitó en el reino, testificó que en un día bajo el gobierno de Cristo, (en el reino), uno tiene más placer y deleite que en mil días fuera de él.

Jesús nos dice cómo buscar el Reino de Dios: no es leyendo la Biblia, no es llendo a un edificio ni escuchando a alguien hablar, no es pidiéndole a Dios lo que usted quiere. Usted debe ir a él. Usted debe esperarloescuchar silenciosamente, con la humildad de un pecador en necesidad de su poder que produce cambio — la gracia. Busque, escuche, obedezca...busque, escuche, obedezca....busque, escuche, obedezca. Usted debe escuchar, oír, y recibir con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar su alma. Santiago 1:21. Usted debe soportar hasta el fin, cuando Cristo traiga salvación. Busquen a Jehovah tu Dios, y lo hallarás, si lo buscas con todo tu corazón y con toda tu alma. Deut 4:29

"Pero una sola cosa es necesaria. Pues María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada". Luke 10:39-42. Para escucharle hablar, debemos sentarnos en humilde silencio and esperar — a medida que escuchamos para oír y después obedecer; cuando le obedecemos, estamos siguiendo a Jesús.

De la Palabra del Señor en el interior:

¿Dónde está el reino que se le manda buscar? Y cuando los fariseos le preguntaron acerca de cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió diciendo: --El reino de Dios no vendrá con señales externas que se puedan observar. No dirán: "¡Mirad, aquí está!" o "¡Allí está!" Porque el reino de Dios está en dentro y alrededor de vosotros. Lucas 17:20-21. Y Dios está en ustedes también: Un solo Dios y Padre de todos, quien es sobre todos, a través de todos y en todos. Efe 4:6. Dios .. no está lejos de ninguno de nosotros; porque en él vivimos nos movemos y somos, (Hechos 17:27-28) — pero no estamos conscientes de su presencia hasta que le buscamos y le encontramos, porque estamos en una dimensión física más baja. Y Cristo está en usted también: Cristo en vosotros, la esperanza de gloria. Col 1:27...¿O no conocéis en cuanto a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que ya estéis reprobados [probados, rechazados, abandonados al pecado]? 2 Cor 13:5

En el Diario de Jorge Fox, el siguiente es el testimonio cristiano maravillosamente inspirador y sin paralelos acerca de ser trasladado al paraíso y luego al reino:

"También vi las montañas ardiendo, y los escombros, y las sendas y los lugares escabrosos y torcidos hacerse parejos y planos, para que el Señor pueda venir a su tabernáculo. Estas cosas se encuentran en el corazón del hombre; pero hablar de estas cosas que son internas parece extraño a los que son toscos, torcidos y a los montañosos. Aún así el Señor dijo, 'ah tierra, ¡escucha la palabra del Señor!'"

*Todo valle será rellenado, toda montaña y colina será allanada. Los caminos torcidos se enderezarán, las sendas escabrosas quedarán llanas. Lucas 3:5

......
"Entonces me elevé en espíritu, por medio de la espada encendida,* al paraíso de Dios. Todas las cosas eran nuevas, y toda la creación tenía otra fragancia para mí, más allá de lo que las palabras puedan expresar. Yo no conocía nada más que la pureza, la inocencia, la justicia, y el ser renovado a la imagen de Dios en Cristo Jesús; de manera que alcancé el estado de Adán, el estado en que se encontraba antes de la caída. La creación fue abierta a mí, y se me mostró cómo se le dio nombre a todas las cosas de acuerdo con su naturaleza y su virtud. Llegué a un punto en mi mente, en el cual debatía si debía practicar medicina para el bien de la humanidad, viendo que la naturaleza y la virtud de las criaturas me habían sido reveladas de tal manera por el Señor. Pero fui llevado inmediatamente en el espíritu, para ver otro estado más inquebrantable que el estado de inocencia de Adán, a saber, el estado de Cristo Jesús, que nunca caería.** Y el Señor me mostró que los que eran fieles a él, en el poder y la luz de Cristo, podían alcanzar el estado en que se encontraba Adán antes de caer; en el cual las obras admirables y las virtudes de la creación pueden ser conocidas, por las revelaciones de esa palabra divina de sabiduría y por el poder por el cual fueron hechas. El Señor me guió a grandes cosas y profundidades maravillosas me fueron reveladas, más allá de lo que las palabras pueden expresar; pero a medida que la gente comience a someterse al espíritu de Dios, y a crecer en la imagen y el poder del Todopoderoso, ellos pueden recibir la palabra de sabiduría que abre todas las cosas, y llegar a conocer la unidad oculta en el Ser Eterno."

