Lucas 3 Capítulo Anterior | Próximo Capítulo 1 En el año quince del gobierno de Tiberio César, siendo Poncio Pilato procurador de Judea, Herodes tetrarca de Galilea, su hermano Felipe tetrarca de las regiones de Iturea y de Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia; 2 en tiempo de los sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan hijo de Zacarías, en el desierto. [El cristianismo enseña que la Biblia es la palabra de Dios. En esos tiempos no habían Biblias. Las escrituras estaban en rollos: eran escritas a mano, costosas, escasas y guardadas en sinagogas. Las escrituras no vinieron a Juan el Bautista en el desierto, sino la voz del Espíritu de Dios, el Espíritu de Jesús, quien es la Palabra de Dios, vino a Juan; y Jesús todavía habla hoy en día, porque Él es el mismo ayer, hoy y para siempre. Heb 13:8. Haga clic para ver las 105 escrituras que afirman que la Palabra de Dios "vino, diciendo".] 3 Entonces él anduvo por toda la región alrededor del Jordán, predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón [liberación de la esclavitud] de pecados,1 ["Porque así ha dicho el Señor Jehovah, el Santo de Israel: 'En arrepentimiento ay en reposo seréis salvos; en la quietud y en la confianza estará vuestra fortaleza.'" Isaías 30:15. Arrepentimiento: volverse de sus malos caminos. Quietud: Estad quietos y reconoced que yo soy Dios. Salmos 46:10. Salvado: ver a Cristo traer su salvación. — Espere al Señor en silencio, descanse de todas las actividades mundanas que no son esenciales, y tenga la confianza de que el Señor quitará los pecados que él le muestre, cuando usted se arrepiente; así serán salvos. No hay otro camino.] 4 como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías, que dice: Voz del que proclama en el desierto: "Preparad el camino del Señor; enderezad sus sendas. [Los corazones malvados de todos los hombres deben estar preparados para que el Señor more en su interior, porque en el corazón malvado se encuentran los malos pensamientos, adulterios, fornicaciones, homicidios, robos, codicia, maldad, falsos testimonios, engaño, falta de restricción, envidia, blasfemia, orgullo y la insensatez, Marcos 7:21-23, Mat 15:18-19; así los hombres lleguen a tener frutos dignos de arrepentimiento, así que sus montañas de pecado y mundanalidad puede ser aplastada y sus valles pueden ser llenados para que pueda haber un camino liso y recto para el Señor en ellos. A menos que el corazón del hombre haya sido limpiado y purificado, el Señor y su Padre no vienen con el reino para morar y guiar al hombre a través de la vida. Jesús es "santo, inocente, puro, apartado de los pecadores". Heb 7:26. De la Palabra del Señor en el interior: "Véanme a mí— como el pecado no tiene lugar en mí". Consulte la nota al pie 2 a continuación para obtener más detalles sobre Preparar el camino del Señor.] 6 y toda carne verá la salvación de Dios."2 7 Juan, pues, decía a las multitudes que salían para ser bautizadas por él: --¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? [Todos son víboras, hasta que su espíritu egoísta y Satánico ha sido destruido por el Señor por medio de la ayuda del Espíritu que hace morir las acciones egoístas, concupiscentes, codiciosas y airadas del cuerpo.] 8 Producid, pues, fruto digno de arrepentimiento y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: "A Abraham tenemos por padre." Porque os digo que aun de estas piedras Dios puede levantar hijos a Abraham. [Juan está diciendo que antes que ustedes puedan buscar exitosamente el Reino de Dios, ustedes deben mostrar un estilo de vida cambiado, como se pone en evidencia por sus acciones; entonces Dios les enseñará qué más negar y cómo vivir una vida piadosa hasta que ustedes lleguen a ser puros y redimidos de todo pecado.] 9 También el hacha ya está puesta a la raíz de los árboles. Por lo tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego.3 [El árbol es una metáfora del hombre; el fruto es la metáfora del fruto del Espíritu de Dios: amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fe, benignidad (o mansedumbre, o humildad ), y dominio propio. A menos que el hombre haya sido limpiado, purificado, y restaurado a la imagen de Dios, es un árbol que produce fruto malo: lujuria, enojo, envidia, inmoralidad sexual, borrachera, fiestas, necedad, mentiras, robos, deshonestidad, etc. Los árboles que no producen buen fruto son cortados y echados al fuego.] 