⁴ Pobreza y vergüenza tendrá el que desprecia la disciplina, pero el que acepta la reprensión logrará honra. El Espíritu Santo reprende al mundo [cada hombre en el mundo] de pecado. La luz es dada a cada hombre para que puedan creer en ella; esa luz Cristo, y si usted cree lo que él intenta enseñarle, entonces se le enseñarán más cosas y eventualmente será salvo y honrado. Cada hombre y mujer tiene su día de visitación del Señor, cuando él anónimamente razona con nosotros para alejarnos del mal y para que hagamos el bien. Él claramente razona con lógica irrefutable, pero típicamente ignoramos su consejo, su reprensión, y razonamientos porque somos obstinados e insistimos en obtener nuestros propios fines egoístas. Si le ignoramos, entonces él nos ignora hasta que sincera y humildemente nos acerquemos a él (si alguna vez lo hacemos), buscando su guía en nuestra vida. Él está con brazos abiertos para amarnos y guiarnos, pero nosotros pasamos a un lado de él sin siquiera notarlo. Aunque durante el tiempo de su visitación, rápidamente olvidamos la reprensión del Señor, la recordaremos en el juicio y estaremos profundamente avergonzados porque ignoramos las súblicas de nuestro amante creador; las palabras que oímos serán nuestro juez. Juan 12:47-48

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