* Expulsó [Dios], pues, al hombre; [Adán y Eva del paraíso, el Jardín del Edén] y al oriente del huerto del Edén puso querubines, y una espada encendida que giraba en todas direcciones, para guardar el camino del árbol de la vida. Gén 3:24

**  Hay dos pasos en la perfección a través de la gracia de Cristo: 1º) ser levantado hacia la perfección de Adán y Eva en el paraíso, pero todavía capaz de caer en la tentación, y 2º), ser levantado a la unión con Cristo Jesús, una perfección eterna, que es incapaz de caer en el pecado o la tentación. Esteban Crisp, otro eminente cuáquero, escribe más de esta perfección en dos fases:

Porque ya sabéis que mientras la vasija está llena de ira, envidia, o con injusticia de cualquier tipo, los tales todavía no son aptos para que la gloria de Dios brille en ellos. Cuando esto sea quitado por medio del juicio; y Sión sea liberada de la opresión , entonces la criatura vuelve a Dios como un vaso puro en la justicia que existía antes de la caída. Así que un hombre o una mujer pueden llegar al estado en el que Adán se encontraba antes de caer, que era sin pecado. Contra los tales no se pronuncia el juicio de Dios, sino que tienen paz con Dios, y comunión en lo que es puro, antes que existieran el pecado y la transgresión. Los que vienen a este estado, puede ser atrapados otra vez; al igual que Eva, y si no velan, pueden ser atrapados otra vez; pero si son fieles al poder que los redimió del pecado, y en el poder resisten la tentación, entonces tales reciben el sello de la vida eterna en Cristo Jesús, quien nunca cayó, a pesar de que fue tentado, y así llegan a un establecimiento en aquel que nunca cambia.

.......
"Además el Señor me dejó ver, cuando fui elevado a su imagen en justicia y santidad y fui llevado al estado del paraíso de Dios, cómo Adán fue hecho un alma viviente; y también a la estatura de Cristo, el misterio que había estado oculto desde las edades y las generaciones; las cuales cosas son difíciles de pronunciar, y muchos no las pueden resistir. Porque de todas las así llamadas sectas de la cristiandad con las cuales discutí, no encontré a nadie que pudiera resistir que le dijeran que cualquiera puede crecer espiritualmente a la perfección de Adán (es decir, a la imagen de Dios, y justicia y santidad en la cual estaba Adán antes de la caída), para ser limpiopuro, y sin pecado como él estaba. Por lo tanto, ¿cómo podrían resistir que se les diga que alguien debe crecer espiritualmente a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo, cuando se sienten amenazados de oír que alguien debe, mientras está en la tierra, llegar al mismo poder y espíritu en el que estaban los apóstoles y los profetas? Aunque es una verdad absoluta que nadie puede entender los escritos de los apóstoles correctamente sin el mismo espíritu por el cual fueron escritos.

El Señor Dios me reveló por su poder invisible como 'cada hombre era iluminado por la luz divina de Cristo'. La vi brillar en todos, y vi que los que creyeron en ella salieron de la condenación a la luz de la vida, y fueron hechos hijos de ella; pero los que la odiaron y no creyeron en ella, fueron condenados por ella, aunque hacían profesión de Cristo. Esto lo vi en las revelaciones puras de la luz sin la ayuda de ningún hombre; ni tampoco sabía en ese tiempo dónde encontrarlo en las escrituras; aunque después, escudriñando las escrituras, lo encontré. Porque vi en esa luz y ese espíritu que existían antes que las escrituras fueran dadas y que guió a los hombres santos de Dios a escribirlas, que todos deben venir a ese espíritu si quieren conocer a Dios o a Cristo, o las escrituras correctamente, por el cual fueron enseñados y guiados aquellos que nos las dieron."