10 Las multitudes le preguntaban diciendo: --Pues, ¿qué haremos? 11 Respondiendo les decía: --El que tiene dos túnicas dé al que no tiene, y el que tiene comida haga lo mismo. [Comparta de su exceso con cualquiera a carezca de las necesidades básicas de la vida.] 12 También fueron unos publicanos para ser bautizados y le preguntaron: --Maestro, ¿qué haremos? 13 Él les decía: --No cobréis más de lo que os está ordenado. 14 También unos soldados le preguntaban diciendo: --Y nosotros, ¿qué haremos? Él les dijo: --No hagáis extorsión ni denunciéis falsamente a nadie, y contentaos con vuestros salarios.4 [No oprima a nadie; no mienta; no quiera más cosas; no se queje.] 15 Como el pueblo estaba a la expectativa, y todos especulaban en sus corazones si acaso Juan sería el Cristo, 16 Juan respondió a todos, diciendo: --Yo, a la verdad, os bautizo en agua. Pero viene el que es más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado. Él os bautizará en el Espíritu Santo y fuego. [Este es el bautismo de la muerte, para luego ser resucitado con Cristo como una nueva criatura con un nuevo corazón, mente y espíritu. De la Palabra del Señor en el interior: ""Dios pisotea y descarta todo lo que es profano; hay una muerte. Uno realmente muere para entrar al campamento. Usted es resucitado a una nueva vida, no sólo una imitación; Él es uno con nosotros y está siempre presente".] 17 Su aventador está en su mano para limpiar su era y juntar el trigo en su granero, pero quemará la paja en el fuego que nunca se apagará.5 [El Señor separa el trigo de la paja, lo precioso de lo vil. El trigo es las palabras de vida que él le ha hablado, y estas palabras son implantadas en su corazón para formar a Cristo en el interior; la paja es su naturaleza egoísta y pecaminosa de sus deseos, afectos, y orgullo, la cual después de la separación es quemada hasta el olvido por el fuego devorador y las llamas eternas de Jesús, la palabra pura de la vida, la cual es fuego. De la Palabra del Señor en el interior: "Dios pisotea y descarta todo lo que es profano; hay una muerte". Este bautismo de muerte es el paso final antes de la traslación hacia el reino de Dios, para estar allí mientras estamos en la tierra y después para siempre.] 18 Así que, exhortando con estas y otras muchas cosas, anunciaba las buenas nuevas al pueblo. 19 Pero el tetrarca Herodes, cuando fue reprendido por Juan respecto de Herodía, la mujer de su hermano, y de todas las maldades que Herodes había hecho, 20 añadió a todo también esto: Encerró a Juan en la cárcel. 21 Aconteció que, en el tiempo en que todo el pueblo era bautizado, también Jesús fue bautizado. Y mientras oraba, el cielo fue abierto, 22 y el Espíritu Santo descendió sobre él en forma corporal, como paloma. Luego vino una voz del cielo: "Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia." 23 Al comenzar su ministerio, Jesús tenía como treinta años. Él era (según se creía) hijo de José, 24 hijo de Elí,6 hijo de Matat, hijo de Leví, hijo de Melqui, hijo de Jana, hijo de José, 25 hijo de Matatías, hijo de Amós, hijo de Nahúm, hijo de Esli, 26 hijo de Nagai, hijo de Maat, hijo de Matatías, hijo de Semei, hijo de José, hijo de Judá, 27 hijo de Joanán, hijo de Resa, hijo de Zorobabel, hijo de Salatiel, 28 hijo de Neri, hijo de Melqui, hijo de Adi, hijo de Cosam, hijo de Elmodam, hijo de Er, 29 hijo de Josué, hijo de Eliezer, hijo de Jorim, hijo de Matat, 30 hijo de Leví, hijo de Simeón, hijo de Judá, hijo de José, hijo de Jonán, hijo de Eliaquim, 31 hijo de Melea, hijo de Mainán, hijo de Matata, hijo de Natán, 32 hijo de David, hijo de Isaí, hijo de Obed, hijo de Boaz, hijo de Salá, hijo de Najsón, 33 hijo de Aminadab, hijo de Admín, hijo de Arní, hijo de Hesrón, hijo de Fares, hijo de Judá, 34 hijo de Jacob, hijo de Isaac, hijo de Abraham, hijo de Taré, 35 hijo de Nacor, hijo de Serug, hijo de Ragau, hijo de Peleg, hijo de Heber, hijo de Sélaj, 36 hijo de Cainán, hijo de Arfaxad, hijo de Sem, hijo de Noé, 37 hijo de Lamec, hijo de Matusalén, hijo de Enoc, hijo de Jared, hijo de Mahalaleel, hijo de Cainán, 38 hijo de Enós, hijo de Set, hijo de Adán, hijo de Dios. 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1 él anduvo por toda la región alrededor del Jordán, predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón [liberación de la esclavitud] de pecados. Juan siguió las tradiciones judías de purificación (de pecados y errores pasados) al lavar con agua; las siguientes son algunas:
