Mateo 16:18 Mostrar el Capítulo y las notas   18 Mas yo también te digo que tú eres Pedro; y sobre esta roca edificaré mi iglesia,1 y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. |
1 "Bienaventurado eres, Simón hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Mas yo también te digo que tú eres Pedro; y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. La secta romana profesa que la roca en este versículo es Pedro mismo. De La Doctrina de Jorge Fox:
"Jesús le dijo a sus discípulos: 'Pero vosotros, ¿quién decís que soy yo? Y Simón Pedro contestó y dijo: '¡Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente!’ y Jesús respondió y dijo: 'Bienaventurado eres, Simón hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Mas yo también te digo que tú eres Pedro; y sobre esta roca edificaré mi iglesia,’ (tomen nota de que él dijo esta roca, que la carne y la sangre no había revelado, él no dice sobre ti Pedro), ‘y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.’ Mat 16:13-18. Y Jesús comenzó a explicar a sus discípulos que le era preciso ir a Jerusalén y padecer mucho de parte de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día. Pedro le tomó aparte y comenzó a reprenderle diciendo: --Señor, ten compasión de ti mismo. ¡Jamás te suceda esto! Entonces él volviéndose, dijo a Pedro: --¡Quítate de delante de mí, Satanás! Me eres tropiezo, porque no piensas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.’ Mat 21-23. Ahora ustedes pueden ver aquí claramente que Cristo no edifica su iglesia sobre Pedro, como un hombre de carne y sangre, o aquello que la carne y la sangre revelan, sino sobre esa roca que la carne y la sangre no le había revelado a Pedro, sino el Padre que está en los cielos. De modo que yo digo otra vez, está claro que Cristo no edifica a su iglesia sobre Pedro y su nombre externo, como un hombre de carne y sangre, ni sobre aquello que la carne y la sangre pueden revelar, o que reveló a Pedro; sino que él edifica su iglesia sobre esa roca que el Padre que está en los cielos le había revelado a Pedro, la cual era: ‘¡Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente!’ Esta es la roca y el fundamento sobre la cual está edificada la iglesia verdadera, Cristo que hiere la cabeza de la serpiente, y destruyó al diablo y sus obras; de modo que las puertas del infierno no pueden prevalecer, ni prevalecerán en contra de la iglesia de Cristo, y él es la roca y el fundamento, sobre lo cual está edificada su iglesia."
El Señor habla de esta misma roca o entendimiento o revelación en Lucas: Yo os mostraré a qué es semejante todo aquel que viene a mí y oye mis palabras, y las hace [las practica y las obedece]. Es semejante a un hombre que al edificar una casa cavó profundo y puso los cimientos de manera segura sobre una roca. Y cuando vino una inundación, el torrente golpeó con ímpetu contra aquella casa, y no la pudo sacudir, porque estaba fundada sobre una roca. Lucas 6:47-48
Jesús edifica su Iglesia sobre el sólido fundamento de roca de la fe por medio de la revelación. Él se edifica a sí mismo (su iglesia, su templo en el corazón de usted) en usted sobre un fundamento sólido de roca de la revelación dada a usted de Aquel que está en usted, que es Jesucristo; este es el comienzo de la fe verdadera, el fundamento de su iglesia, su templo dentro del corazón de usted. Si usted va a Él (dentro de usted), escucha sus palabras, y después las obedece, usted ha identificado al que habla como Cristo — así como Pedro lo hizo en el ámbito físico, la diferencia es que usted identifica a Cristo en el ámbito espiritual dentro de usted. Y así como Pedro, es su Padre en el cielo el que le revela esta verdad cuando usted oye a Cristo hablar.
Para aquellos de ustedes que todavía piensan que la secta romana es la verdadera iglesia, vean la excelente obra de Francis Howgill, Acerca de entrar en la apostasía, y el deterioro de la pureza de la doctrina, adoración, y práctica — desde ese tiempo hasta el presente, la cual muestra cómo la iglesia católica romana nunca estuvo en el desierto, (tampoco estaban ninguna de las sectas protestantes en el desierto por 1260 años); y por lo tanto, tampoco la secta romana o las sectas protestantes pueden ser la iglesia verdadera porque la verdadera iglesia fue forzada por el diablo a huir hacia el desierto por 1.260 días, (años de acuerdo con las referencias bíblicas). La iglesia verdadera fue forzada a huir por las persecuciones de la iglesia falsa en la cual gobierna Satanás, ayudada por la bota aplastante del ejército romano. De modo que la iglesia verdadera ya no se veía en el mundo, ya no estaba organizada, sino que más bien llegó a ser unos pocos individuos aislados. Aparte de la iglesia de los apóstoles en el siglo I (que perduró hasta el año 388 d.C.), y los primeros cuáqueros en el siglo XVII, (comenzando en 1648, durando hasta 1880), nunca ha habido una secta que fuera fundada por Cristo o que representara el verdadero cristianismo; y es lo mismo hoy en día, como lo dijo la Palabra del Señor en el interior: "El cristianismo no tiene idea de lo que soy yo o de lo que represento. Así como el judaísmo fue vencido por el enemigo, así ha sucedido con la cristiandad, la cual es corrupta, hasta la médula. No hay iglesia en el mundo que Cristo estableció específicamente; ninguna de las iglesias reflejan el verdadero cristianismo".
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