4 Vended vuestros bienes y dadle a los pobres. Haceos bolsas que no se envejecen, un tesoro inagotable en los cielos, donde no se acerca el ladrón, ni la polilla destruye. Porque donde esté vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón. Necesitamos vender cualquier posesión que no necesitamos y dar las ganancias a los pobres. Jesús nos dice por qué: "Porque donde esté vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón." Si dependemos de nuestro exceso de posesiones terrenales para nuestra seguridad, nuestro corazón está muy amarrado a ellas, y los tesoros terrenales están sujetos a pérdidas; pero si damos nuestro exceso a los pobres, sabiendo que estamos haciendo tesoros eternos y confiables en el cielo, entonces nuestro corazón está en el cielo. De la Palabra del Señor en el interior:

Los actos de bondad pueden ser hacia nuestras esposas, niños, compañeros de trabajo en nuestra ocupación, vecinos, extraños — cualquier persona que tenga necesidad de un poco de ayuda. Note la palabra "al azar" en el mensaje anterior. Al azar es lo opuesto de sistemático, programado, continuo, periódico, etc. ¿Por qué? De modo que usted no llegue a estar tan ocupado con sus esfuerzos de perder el enfoque necesario de buscar a Dios con todo su corazón; y buscar es sentarse, esperar, velar, escuchar, y obedecer. Los actos de bondad incluyen dar a los pobres; de modo que con nuestro exceso respondemos en secreto con bondad a aquellos que están en necesidad, quienes llegan a estar en frente de nosotros, y/o podemos apoyar financieramente a organizaciones benéficas; pero no tomamos una causa que absorba nuestro tiempo. Hasta que usted haya visto a Jesús aparecer en su corazón para guiarlo y traer su salvación, ignore cualquier mensaje que usted oiga que le ordene o le anime a pasar mucho tiempo haciendo algo que no sea esperándolo en Él.

Satisfacemos esas necesidades que encontramos al azar sólo si tenemos fondos en exceso para satisfacerlas; y si es posible, deberíamos restringir nuestros propios gastos para tener fondos disponibles — en otras palabras, deberíamos siempre mantener ahorros para que podamos responder a aquellas necesidades que encontramos al azar. Aparte de ser capaces de responder a necesidades encontradas al azar, el sentido común en las finanzas también significa mantener ahorros para responder a períodos de falta de empleo y gastos no anticipados necesarios para nuestras propias vidas; por lo tanto, no donamos nada de ese margen necesario de ahorros. Además, si somos dueños de un negocio, también mantenemos suficientes ahorros para que nuestro negocio pueda sobrevivir y/o ajustar si hay una caída en la demanda o alguna crisis que reduzca nuestros ingresos; ni donamos nada de ese margen de ahorros.

Debemos distribuir libremente a los pobres, de nuestro exceso de posesiones y dinero. Todavía necesitamos proveer para nuestras familias y cumplir con nuestras obligaciones; el Señor quiere que continuemos haciendo eso bien. Pero aquello que tengamos posesiones que estén más allá de nuestras necesidades, debemos distribuirlas a los pobres, ya sea directamente o por medio de organizaciones de caridad que asisten específicamente a los pobres. Necesitamos vender cualquier posesión que no necesitemos y dar las ganancias a los pobres.

Los registros muestran que muchos de los primeros cuáqueros purificados, que moraban en el reino, hombres y mujeres que figuran en este sitio, tenían casas, caballos, carruajes, granjas, negocios, etc. Ellos claramente no habían vendido todo lo que poseían para hacerse pobres; pero ellos también distribuyeron libremente a los pobres y a los necesitados, particularmente a otros hermanos cristianos, pero también a la población en general. No podemos mantener nuestro exceso sin compartirlo con aquellos que no tienen las necesidades de la vida —los pobres, lo cual no incluye darle a las sectas o dar diezmo. Es incorrecto tener exceso, más de lo que necesitamos para vivir, mientras sabemos que hay gente, donde sea que estén, con necesidades de la vida, sin contribuir a su alivio. Tal vez usted tiene que mirar más allá de las fronteras de su propio país para encontrar a esas personas y/u organizaciones de beneficencia con necesidades genuinas. Pero hay necesidad en todo el tercer mundo de contribuciones para sostener la vida. (¡Note! La gente que está en necesidad, no incluye a aquellos que rehúsan aceptar trabajos que están disponibles y prefieren mendigar, fingiendo tener necesidad.)