El ministerio y el bautismo de Juan eran sólo para los judíos, siguiendo la tradición de los lavamientos, ellos lavaban los pecados del pasado, siempre y cuando mostraran los frutos del arrepentimiento - un estilo de vida diferente, comenzando con el arrepentimiento: compartir de sus excesos con aquellos que carecían las necesidades básicas de la vida, sin tomar ventaja de nadie, ni defraudando a nadie, ni oprimiendo a nadie, ni mintiendo, ni queriendo tener más cosas, ni quejándose. Pero el bautismo de Juan era sólo para preparar a la gente para recibir el ministerio de Cristo; y en ninguna manera excusaba sus pecados futuros, ni los excusaba de la necesidad de convertirse en discípulos verdaderos que finalmente producen el fruto del Espíritu. Durante el comienzo de la iglesia primitiva, ellos (Pedro en particular) mantuvieron la circuncisión Judía, las leyes dietéticas, y el bautismo judío con agua de Juan. Pedro incluso aplicó algunas de estas prácticas con los gentiles, hasta que el Espíritu Santo lo corrigió acerca de la comida, Pablo lo corrigió aún más acerca de la comida, y el concilio de los apóstoles emitió pautas diferentes para los gentiles. Tanto Cristo como Juan el Bautista hablaron de un mejor bautismo, este bautismo después fue eliminado de la práctica cristiana y los creyentes mantuvieron una fe, un Señor, y un bautismo, el bautismo de Jesús en fuego y en el Espíritu Santo. Claramente, así como no hay múltiples señores, no hay múltiples bautismos.
Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como habéis sido llamados a una sola esperanza de vuestro llamamiento.
Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo. Efe 4:4-5
Después que el ministerio de Juan terminó, y el Cristianismo fue extendido a los gentiles, Pablo nos ha dicho que hay sólo un bautismo. De modo que, ¿cuál es el único bautismo, el lavado judío de Juan, o el bautismo por agua de Jesús? Claramente el único bautismo es el bautismo de Jesús con el Espíritu Santo y fuego que quema todo el pecado dentro del corazón del hombre. Tanto Jesús como Juan nos dijeron que el bautismo de Jesús fue el bautismo preferido:
Juan dijo: Yo, a la verdad, os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene después de mí, cuyo calzado no soy digno de llevar, es más poderoso que yo. Él os bautizará en el Espíritu Santo y fuego. Mat 3:11
Jesús dijo: porque Juan, a la verdad, bautizó en agua, pero vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo después de no muchos días. Hechos 1:5
El original griego para la expresión liberación de la esclavitud del pecado se puede traducir como liberación de esclavitud, perdón o remisión del pecado. Liberación de la esclavitud del pecado es mucho más exacto, y describe perfectamente la purificación que es necesaria para evitar ser excluidos del cielo. La limpieza de la palabra, la limpieza en la Luz, ambos se alcanzan al esperar al Señor, escuchar, oír, velar, y obedecer - una limpieza es una liberación de la esclavitud del pecado. Pero las pobres almas, quienes estaban tratando de traducir la Biblia, no habían experimentado la liberación de la esclavitud del pecado dentro de sí mismos, y por lo tanto obviamente escogieron enfatizar el perdón en vez. Sin embargo la liberación del cautiverio, de la prisión, de la opresión, es lo que Cristo dijo que había venido a hacer:
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar el evangelio a los pobres [en Espíritu]; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón [que lloran por causa de su esclavitud al pecado], a proclamar libertad a los cautivos [del pecado] y restablecimiento de la vista a los ciegos [espirituales], para liberar aquellos que están oprimidos [por su esclavitud al pecado], Lucas 4:18-19
El Espíritu del Señor Jehovah está sobre mí, porque me ha ungido Jehovah. Me ha enviado para anunciar buenas nuevas a los pobres, para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los cautivos y a los prisioneros [en esclavitud del pecado] apertura de la cárcel, Isa 61:1-2
y la razón por la cual Pablo dijo que Jesús lo había enviado a gentiles:
Claramente, el perdón no es liberación, recuperación, sanidad, el abrir la prisión, ser liberado, alejado del poder de Satanás, mientras que liberación de la esclavitud del pecado describe todo esto con exactitud.
