Mateo 5:27-32 Mostrar el Capítulo y las notas   27 Habéis oído que fue dicho: No cometerás adulterio. 28 Pero yo os digo que todo el que mira a una mujer para codiciarla ya adulteró con ella en su corazón.4 [De la Palabra del Señor en el interior: "El hombre debe aprender a controlar su cuerpo. El fracaso del hombre—la inmoralidad sexual."] 29 Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti. Porque es mejor para ti que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.5 [Mirar a una mujer con deseo, cometiendo así adulterio, es un serio pecado que lleva al infierno. Sin embargo, Jesús no quiere que nos mutilemos a nosotros mismos; Él quiere que vayamos a Él para que él pueda purificarnos a través de la fe obediente a los mandamientos que le oímos que Él nos habla a nosotros a medida que le esperamos en humilde silencio.]. 30 Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala y échala de ti. Porque es mejor para ti que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. 31 También fue dicho: Cualquiera que despide a su mujer, déle carta de divorcio. 32 Pero yo os digo que todo aquel que se divorcia de su mujer, a no ser por causa de adulterio, hace que ella cometa adulterio. Y el que se casa con la mujer divorciada comete adulterio. |
5 Note, justo después que él nos dice que mirar a una mujer para desearla es cometer adulterio en nuestros corazones, después nos dice que si nuestro ojo derecho nos hace pecar, que lo quitemos. Esto nos muestra la seriedad del pecado sexual. Porque esto lo sabéis muy bien: que ninguna persona sexualmente inmoral, ni impura, ni codiciosa, quien es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. Nadie os engañe con vanas palabras, porque a causa de estas cosas viene la ira de Dios sobre los que son desobedientes. Efe 5:5-6. Pero él no quiere que nos mutilemos. Sólo está ilustrando lo serio que es continuar pecando. Jesús está tratando desesperadamente de decirnos que para que entremos al Reino y escapemos el infierno, el pecado tiene que salir. Sabía que los ministros falsos con evangelios falsos que prometían libertad para continuar pecado se levantarían después que él se fuera. Los cambios en nuestro corazón por medio de la cruz perdida de la pureza pueden quitar el deseo de la mano, el pie, y el ojo que causan que pequemos.
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