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Mateo 1:1

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 1 [Este libro marca el comienzo del Nuevo Testamento, que se refiere al nuevo pacto (contrato) de Dios con el hombre, traído por Jesucristo. Este nuevo pacto que por mucho tiempo había sido prometido no era sólo con Israel, sino que fue extendido a todas las naciones de la tierra. Jesús vino y fortaleció la ley: Él cambió el "ojo por ojo," a "da la otra mejilla;" y "ama a tus enemigos," a "bendice aquellos que te maldicen, haz bien con aquellos que te odian, y ora por los que te usan y te persiguen." Él hizo el adulterio no sólo un acto, sino el pensamiento en su corazón. Él hizo el asesinato no sólo el acto, sino el enojo y odio en su corazón. Él nos dijo que no devolviéramos el daño o el insulto. Nos dijo que restringir el pecado no era suficiente, sino que estamos contaminados con lo que está en nuestro corazón; por lo tanto nuestros corazones deben ser limpiados del deseo o la inclinación a pecar.

Las buenas nuevas que Jesús anunció a todos fue la disponibilidad de la gracia de Dios que purifica el corazón y el alma para liberarnos de la esclavitud del pecado y entrar en el reino del cielo mientras estamos en la tierra y para siempre, llegando a ser una nueva criatura, en unión con Dios y Cristo. El Espíritu de Gracia tanto revela sus pecados como también después los quita, así como Jesús dijo 'arrepíentanse,' y también sanó. Estas maravillosas, pero olvidadas, promesas fueron hechas posible por el sacrificio de Jesucristo, cuyas ignoradas advertenciasenseñanzas, y promesas, fueron tratadas con desprecio por Israel en ese entonces, y por los cristianos de hoy que no aplican los mandatos y advertencias de Jesús a sí mismos — siempre piensan que las advertencias y mandatos se aplican a la gente mala, no a la gente recta y creyente como ellos. Sin ningún temor de Dios, el cristianismo ignora sus enseñanzas, sus mandatos, y sus advertencias; así ellos lo niegan como Señor y Maestro. Para crear esta cristiandad falsa, los guías cielgos del cristianismo han tomado unos pocos versículos fuera de contexto, mientras ignoran innumerables otros, incluyendo aquellos que específicamente declaran las excepciones, requisitos, y condiciones para calificar de la salvación; ellos también pasan por alto que todo hombre será juzgado por sus obras y palabras.

Para ayudarle a entender la interrelación entre la creencia, esperanza, fe, revelación, la cruz, la gracia y las obras, ellas están resumidas a continuación en progresión:

  1. Muchos han tenido una experiencia espiritual, al oir y/o ver por revelación la existencia del Dios invisible, quien entonces establece un hambre de ir a Jesús a obtener más. Si aquellos que no han tenido todavía una experiencia espiritual le hacen a Dios una promesa sincera que harán su mejor esfuerzo para buscar su voluntad para sus vidas, a ellos también se les derá un hambre de ir a Jesús a recibir más porque Dios quiere que todos los hombres sean salvos.
  2. Nosotros nos aferramos de la esperanza del verdadero evangelio: que podemos llegar a ser libres de pecado, entrar en el reino mientras estamos en la tierra, y alcanzar la unión con Dios y con Cristo. La esperanza nos motiva a entonces buscar la gracia de Dios que purifica el corazón y el alma al esperarlo a él, escucharle a él, velar por él, y obedecerle. Cuando obedecemos, hemos hecho su voluntad en la tierra como es hecha en el cielo, negando nuestra voluntad — esto es la cruz interna de la negación propia. Somos salvos por la esperanza porque sin ella, no buscaríamos fervientemente a Dios. De la Palabra del Señor en el interior: " La esperanza libera el poder de Dios para cambiarte. No hay esperanza para ninguno fuera del poder de Dios."
  3. Por fe creemos que las enseñanzas y los mandatos que oímos son verdad; por fe creemos que vienen del Hijo de Dios; por fe obedecemos los mandatos que oimos, y guardamos las enseñanzas que oimos, y lo primero es el arrepentimiento de nuestra conducta pecaminosa. La fe es el don de Dios y es oír la Palabra en su corazón para obedecer, esa es la palabra de fe que los apóstoles predicaron. Nosotros obecemos sus mandatos que oímos, los cuales son obras que entonces hacemos por nuestro amor a Dios.
  4. Es la gracia la que nos enseña, nos cambia, y entonces nos quita aún el deseo de ese pecado. Cada enseñanza, mandamiento, o exposición de los pecados secretos en nuestro corazón es una revelación. Con cada revelación nuestra fe aumenta, y nuestra esperanza aumenta, motivándonos a pasar aún más tiempo esperando los mandatos y enseñanzas de Dios. También experimentamos la liberación gradual y milagrosa de los pecados, lo cual valida nuestros esfuerzos y nos motiva a perseverar hasta el fin.
  5. Después que la gracia nos ha redimido de todo pocado y nos ha purificado, entonces vemos a Jesús que nos trae nuestra salvación y vida eterna en Dios. Por gracia somos salvos, (liberados de todo pecado); salvos por gracia a través de la fe. Habiendo sido liberados de todo pecado, Jesús llega a ser nuestro verdadero Señor, Maestro, y Rey, que suple nuestros pensamientos, nuestras palabras para que hablemos, y ordena nuestras obras para que las hagamos — para gloria suya y la del Padre. Somos transladados hacia el reino de Dios mientras estamos en la tierra, para estar allí para siempre; y entonces entramos en unión con Cristo y Dios, por debajo de Dios pero acercándonos a Él, disfrutando la comunión con ellos.
  6. Nosotros, al igual que todos los hombres, somos juzgados por nuestras obras y palabras, no por si tenemos o no una creencia en Jesús, que sólo es el comienzo, el paso número 1 ya mencionado arriba.