Debemos estar listos para dejar cualquier cosa que él pida. No debe haber nada que nosotros tengamos de lo cual no nos podamos separar. Aquellas cosas que debemos negar para poder progresar, el Señor nos dirá que nos deshagamos de ellas. Pero la mayoría de las cosas perderán importancia a medida que nos acerquemos a Dios. De la Palabra del Señor en el interior: "Lo que Dios ordena, ya sea morir en la cruz, nosotros obedecemos; no importa lo estrechos que estemos financieramente, no importa cómo afecte nuestra reputación, no importa cuánto nos arruine."

5 aquel siervo que entendió la voluntad de su señor y no se preparó ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. Pero el que no entendió, aunque hizo cosas dignas de azotes, recibirá pocos azotes. Porque de todo aquel a quien le ha sido dado mucho, mucho se demandará de él; y de aquel a quien confiaron mucho, se le pedirá más.

Si a alguien se le ha dado la verdadera creencia y esperanza, que ese poder de Dios puede liberarlo de todos los pecados, y: 1) esa persona entonces no ejercita su fe para edificarla más, y 2) peca de manera repetida hasta que ha cauterizado su conciencia, y ya no siente remordimiento por el pecado, ha muerto dos veces. Éstos son aquellos de los cuales el Señor dijo: Porque aquel siervo que entendió la voluntad de su señor y no se preparó ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. Lucas 12:47. Debido a que Cristo es el autor de la fe, y la fe es el don de Dios, la cual no todos los hombres reciben, entonces el no seguir adelante para alcanzar la verdadera salvación es algo que merece un gran castigo. De la Palabra del Señor en el interior: "Nunca te des por vencido, no importa qué tan bien se sienta el mirar atrás. Es de ciegos el darse por vencido, conociendo la voluntad de Dios. Ni siquiera pienses en darte por vencido."

A menos que aquellos hayan destruido su conciencia con el pecado, todavía pueden oír y posiblemente ser motivados a renovar sus esfuerzos para ejercitar su fe. Sin embargo tenga cuidado, porque cada acto de desobediencia que ellos cometan, después de haber sido convencidos de algún pecado en particular en la luz, primero deben realizar la misma cantidad de actos de obediencia antes que que ese pecado sea quitado de sus corazones; y puede tomar algún tiempo mientras usted demuestra su compromiso de obediencia antes que usted oiga al Señor otra vez. De la Palabra del Señor en el interior: "Cuando la luz te muestre algo que debes hacer, cada acto de desobediencia debe ser quitado con un acto de obediencia."

¡Note! El castigo de Dios es descrito como: 1) una cantidad variada de golpes, basado en lo que usted sabía que debía hacer pero no hizo, y 2) una pena impuesta en proporción a la ofensa cometida; y para un propósito — limpiar el corazón y las partes internas del hombre: Las marcas de los azotes purifican del mal, y los golpes purifican al corazón. Prov 20:30. La creencia popular de la tortura eterna para toda la gente "no es salva" es un mito, y asume que Dios es un monstruo. La simple lógica nos dice que aquel que es amor no torturaría a la gente para siempre; que cualquier castigo que hubiera, sería instructivo, y cuyo propósito es crear una disciplina que no necesita más corrección. Para más información acerca de este tema, visite la página web Hay Esperanza para Todos.

Dios nos permite pecar en la tierra todo lo que queramos; nosotros llenamos nuestra copa con nuestros pecados, pero entonces tenemos que beber esa copa hasta que estamos asqueamos de todo pecado y mal. En la cruz interna de la negación propia podemos beber esa copa en la tierra con el amoroso estímulo del Espíritu de Gracia, enseñándonos qué negar y cómo vivir una vida piadosa, terminando en la recompensa del reino y la unión con Dios; o podemos beber la copa en el infierno, donde hay poco amor, arrepentimiento forzado (en efecto), sin tiempo de espera, y mucho menos recompensa por el dolor, el tiempo y el esfuerzo por aprender.

