⁷ Al que te pida, dale. Este mandamiento se aplica a individuos que pidan ayuda para sí mismos o para su familia. Aunque darle a organizaciones de caridad que ayudan a los pobres es algo de lo cual el Señor está a favor, este mandamiento no se aplica a solicitaciones provenientes de organizaciones. Para individuos la única excepción es cuando usted sabe que la persona que le está pidiendo está fingiendo que tiene necesidades. Por ejemplo, en la ciudad donde yo vivo hay cuidado médico gratis, habitaciones para dormir gratis, casilleros de almacenamiento gratuitos, teléfonos celulares gratuitos, y 3 a 5 comidas gratis servidas cada día; por lo tanto yo sé que si tienen un letrero que dice que tienen hambre o que necesitan dinero para comer, no están siendo sinceros. Muchos defensores de las personas mendigas sin hogar nos dicen que no le demos dinero al típico mendigo en las calles, sino más bien que le ofrezcamos una comida o que contribuyamos a las organizaciones caritativas que ayudan a las personas sin hogar en nuestra área; incluso nos dicen que darle dinero a tales personas más bien les hace daño (y también le hace daño a las personas pobres que tienen necesidades genuinas). Si un mendigo es agresivo; o si usted ve a la misma persona mendigando por varias semanas, meses, o años; o si usted los ve tirados a un lado de la calle; o si los ve celebrando; o si usted ve a un grupo de personas tomando turnos con un letrero para pedir limosna; o si tienen olor a alcohol; todas esas cosas muestran el fraude de su necesidad fingida. Sin embargo, si usted tiene dudas o se siente incómodo rehusando a darles, entonces dé; y si usted siente que alguien tiene una necesidad sincera, entonces dé liberalmente y con el gozo de ayudar a alguien que realmente necesita ayuda.

Si usted sabe por experiencia que alguien le ha estafado, no hay nada malo con rechazar sus futuros intentos de estafarle.

Si alguien ha le ha pedido dinero prestado con la promesa de volverle a pagar, y después no le paga, no hay nada malo con rechazar sus intentos adicionales.

Si alguien le explica por qué quiere dinero (ya sea prestado o su regalo de bondad) y su explicación no tiene sentido, o si no es para un propósito que usted considera moral o necesario, usted puede usar su buen juicio para decidir si accede o no.

En un país pobre que tiene pocos trabajos disponibles, es posible que los mendigos que continúan mendigando tengan una necesidad real; esa es decisión suya. Si ellos están mendigando, y hay un anuncio que dice "Se necesitan trabajadores" en las ventanas de las tiendas, a menos que estén discapacitados (lo cual algunos están), entonces ellos probablemente son estafadores. Para que los mendigos no usen su dinero para comprar alcohol y drogas, usted puede simplemente comprarles comida o algo para comer en un kiosco o tienda; o usted puede contribuir a alguna organización benéfica que trabaje con personas que viven en la calle. La organización benéfica que trabaja con personas que viven en la calle conoce todas las estafas y tienen menos posibilidades de ser engañados.

En un país que no tiene asistencia social para los ciegos, entonces, ciertamente, contribuya a sus necesidades cuando sea posible; Jorge Fox escribió que dar a los ciegos debería ser nuestra prioridad más importante.

_______________________________________