Lucas 21:36 Mostrar el Capítulo y las notas   36 Velad, pues, en todo tiempo, orando que seáis contados como dignos de escapar todas estas cosas que han de suceder, y para estar en pie delante del Hijo del Hombre. | Hechos 7:33 Mostrar el Capítulo y las notas   33 Le dijo el Seńor: "Quita las sandalias de tus pies, porque el lugar donde estás es tierra santa. | 1 Juan 3:2-3 Mostrar el Capítulo y las notas   2 Amados, ahora vamos a ser hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que seremos. Pero sabemos que cuando él sea revelado, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. [Un hijo de Dios es como Jesús, quien es santo, inocente, puro, separado de los pecadores, y sin pecado en Él; y cuando lo veamos a Él, seremos como Él. Jesús aparece en los corazones de los creyentes purificados. Jesús es visto. Jesús es revelado. Aquel que ha estado escondido es revelado, Cristo en ustedes, la esperanza de gloria. De la Palabra del Seńor en el interior: "Tú eres un hijo cuando Jesús aparece en tu corazón para guiarte." Usted sea como Él: santo, inocente, puro, sin ningún pecado.] 3 Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, como él [Jesús] también es puro.2 [De la Palabra del Señor en el interior: "Debemos llegar a ser como Él para unirnos a Él". żCuál esperanza? La esperanza de ver a Jesús venir a su corazón, es la esperanza que lo salva y lo purifica. Usted debe tener la esperanza de que el poder de Dios será liberado en usted para que pueda ser purificado. Porque esto lo sabéis muy bien: que ninguna persona sexualmente inmoral, ni impura, ni codiciosa, quien es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. Efe 5:5. Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Mat 5:8. — Cristo en vosotros, la esperanza de gloria.] | Efesios 6:11-15 Mostrar el Capítulo y las notas   11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis hacer frente a las intrigas del diablo; 12 porque nuestra lucha no es contra sangre ni carne, sino contra principados, contra autoridades, contra los gobernantes de estas tinieblas, contra espíritus de maldad en los lugares celestiales. 13 Por esta causa, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y después de haberlo logrado todo, quedar firmes. 14 Permaneced, pues, firmes, ceńidos con el cinturón de la verdad, vestidos con la coraza de justicia 15 y calzados vuestros pies con la preparación para proclamar el evangelio de paz. |