Marcos 2:22 Mostrar el Capítulo y las notas   22 Ni nadie echa vino nuevo en odres viejos. De otra manera, el vino rompe los odres, y se pierde el vino, y también los odres. Más bien, el vino nuevo se echa en odres nuevos.3 |
3 Ni nadie echa vino nuevo en odres viejos. De otra manera, el vino rompe los odres, y se pierde el vino, y también los odres. Más bien, el vino nuevo se echa en odres nuevos. El odre es el corazón del hombre; el corazón en el cuerpo es el templo de Dios. A menos que el corazón y el cuerpo del hombre haya sido purificados del mal por medio del arrepentimiento en la cruz interna de la negación propia, el corazón no puede contener al Espíritu de Dios; el Espíritu se perdería porque los malos deseos del hombre combatirían con el Espírtu de Dios y causarían que disminuyera. Además, el hombre que no ha sido purificado primero sobre la cruz, perecería en la presencia de Dios porqe sólo le justo con dificultad se salva a medida que el Señor los arrebata del fuego por el que debe pasar cada hombre; la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios. Dios debe darnos un corazón nuevo, que puede sostener al nuevo Espíritu.
Como Jesús dijo en Lucas 5:39, Y ninguno que bebe lo añejo quiere el nuevo, porque dice: "Lo añejo es lo mejor." Si el pecador primero no ha purgado lentamente los pecados de su corazón, mientras aprende a odiar todo el mal, incluso si ese pecador fuera trasladado al cielo, no sería feliz porque no podría continuar con todas sus antiguas adicciones. El hombre debe crucificar sus pasiones y afectos en la cruz interna de la negación propia antes de que pueda disfrutar de la comunión en los cielos.
_______________________________________