Proverbios 8:34 Mostrar el Capítulo y las notas   34 Bienaventurado el hombre que me escucha, velando ante mis entradas cada día, esperando en los postes de mis puertas. [De la Palabra del Señor en el interior: "Sin nuestras promesas las almas están afligidas; con ellas el alma se establece en un tributo vigilante al Señor." Esperar y velar en un tributo al Señor; un tributo es algo que usted hace para mostrar que usted respeta y admira a alguien o algo. Mostrar respeto y admiración por Dios al esperar y velar por Él es el comienzo del amor de Dios.] | Lucas 6:46-49 Mostrar el Capítulo y las notas   46 "¿Por qué me llamáis: 'Señor, Señor', y no hacéis lo que digo?6 [Para que Jesús pueda ser su Señor, usted debe obedecerle. Un Señor o Maestro le dice a su siervo lo que debe hacer; un siervo escucha a su Señor y Maestro y después le obedece. De la Palabra del Señor en el interior: "Recuerda, cada persona que peca lo niega a Él como Señor y Maestro. El Rey está donde él es rey." Le llamamos nuestro Señor mientras ni siquiera buscamos oír sus palabras para que nos dirijan; más bien le decimos todo lo que queremos que Él haga, hablamos acerca de Él, cantamos acerca de Él, y leemos acerca de Él en un libro, pensando que esta es la manera como le agradamos. Como dijo Jesús: Vosotros escudriñáis las Escrituras, porque os parece que en ellas tenéis vida eterna, y ellas son las que dan testimonio de mí. Juan 5:37-40. Venir a Él es pensar en su nombre a medida que se sienta paciente y persistentemente en humilde silencio, esperándolo a medida que usted escucha, vela, oye, y obedece. Las palabras que usted le oye hablarle a usted son Espíritu y le imparten la vida de Dios a medida que son implantadas en su corazón. Juan 6:63, Santiago 1:21. Nosotros le esperamos para oírle y obedecerle, nosotros le mostramos nuestro amor por Él.] 47 Yo os mostraré a qué es semejante todo aquel que viene a mí y oye mis palabras habladas, y las hace [las practica y las obedece].7 [Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida, Juan 6:63; note, no las palabras leídas en un libro, sino las palabras que Cristo le habla a usted, la Palabra en su corazón, para ser oída y obedecida. Jesús nos dijo que estudiar la Biblia no era ir a Él. Juan 5:39-40. Ir a Él es sentarse en humilde silencio y esperar en Él, a medida que usted escucha y vela; cuando usted le oye a Él hablar, si usted le obedece, usted está siguiendo a Jesús. "Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí..." Mat 11:29. Esta es la buena parte, la única cosa necesaria: sentarse a sus pies y escuchar sus palabras que Él nos habla, Lucas 10:39-42. "Todos sus santos están en su poder. Ellos se postran a tus pies y reciben tus palabras." Deut 33:3] 48 Es semejante a un hombre que al edificar una casa cavó profundo y puso los cimientos de manera segura sobre una roca. Y cuando vino una inundación, el torrente golpeó con ímpetu contra aquella casa, y no la pudo sacudir, porque estaba fundada sobre una roca. [El hombre que viene a Él, escucha las palabras que él habla, y entonces obedece lo que él oye, edifica el templo de Dios, (Cristo), en su corazón; y cuando Cristo está complemetamente formado a través de la persistencia hasta el fin, el día del Señor viene mientras él todavía está vivo en la tierra, (lo cual es una ocasión gozosa para la obediencia), y sus obras de obediencia sobreviven el fuego por el cual todos los hombres deben pasar, y estas obras entonces son para siempre acreditadas a él, y son para su reputación y recompensa.] 49 Pero el que oye y no hace es semejante a un hombre que edificó su casa sobre tierra, sin cimientos. El torrente golpeó con ímpetu contra ella; en seguida cayó, y fue grande la ruina de aquella casa." [Pero aquellos que oyen sus palabras y no obedecen, para ellos el día del Señor en el momento de su muerte (la cual viene a todos los hombres), es una experiencia horrible y aterradora; todas las obras de su vida son quemadas en el fuego por el que todos los hombres deben pasar. Las palabras que ellos oyeron, que les rogaba que se apartaran del mal, pero que ellos no obedecieron, los juzgarán en los últimos días, Juan 12:48. Debido a su desobediencia, su vida terrenal fue gastada sin beneficio para ellos, y sus muchos actos vergonzosos son su remordimiento