El hombre no puede preparar su propio corazón; debe ser preparado por el el poder de la gracia de Dios que produce cambio, y obtenemos acceso a este poder al ir a él. Usted debe esperarle a él - esperar en silencio, con la humildad de un pecador que tiene la necesidad de su poder que produce cambio - la gracia. Usted debe esperar, escuchar en silencio, oír, y obedecer, para así recibir con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. Santiago 1:21. Por lo tanto esperar, velar, escuchar, oír, obedecer... esperar, velar, escuchar, oír, obedecer..... buscar, escuchar, obedecer. Haga esto repetidamente, siga sus mandatos, y las palabra que usted le oye a él hablar que le impartirán la vida de Dios a usted, a medida que él quita los pecados de su corazón, uno por uno. Negarse a sí mismo es negar su propia voluntad y hacer la voluntad de Dios; seguir es obedecer los mandamientos que usted le oye a él hablar: esto es negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguir a Jesús — la cruz interna de la negación propia, que hace morir su espíritu egoísta, para que sea reemplazado por el Espíritu de Cristo.
2 "Preparad el camino del Señor; enderezad sus sendas. Todo valle será rellenado, y toda montaña y colina serán rebajadas. Los senderos torcidos serán enderezados; y los caminos ásperos, allanados; y toda carne verá la salvación de Dios." ¿Qué camino para el Señor se supone que usted debe preparar? El camino hacia su corazón para que él more como el Señor de sus pensamientos, palabras, y acciones — un verdadero rey que gobierna sobre todos los aspectos de su vida. Piénselo - enderezar las sendas del Señor es limpiar su corazón y su cuerpo para que el Señor pueda morar y caminar en usted, porque él quiere que usted sea el templo del Dios viviente.
Esta es una preparación individual del hombre, el prerequisito de la salvación.
En su Diario, Jorge Fox escribió de ver dentro de si mismo las montañas ardiendo, los caminos enderezados, etc:
"También vi las montañas ardiendo, y los escombros, y las sendas y los lugares escabrosos y torcidos hacerse parejos y planos, para que el Señor pueda venir a su tabernáculo. Estas cosas se encuentran en el corazón del hombre; pero hablar de estas cosas que son internas parece extraño a los que son toscos, torcidos y a los montañosos.* Aún así el Señor dijo, 'ah tierra, ¡escucha la palabra del Señor!'"
*los toscos, torcidos y montañosos son aquellos que no han experimentado el poder purificador del Señor, y esta purificación es experimentada cuando usted se sienta, espera, vela, escucha, oye, y obedece persistentemente lo que el Señor le manda a hacer.
Jorge Fox también escribió lo siguiente en su Diario con respecto a las profecías de Juan el Bautista:
También vi como la gente leía las escrituras sin un sentido correcto de ellos mismos y sin aplicarlas apropiadamente a sus propias vidas. Porque cuando leían que la muerte reinó desde Adán a Moisés; que la ley y los profetas fueron hasta Juan; y que el más pequeño en el reino es más grande que Juan; ellos leían estas cosas como si no se aplicaran a ellos mismos, sino las aplicaban a otros (y las cosas de otros eran ciertas), pero no se volvieron hacia su interior para encontrar la verdad de estas cosas en sí mismos. A medida que estas cosas me fueron reveladas, vi que la muerte reinaba en ellos desde Adán hasta Moisés; desde la entrada de la transgresión, hasta que llegaron al Ministerio de la Condenación, el cual restringe a las personas del pecado que lleva a la muerte....Vi que nadie podía leer las palabras de Juan correctamente y con un entendimiento verdadero de ellas, sino por medio y en el mismo espíritu divino por el cual Juan las habló; y por medio de su luz ardiente y brillante que es enviada por Dios. Porque por medio del espíritu sus naturalezas torcidas se pueden enderezar, sus naturalezas ásperas pueden ser hechas suaves, y el hombre avaro y violento en ellos puede ser echado fuera; y aquellos que habían sido hipócritas pueden llegar a tener frutos dignos de arrepentimiento, sus montaña de pecado y mundanalidad puede ser aplastada, y sus valles pueden ser llenados para que pueda haber un camino recto y liso para el Señor en ellos; y entonces el más pequeño en el reino es más grande que Juan. Pero primero todos tienen que conocer la voz que clama en el desierto en sus corazones, que por medio de la transgresión se ha convertido en un desierto.