Todos los términos que describen el éxito cristiano: en Cristo, en el nombre, uno con Cristo, en el reino, redención, santificación, reconciliación, restauración, justicia, justificación, vida eterna, y salvación, deben ser testificados dentro de su corazón, vistos por los ojos de su corazón en la luz; ninguno se debe asumir o presumir de la lectura acerca de ellos o hablar acerca de ellos.

Al leer esta Biblia, usted verá la belleza escondida y maravillosa de las escrituras. El propósito principal de esta Biblia y de todo este sitio web es ayudarle a aferrarse de la verdadera esperanza del evangelio: llegar a estar completamente libre de pecado, para oír y ver a su amado Jesús, para entrar en el reino de Dios mientras todavía estamos en la tierra, y para llegar a estar unidos como uno con Cristo y con Dios como hijos de la luz mientras caminamos en la luz; Juan 14 y Juan 17 dan más detalles de la promesa de la unión con Dios en su reino mientras todavía estamos en la tierra. De la Palabra del Señor en el interior: "Sin nuestras promesas el alma está afligida; con ellas el alma se establece en un tributo vigilante al Señor."

"El Padre está en todos ustedes, Cristo está en ustedes, y el reino de los cielos está en ustedes; allí, en su corazón, es donde los encontrará a todos ellos. Veánlo allí escudriñando sus corazones, y encuéntrenlo allí probando nuestras mentes y corazones; inclinen sus oídos, y denle oído a él allí, quien dará a cada uno conforme a sus palabras y sus obras, sean buenas o malas," (por Jorge Fox). ESTAD QUIETOS Y RECONOCED QUE YO SOY DIOS. Salmo 46:10. De la Palabra del Señor en el interior: "Él te espera."]

1 Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham.

Romanos 1:1

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 1 Romanos es el libro más malentendido en la Biblia; es la base para la mayoría, si es que no todas, las ridículas doctrinas del cristianismo, tales como: no hay ley, no hay pecado, la gracia es instantánea, uno es justificado porque cree, uno tiene la justicia de Cristo porque cree, uno está en Cristo y por lo tanto no está sujeto a la condenación, etc. Pedro nos advirtió que las cartas de Pablo eran fácilmente malentendidas por aquellos que no han sido enseñados directamente por el Espíritu Santo. Como Pedro dijo:

Nuestro amado hermano Pablo os ha escrito, según la sabiduría que le ha sido dada. Él habla de estas cosas en todas sus epístolas, en las cuales hay algunas cosas difíciles de entender, que los indoctos e inconstantes tuercen, como lo hacen también con las otras Escrituras, para su propia destrucción. Así que vosotros, oh amados, sabiendo esto de antemano, guardaos; no sea que, siendo desviados por el engaño de los malvados, caigáis de vuestra firmeza. 2 Ped 3:15-17.