eterno. De la Palabra del Señor en el interior: "Soy el terror para la mayoría de la gente. Todos serán conocidos por lo que ellos han hecho y dicho."] Mostrar el Capítulo y las notas   | Romanos 10:8,17 Mostrar el Capítulo y las notas   8 Más bien, ¿qué dice? "La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón [para que la puedas oír y obedecer];" esta es la palabra de fe que predicamos.1 [Esto hace referencia a Deut 30:14, que dice: Ciertamente muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la obedezcas. Los apóstoles predicaron que el Señor habla palabras desde el interior de tu corazón, para ser oídas, creídas, y después obedecidas en fe; por eso es llamada la palabra de fe. Los apóstoles predicaron que la fe viene por el oír la palabra en su corazón, Rom 10:17. Aquel que va a Él comes para escuchar la palabras que Él habla (desde el interior de su corazón), y después las obedece, edifica su fe sobre la roca sólida. Lucas 6:47. Usted viene a Él al sentarse en humilde silencio, esperando en Él, a medida que usted oye las palabras que Él habla y vela esperando sus revelaciones.] 17 Por esto, la fe es por el oír, y el oír por la palabra de Dios.5 [La fe viene por la revelación: Cristo, la palabra en su corazón, hablándole desde el interior de su corazón; Rom 10:8. Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. Juan 6:63. La fe es una serie de revelaciones. No asuma que una revelación de parte de Dios es la evidencia de que usted es salvo; más bien es el llamado de él para que usted lo busque con todo su corazón y su alma, como la primera prioridad de su vida. El cristianismo enseña incorrectamente que la fe viene por la creencia en el mensaje de la Biblia; si es así, entonces ¿cómo tuvieron fe Enoc, Noé, Job, Abraham, Isaac, Jacob, José, Moisés, etc., cuando las escrituras todavía no se habían escrito? De la Palabra del Señor en el interior: "Una vez más, mi palabra está en tu corazón y tu boca, la cual está allí para obedecer. La fe es oír la Palabra de Dios y obedecer. Sólo aquellos que quieren ser limpios pueden oír. Sólo me alcanzan aquellos que tienen un corazón penitente. El Espíritu da la vida con cada palabra que es oída. Escucha y vive."] | Lucas 11:28 Mostrar el Capítulo y las notas   28 Y él dijo: --Más bien, bienaventurados son los que oyen la palabra de Dios [dentro de su corazón] y la guardan [la practican, obedecen]. [Este es uno de los versículos que es crucial que sea entendido. El original griego para palabra en este versículo es logon <3056> que en inglés significa: 1) de un discurso; 1a) una palabra, pronunciada por una voz viviente, que encarna un concepto o idea; 1b) lo que alguien ha dicho. Oír a alguien leer palabras de la Biblia no es una bendición; pero cuando usted oye la palabra de Dios dentro de su corazón que le habla a usted, usted es bendecido al recibir una pequeña medida de la vida de Dios, (Jesús es la vida); porque las palabras que Jesús le habla a usted le imparten la vida de Dios. Juan 6:63. De la Palabra del Señor en el interior: "La fe es oír la Palabra de Dios y obedecer. Escucha y vive; el Espíritu da la vida con cada palabra que es oída."] | Efesios 4:21 Mostrar el Capítulo y las notas   21 asumiendo que ustedes realmente le habéis oído y habéis sido enseñados por él, así como la verdad está en Jesús.6 [Comenzamos a oír la voz apacible y delicada. Nosotros oímos para escuchar sus palabras habladas y aprender del Espíritu Santo y la Palabra y Luz en nuestros corazones; lista para enseñarnos todas las cosas y guiarnos hacia toda verdad; lista para enseñar qué debemos negar y cómo vivir sobria, justa y piadosamente en este mundo presente; y lista para purificarnos para que podamos servirle y hacer obras virtuosas de gloria al Padre. Cuando estamos suficientemente crucificados, Jesús mismo aparece y nos habla con una voz como trueno sobre las aguas descrita en muchos pasajes del Antiguo Testamento. Cuando oímos su voz por primera vez, Él nos da su juicio final, aplasta a Satanás debajo de nuestros pies, y pasamos de muerte a vida eterna. De la Palabra del Señor en el interior: "Tú oirás la verdad en el juicio final. De cierto te digo, toda la verdad es magnífica; tú te maravillarás cuando la veas. Aun Job se maravilló con lo que vio. Estar en Jesús es estar en la verdad."] |