Jorge Fox también tiene un documento detallado que describe el espejo de la tierra en el corazón de cada hombre (vea Una Palabra del Señor, a todo el mundo).
El hombre no puede preparar su propio corazón; debe ser preparado por el el poder de la gracia de Dios que produce cambio, y obtenemos acceso a este poder al ir a él. Usted debe esperarle a él - esperar en silencio, con la humildad de un pecador que tiene la necesidad de su poder que produce cambio - la gracia. Usted debe esperar, escuchar en silencio, oír, y obedecer, para así recibir con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. Santiago 1:21. Por lo tanto esperar, velar, escuchar, oír, obedecer... esperar, velar, escuchar, oír, obedecer..... buscar, escuchar, obedecer. Haga esto repetidamente, siga sus mandatos, y las palabra que usted le oye a él hablar que le impartirán la vida de Dios a usted, a medida que él quita los pecados de su corazón, uno por uno. Negarse a sí mismo es negar su propia voluntad y hacer la voluntad de Dios; seguir es obedecer los mandatos de arrepentirse que usted le oye a Él hablar: esto es negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguir a Jesús — la cruz interna de la negación propia, que hace morir tu espíritu egoísta, para que sea reemplazado por el Espíritu de Cristo.
Y toda carne verá la salvación de Dios. ¡Note! Esto se hará por toda la carne, en esta vida por medio de la cruz interna de la negación propia, o en la próxima vida con la porción del hombre en el lago de fuego; y entonces toda carne verá la salvación de Dios porque la salvación es ser liberado del pecado.
3 También el hacha ya está puesta a la raíz de los árboles. Por lo tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego.
Jesús está usando un árbol y sus frutos a ser una metáfora de un hombre y sus comportamientos.
Todos los hombres comienzan con poseer sólo malos frutos, frutos de la carne, que son: inmoralidad sexual (incluyendo la fornicación y el adulterio), impureza, lujuria, idolatría (incluyendo la codicia), hechicería, odio, discutiendo, celos, ira, ambición, divisiones, facciones (incluyendo hacer sectas), envidia, borrachera, fiestas (con fuertes cantos, bailes, y bebidas alcohólicas) y cosas semejantes a éstas. Marcos 7:21-23, Efe 5:3-6,2:3, 1 Cor 6:9-10,15:50, Gál 5:19-21.
Usted debe escuchar persistentemente la voz de Dios y luego obedecer lo que Él os diga con el fin poseer buenos frutos, los frutos del Espíritu, que sin : amor, gozo, paz (quietud y confianza segura para siempre), paciencia (incluyendo longanimidad, constancia y perseverancia), amabilidad (incluyendo moralidad e integridad), bondad, fe, benignidad (incluyendo mansedumbre y humildad), y dominio propio (dominio de los apetitos sensuales, pasiones y deseos). Gál 5:22-23.Yo soy la vid, vosotros las ramas. El que permanece en mí y yo en él, éste lleva mucho fruto. Pero separados de mí, nada podéis hacer.
Si alguien no permanece en mí, es echado fuera como rama, y se seca. Y las recogen y las echan en el fuego, y son quemadas.
En esto es glorificado mi Padre: en que llevéis mucho fruto y seáis mis discípulos [verdaderos seguidores]. Juan 15:5-6,8
Una vez más, el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz (quietud y confianza segura para siempre), paciencia (incluyendo longanimidad, constancia y perseverancia), amabilidad (incluyendo moralidad e integridad), bondad, fe, benignidad (incluyendo mansedumbre y humildad), y dominio propio (dominio de los apetitos sensuales, pasiones y deseos). Gál 5:22-23.
Por lo tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego.
Si usted no produce el fruto del Espíritu, usted está excluido del cielo y enviado a tomar su parte en el lago de fuego.