Y el error de los impíos es decirle que: 1) es imposible para usted llegar a ser libre de pecado; 2) Jesús lo hizo todo, no hay nada que usted pueda hacer; 3) la gracia cubre todos sus pecados; 4) y que usted irá al cielo cuando muera en sus pecados siempre y cuando usted crea en Jesús, (o, como dicen los católicos, siempre y cuando usted haya llevado una buena vid). A medida que usted lee este libre, encontrará muchos comentarios y notas para desacreditar todas las fábulas del cristianismo falso para justificar su lujuria, creadas por la iglesia que adulteró con los emperadores romanos para establecer las doctrinas falsas que el cristianismo (protestantes y católicos) todavía enseñan — y así se convierten en la ramera de Babilonia.

La fuente de toda la confusión es la definición de fe que justifica, hace recto, redime, santifica, y provee salvación. Hay dos clases de fe, y ambas tienen a Cristo como su objeto:

  1. estar de acuerdo con la historia en la Biblia que Jesús era el Hijo de Dios, nacido de una vírgen, resucitó de los muertos, subió al cielo, etc.; esa es fe bíblica externa,
  2. oír la Palabra de Dios, la cual está en su corazón para que usted la obedezca esta es la palabra de fe que los apóstoles predicaron. Oír y obedecer a Jesús hablarle a usted desde el interior de su corazón es fe operacional, fe interna, fe que le es dada a usted por Jesús mismo. Con obediencia persistente a los mandatos que oímos de Dios God dentro de nuestro corazón, esta fe en el interior justifica, purifica, redime, hace recto, santifica, y salva; para darle paz, gozo, y justicia en unión y comunión con Cristo y el Padre — esto es ver y escuchar a su amado, viviendo una vida santa que le agrada a Él.

Los guías ciegos del cristianismo, con aprendizaje obtenido de las universidades y los hombres, pero sin haber aprendido del Espíritu Santo, señalan los versículos de este libro y dicen que ya no hay pecado porque la ley supuestamente ha sido eliminada para cualquier persona que cree en Jesús; ellos convenientemente pasan por alto las muchas advertencias del Nuevo Testamento acerca del pecado que lo descalifica completamente para la salvación y el cielo, (haga clic aquí para ver). Ellos también pasan por alto que todo hombre será juzgado por sus obras y sus palabras, (haga clic aquí para ver). Sí, hay una diferencia entre el bien y el mal; sí, todavía hay pecado; sí, hay una ley interna de Dios sobre el corazón de cada hombre que debe ser obedecido, cuales incluye algunas de las viejas leyes morales mosaicas como: ama a tu prójimo como te amas a tí mismo, no robar, no cometer adulterio, no mentir, no codiciar, no matar, y honra a tu padre y a tu madre. Todo hombre en el mundo tiene estas leyes escritas en su corazón, y si ustedes continuan pecando, todo hombre recibirá la indignación y la ira de Dios. El cristianismo llegó a estar tan confundido con las obras de la ley y las leyes morales, (que son idénticas a la ley en el corazón de cada hombre), que eliminó todas las leyes. De la Palabra del Señor en el interior: "Ellos no quieren tener ninguna ley. La nueva ley se convirtió en injusticia."

Pablo estaba en una batalla constante con los judíos que insistían que los cristianos deben ser circuncidados, o no comer ciertos alimentos, o no trabajar en el séptimo día, o celebrar fiestas judías, o dar diezmo, — obras de la ley. Esto creó confusión, por lo tanto en sus escritos Pablo enfatiza que esas obras de la ley no cuentan para nada, que sólo la fe en Jesucristo contaba. Pero nosotros debemos ejercitar esa fe para que crezca hasta que seamos guiados por el Espíritu: debemos esperar a Dios, velar, y escuchar en silencio sus mandatos que él habla, que son Espíritu e imparten la vida de Dios a nosotros. Con nuestra obediencia a los mandatos que oímos, el Espíritu circuncida nuestro corazón para que el cuerpo de pecado sea quitado; sólo entonces la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús nos habrá hecho libres de la ley de pecado y muerte. De la Palabra del Señor en el interior: "No hay leyes cuando se está bajo el control completo del espíritu; uno camina en amor en obediencia de la manera que el Señor se lo ordena — uno no camina en la carne restringida;" pero usted sólo puede caminar como se le ordena después que ha crucificado su naturaleza pecaminosa en la cruz interna de la negación propia. A menos que su naturaleza pecaminosa haya sido crucificada para entonces recibir el fruto del Espíritu, incluyendo el don de la fe de Cristo, usted debe obedecer las leyes morales, o no tendrá éxito.