6 ¿Pensáis que he venido a dar paz en la tierra? ¡Os digo que no, sino a causar división! Porque de aquí en adelante cinco en una casa estarán divididos: tres contra dos y dos contra tres. El padre estará dividido contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra. Cuando usted busca verdaderamente a Dios, negando sus actividades impías anteriores en el mundo, la base de sus amistades disminuirá. A medida que usted niegue el lenguaje profano, la parranda, la bebida, la borrachera, etc., sus amigos y familiares estarán incómodos y comenzarán a atacar su compromiso con la piedad. Su familia se acostumbrará a atacarlo; ellos serán sus enemigos y serán la espada de la cual habló Jesús. Pero la espada que le permite ser atacado es dada para enseñarle a tener paciencia, perdonar, tener misericordia, amor, y vivir por fe.

Cuando usted está comprometido a seguir al Señor, oyéndole a medida que usted le espera, todo lo que le sucede es permitido por el Señor para llevarle a la perfección. Él permitirá que aquellos que están alrededor de usted le abusen para enseñarle a dejar su enojo, resentimiento, y esperar venganza; y para que más bien los perdone, así como Él perdonó a aquellos que lo golpearon y lo crucificaron. Debemos sufrir con Él para reinar con Él. 2 Tim 2:11-12. Tenemos que confiar que todo es de parte de Él, y esta confianza es fe; ellos vivirán por fe, Hab 2:4.

De la Palabra del Señor en el interior: "vive en la fortaleza de la fe donde no importa si alguien te da un beso o te pega un bate de beisbol," sabiendo que todo lo que le pasa a una persona que está buscando verdaderamente, está completamente bajo su control y su dirección.* Así que si alguien me pega con un bate de béisbol, Dios espera que yo practique el perdón: a ignorar lo que pasó a pesar del sufrimiento y de la maldad de la persona que tiene el bate. Su vida es una carrera de obstáculos, diseñada por Dios, para que usted pase por arriba y a través de ellos, aprendiendo a perdonar y a amar a pesar del dolor y la injusticia. Esta vida es un campamento de entrenamiento que produce un soldado de amor, cuya arma es la espada del Espíritu, la palabra viviente de Dios. Cuando usted se da cuenta de que es Dios quien ha permitido, (permitido pero no motivado), que la persona sea grosera, desagradable, e hiriente con usted, usted puede personar a esas personas fácilmente porque ellos sólo son un obstáculo de resentimiento potencial, cuya ofensa debe ser pasada por alto (o si no es pasada por alto, para producir el dolor del resentimiento), siendo así usado por Dios para ayudarle en su progreso espiritual.

De la Palabra del Señor en el interior: "Si las personas quieren hacer una mala decisión, es prerrogativa de ellos."
Por lo tanto, no crea que Dios ha hecho que alguien a su alrededor haga algo malo que le afecte a usted.
Él protege su vida para que usted pueda ser completado, pero Él no impide que los que están a su alrededor hagan el mal.

7 Te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo. El último centavo es una figura retórica que representa una penalidad. ¡Note! El hombre sale del infierno. Su tiempo en el infierno se cumple cuando ha pagado hasta el último centavo de su deuda de pecado cometido en su vida terrenal. Esto muestra que no hay un tiempo infinito en el infierno para el hombre. Como también lo muestra Apocalipsis: los cobardes, los incrédulos y los que no tienen fe, para los abominables y homicidas, para los inmoralidad sexual y los practicantes de artes mágicas, para los idólatras y todos los mentirosos, tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda. Apoc 21:8. La parte de cada hombre depende de lo que él hizo en su vida terrenal. En el Infierno todas las críticas a cualquier persona o acciones que causan dolor a alguien se repiten con usted sintiendo el dolor emocional y / o físico que usted hizo que esos sentir, (luego estas aliviado, por lo que el dolor no es permanente). De esta manera aprendes a odiar los errores que cometiste cuando estabas en la tierra, resolviendo no volver a repetir esos comportamientos nunca más; y a medida que aprendes a odiar el mal, te siente atraído por la bondad, atraída por Dios. Por tanto, aprendemos de nuestros errores.

_______________________________________

Capítulo Anterior | Próximo Capítulo