O haced bueno el árbol y bueno su fruto, o haced malo el árbol y malo su fruto; porque el árbol es conocido por su fruto. Mateo 12:33
De la Palabra del Señor en el interior: "Un árbol que es santo es bueno."
Usted debe ser santos como Él es santo:
así como aquel que os ha llamado es santo, también sed santos vosotros en todo aspecto de vuestra manera de vivir. 1 Pedro 1:15
Porque ésta es la voluntad de Dios: que vosotros lleguéis a ser santos [santificados], para que os abstengáis de inmoralidad sexual;
que cada uno de vosotros sepa controlar su propio cuerpo en santificación y honor,
no con bajas pasiones, como los gentiles que no conocen a Dios;
Porque Dios no nos ha llamado a la impureza, sino a la santificación. 1 Tesalonicenses 4:3-5,7
Procurad la paz con todos, y la santidad [consagración, santificación] sin la cual nadie verá al Señor. Hebreos 12:14
4 Poniendo las instrucciones de Juan en el sentido general, aquí está el comienzo del arrepentimiento para todos los hombres comenzando con la la búsqueda de Dios, que es el propósito más importante de la vida.
Arrepiéntanse: piensen de manera diferente; cambien sus pensamientos, lamentando sus pecados y cambiando su conducta. Mat 3:2
Compartan de su exceso con aquellos que están sin las necesidades de la vida.
Sean honestos en todos trámites, sin exagerar ni aprovecharse de nadie.
No opriman a la gente ni atemoricen a nadie, no mientan, no deseen más cosas, no se quejen. Lucas 3:10-14.
También tenga en cuenta que la versión en inglés de King James (KJV) dice: "No hagáis violencia a ningún hombre". Pero casi todas las versiones en español y otras versiones en inglés contradicen a la versión King James al decir: "No hagáis extorsión a nadie".
Por lo tanto la versión de King James en inglés está equivocada. Desafortunadamente Robert Barclay, uno de los primeros escritores cuáqueros, quien admitió no haber llegado a la perfección, escogió defender el derecho de los cuáqueros a rehusar llevar armas, basado en "no hagáis violencia a nadie." Esto después llegó a ser la base para que las generaciones siguientes de los cuáqueros le dijeran a otros incorrectamente que todos las fuerzas armadas estaban mal. Sin embargo recuerde que los soldados romanos en Israel eran los que guardaban la paz, eran como la policía. Por lo tanto, Juan el Bautista les estaba diciendo que llevaran a cabo sus deberes, sin oprimir a nadie. Ellos se desempeñaron como el magistrado, quien lleva la espada en contra del maligno, para el beneficio de aquellos que estaban comprometidos a hacer el bien. Ellos previenen el comportamiento criminal. Claramente él no consideró que era inmoral servir como un soldado; si él hubiera pensado eso, les habría dicho de manera directa que cambiaran de trabajo. Él definitivamente no tenía ningún problema al dirigirse a los fariseos: Pero cuando él vio que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: "¡GENERACIÓN DE VÍBORAS! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera"? Mat 3:7. Jesús tampoco criticó a un centurión romano, (un comandante del ejército romano de 100 soldados), quién le pidió a Jesús que sanara a uno de sus queridos sirvientes; de hecho, Jesús dijo acerca del centurión romano: "¡Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe"! Lucas 7: 2-9. Para obtener más información sobre la verdadera posición de los ejércitos de los primeros cuáqueros, consulte La protección de los inocentes o pacifismo de Isaac Penington y Sometiéndose al gobierno.
5 Yo, a la verdad, os bautizo en agua. Pero viene el que es más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado. Él os bautizará en el Espíritu Santo y fuego. Su aventador está en su mano para limpiar su era y juntar el trigo en su granero, pero quemará la paja en el fuego que nunca se apagará. El Señor separa el trigo de la paja, lo precioso de lo vil. El trigo es las palabras de vida que él le ha hablado, y estas palabras son implantadas en su corazón para formar a Cristo en el interior; la paja es su naturaleza egoísta y pecaminosa de sus deseos, afectos, y orgullo, la cual después de la separación es quemada hasta el olvido por el fuego devorador y las llamas eternas de Jesús, la palabra pura de la vida, la cual es fuego. Este el el bautismo de la muerte, para luego ser resucitado con Cristo como una nueva criatura. Los 120 discípulos de Jesús fueron bautizados con lenguas de fuego en Jerusalén durante el Pentecostés. Hechos 2:3. El bautismo del Espíritu Santo es el bautismo de fuego, el bautismo de la muerte:
De la Palabra del Señor en el interior: "Dios pisotea y descarta todo lo que es profano; hay una muerte. Uno realmente muere para entrar al campamento. Usted es resucitado a una nueva vida, no sólo una imitación; Él es uno con nosotros y está siempre presente. Estos no son caminos de gloria en los que se viaja ligeramente". Esta muerte no es una figura retórica.