Pablo nos dice en Gál 5:18, Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. El ser guiado por el Espíritu es oír lo que la Palabra desde el interior de su corazón le manda a que haga, y después obedecer sus mandatos; cuando usted obecece al Espíritu completamente, obedeciendo al Espíritu en palabra y acción, una medida más grande de fe se les ha dado, y ustedes ya no están sujetos a la ley, la cual ha sido tu tutor para llevarte a Cristo, Gál 3:24-25. El centro moral de la ley es lo mismo que la ley en el corazón de todo hombre, Rom 2:11-16, por la cual todos los hombres serán juzgados. De la Palabra del Señor en el interior: "a menos que tu presencies el haber recibido la fe de Cristo, estás bajo la ley." Pablo confirma lo mismo, describiendo lo que es recibir el fruto del Espíritu, incluyendo después que usted ha hecho morir las obra de la carne sobre la cruz interna de la negación propia por medio de su obediencia a los mandatos que usted oye desde el interior de su corazón:

Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.

Ahora bien, las obras de la carne son evidentes. Éstas son: adulterio, inmoralidad sexual, impureza, desenfreno, envidia, homicidios, borracheras, fiestas [con fuertes cantos, bailes, y bebidas alcohólicas] y cosas semejantes a éstas, de las cuales os advierto, como ya lo hice antes, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios.

Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fe, benignidad [o mansedumbre, o humildad ], y dominio propio. Contra tales cosas no hay ley,

porque los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne [la naturaleza pecaminosa] con sus pasiones y deseos [concupiscencias y afectos]. Gál 5:18-24

Siguiendo las doctrinas de del cristianismo, usted puede haber cometido varios asesinatos, puede ser un ladrón de tiempo completo, un adúltero habitual, un violador de niños, un mentiroso crónico, engañando a su prójimo, odiando a su madre y a su padre, y todavía ser un cristiano, siempre y cuando usted crea en Jesús. ¿Es de extrañar que el cristianismo sea despreciado tanto hoy en día? La cristiandad se ha echado la ley en la espalda, llamado a lo malo bueno, llamando a lo impío justo, mientras que ignora totalmente las muchas excepciones, requisitos y condiciones para calificar para la salvación que están en la Biblia. (Haga clic en estas excepciones, requisitos y condiciones para calificar para la salvación para que las pueda leer por usted mismo; son innegables y muestran claramente que el cristianismo es una caparazón hueca de la cristiandad original de los apóstoles y la Biblia, sustituyendo rituales paganos, ceremonias, y teatro por la cruz, la pureza, el lavamiento, la justicia, y la santidad.) Christianity tells you that you will be judged on whether or not you believe in Jesus, yet the Bible clearly states at least nine times that every man is judged according to his words and works, be they good or evil.

Los errores son corregidos en los comentarios y las explicaciones de las notas, usando varias de las explicaciones detalladas acerca de vivir en el reino de los primeros cuáqueros. Lea cuidadosamente y entenderá que Pablo estaba hablando de una vida muy santa, no las vidas sin Dios de los cristianos de hoy en día — cuando Pablo nos da un desafío para toda nuestra vida: Así que, amados, ya que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda impureza de cuerpo y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios. 2 Cor 7:1. Pablo laboró día y noche para presentar a todo hombre perfecto en Cristo Jesús, Hechos 20:29-31, Col 1:28, Efe 4:13.

Todos los términos que describen el éxito cristiano: en Cristo, en el nombre, uno con Cristo, en el reino, redención, santificación, reconciliación, restauración, justicia, justificación, vida eterna, y salvación, deben ser testificadas dentro de su corazón, vista por los ojos de su corazón en la luz; ninguna de estas cosas se debe asumir o presumir por leer acerca de ellas o hablar acerca de ellas.

Ore, lea este libro cuidadosamente para entender la verdadera doctrina y la verdadera esperanza; entonces, dejando las doctrinas elementales de Cristo, sigamos adelante hasta la perfección, sin poner de nuevo el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, Heb 6:1.

 1 Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol; apartado para el evangelio de Dios,

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