Entonces Jesús crea un individuo limpio, purificado, y después capaz de unirse con Dios, para compartir la naturaleza divina de Dios. A menos que el hombre obtenga la gracia de Dios purificadora y milagrosa para limpiar su corazón, no puede estar en la presencia o agradar a Dios. Este bautismo ocurre después que el hombre ha crucificado su naturaleza egoísta y pecaminosa en la cruz interna de la negación propia. Este bautismo por fuego, el bautismo de la muerte de la naturaleza egoísta, es el único bautismo que se necesita: un solo Señor, una fe, un bautismo. Efe 4:5. Debido a que odiamos nuestra vida, no tenemos temor de perder nuestra vida; porque cuando perdemos nuestra vida, salvamos nuestra vida, la nueva vida, la vida eterna de Dios.
Amable lector, no piense que este bautismo de muerte es extraño porque: 1) el Señor nos dijo varias veces que debemos perder nuestra vida para salvar nuestra vida; 2) el bautismo de la muerte y subsiguiente entierro están declarados en las escrituras, y 3) somos llamados a presentar nuestros cuerpos como un sacrificio vivo, santo y aceptable a Dios, lo cual es nuestro servicio espiritual y adoración, Rom 12:1.
Este es el fin de su yo carnal, a medida que Cristo viene y destruye este espíritu restante de Satanás en su interior por medio del brillo de su venida, con las palabras de su boca, al aplastar la cabeza de Satanás bajo los pies de usted. El juicio final. El verdadero bautismo del Espíritu Santo: en la muerte de Cristo. Compartir su muerte. Jesús entonces es resucitado en usted para ser su verdadero Señor. 2 Cor4:14, Col2:11-12,3:1, Efe 2:6; quien ordena todas sus palabras y acciones, y estas acciones son obras para mostrar el amor y el poder de Dios hacia el mundo.
La caminata de la fe hacia el bautismo de la muerte, (el cual es el único bautismo verdadero), no es una caminata corta, ni es lograda al pedir u orar por ella; sólo ocurre después que usted ha hecho lo siguiente: esperado al Señor, oído sus muchas reprensiones que él le habla a usted, consistentemente obedecido sus muchos mandatos que usted le oye a él que le habla a usted, muerto diariamente en la cruz interna de la negación propia, sufrido muchas pruebas y tribulaciones, y soportado con paciencia y persistencia hasta el final.
Este bautismo por fuego es realizado por Jesús, quien viene a aquellos que han crucificado sus deseos y afectos en la cruz interna de la negación propia; la venida de Jesús para realizar el bautismo de fuego es la segunda venida del Señor y el Día del Señor para aquellos que están crucificados.
La segunda venida y el día del Señor son la misma experiencia personal, que ocurre para todos los hombres en cada generación. Para aquellos que son crucificados para morir espiritualmente en la cruz interna de la negación propia, la segunda venida ocurre a medida que el Señor aparece después de que el bautismo de fuego ha quemado todo el pecado que permanece en ellos. Su cuerpo muere en este bautismo de fuego et muerte, pero el creyente es levantado (resucitado) con Cristo y trasladados al reino de Dios. Aunque resucitados con Cristo para vivir en los cielos, ellos todavía caminan en la tierra, juntos en unión con el Señor, como nueva criatura.
*En su documento La defensa de la santa verdad y el pueblo, Isaac Penington, un primer cuáquero que vivió en el reino, explica parcialmente por qué la preparación es necesaria antes de entrar en la unión y a sentarse con Cristo en los lugares celestiales:
"Porque hay un estado de discipulado, por el cual el hombre raramente conoce un asentamiento, tanto como cuánto velar con Cristo correcta y constantemente [la primera etapa de perfección]; pero es un gran asunto el poder morar y habitar con Él [Cristo]. Nadie puede hacer esto, sino aquel que puede morar con fuego devorador y llamas eternas porque la palabra pura de vida es un fuego, y aquel que se sienta en lugares celestiales en él, debe sentarse en ese fuego [la unión: la segunda y permanente etapa de perfección]". De la Palabra del Señor en el interior: "El fuego no te hará daño".
William Dewsbury, otro del los primeros cuáqueros, quien habitó en el reino, también dejó un testimonio del terror en el Día del Señor y su bautismo de fuego:
"Yo fui inmolado bautizado, y fui como un niño pequeño bajo sus amonestaciones celestiales; tan pronto como mi alma fue llevada a esto, en mi humillación, ¡Oh! entonces, el temible juicio fue quitado, y el libro de la vida fue abierto ante mí, y el Señor me habló tranquilamente: 'con amor eterno te he amado'; y me hice cristiano por medio del día de venganza, y de un ardor como en un horno; y la arrogancia y el orgullo de hombre en mí fue derribado".
La siguiente cita es de La Necesidad de Una Vida y Conducta Santas de Esteban Crisp, quien era uno de los primeros cuáqueros y quien moraba en el reino, y este documento nos da más conocimiento de primera mano del bautismo de fuego:
"No se puede llegar a obtener este bautismo, sino por medio de sumergirse en lo que los destruye, lo que los mata. Pero hay cambio tal para salvar la vida de uno, hay tantos retorcimientos y entretejimientos de las personas para salvar sus vidas, que al fin se pierden. Pero nadie puede encontrar la vida que es eterna, sino los que están dispuestos a ser entregados a los muertos, y sometidos a este bautismo - es decir, por el Espíritu Santo y el fuego. Sólo los tales vienen a la vida; vienen a la resurrección. Para nunca se supo que alguno de ellos murió esta muerte, sino que resucitaron; porque es imposible que la muerte detenga a los que son enterrados en este bautismo,* así como fue imposible detener a Cristo, cuando estuvo en la tumba. El mismo poder que resucitó a Cristo nuestro Señor de entre los muertos, el mismo poder es que nos despierta, mientras permanecemos en estos cuerpos mortales, después de haber soportado esta muerte y crucifixión."
(* Tu resurrección es muy rápida, y tu entierro no está en este mundo físico.)
Al igual que la resurrección de Lázaro, después de que tú sometas al bautismo de la muerte, el Señor te llama por tu nombre para "ven fuera".
De la Palabra del Señor en el interior:
Del Diario de Jorge Fox:
Usted debe tener comunión con Cristo en sus sufrimientos; 1 Ped 4:12-13
si usted quiere reinar con él, debe sufrir con él; 2 Tim 2:12
si usted quiere vivir con él, debe morir con él; 2 Tim 2:11
y si usted muere con él, debe ser sepultado con él, Rom 6:4
y al ser sepultado con él en el verdadero bautismo, usted también resucitará con él. Col 2:12, Efe 2:6
6 José era hijo de Elí, pero José era claramente el hijo de Jacob, Mateo 1:16. Por lo tanto el registro de Lucas 3:23 que dice hijo de Elí debe entenderse como el yerno de Elí. Por lo tanto esta genealogía de Cristo en Lucas es en realidad la genealogía de María, mientras que Mateo registra la genealogía de José. En realidad, la palabra hijo no está en el original, de modo que es correcto decir hijo o yerno en la traducción. Las dos genealogías muestran que ambos padres eran descendientes de David—José por medio de Salomón (Mateo 1:7-15), heredando así el derecho legal al trono de David, y María por medio de Natán (Lucas 3:23-31), y así su línea lleva la semilla de David, ya que a la semilla de Salomón se le negó el trono debido al pecado de Jeconías.
Además, de acuerdo con la ley judía, el nombre de una mujer no puede ser mencionado en la genealogía. Para poder trazar la genealogía de una mujer, se usaba el nombre de su esposo, pero de manera tal que indicara que en realidad era la esposa. El hebreo y el griego permitían distinciones así de sutiles. En español, no es correcto poner el artículo "el" antes del nombre, como el Mateo, o el José. El hebreo y el griego no tienen tales restricciones. Por lo tanto, al examinar cuidadosamente el texto griego de Lucas, todos los nombres tienen "el" al frente, excepto el nombre de José. El artículo "el" indica que es la genealogía de la esposa de José, María. La ausencia del nombre de María está muy de acuerdo con las prácticas judías con respecto a las genealogías, y no era raro que el yerno fuera mencionado en la genealogía de su esposa.
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