Salmos 49:1 Mostrar el Capítulo y las notas   1 (Al músico principal. Salmo para los hijos de Coré) Oíd esto, todos los pueblos; escuchad, todos los habitantes del mundo, | Jeremías 7:23 Mostrar el Capítulo y las notas   23 Pero yo les había mandado diciendo: 'Escuchad y obedeced mi voz; y yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo. Andad completamente en todo camino que os he mandado, para que os vaya bien.'2 [Para oír la Palabra del Señor en el interior nosotros debemos escuchar paciente y persistentemente en silencio humilde; entonces debemos obedecer completamente lo que él nos ordena. Obedecer es seguir al Señor, lo cual todos deben hacer para poder ser un verdadero discípulo. De la Palabra del Señor en el interior: "Sigue de manera precisa; no te desvíes."] | Proverbios 8:34 Mostrar el Capítulo y las notas   34 Bienaventurado el hombre que me escucha, velando ante mis entradas cada día, esperando en los postes de mis puertas. [De la Palabra del Señor en el interior: "Sin nuestras promesas las almas están afligidas; con ellas el alma se establece en un tributo vigilante al Señor." Esperar y velar en un tributo al Señor; un tributo es algo que usted hace para mostrar que usted respeta y admira a alguien o algo. Mostrar respeto y admiración por Dios al esperar y velar por Él es el comienzo del amor de Dios.] | Isaías 55:3,32:9,28:23 Mostrar el Capítulo y las notas   3 Inclinad vuestros oídos y venid a mí; escuchad y vivirá vuestra alma .2 Yo haré con vosotros un pacto eterno, las fieles misericordias demostradas a David. [Para venir a Él, nosotros vamos directamente a Él, al sentarnos en humilde silencio a medida que esperamos en Él, escuchando los mandatos y enseñanzas dadas por su voz. De la Palabra del Señor en el interior: "Vamos a él, y él hace llover ayuda sobre nosotros; este ejercicio de Dios purifica bien a aquellos que lo hacen. Ven a mí con la esperanza de hablar y actuar con rectitud."] Mostrar el Capítulo y las notas   9 Oh mujeres indolentes, levantaos; oíd mi voz. Oh hijas confiadas, escuchad mi palabra:1 Mostrar el Capítulo y las notas   23 Estad atentos y escuchad mi voz; prestad atención y escuchad mis palabras.4 | Juan 10:27,18:37,6:63 Mostrar el Capítulo y las notas   27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen [obedecen].4 [De la Palabra del Señor en el interior: "Yo sólo conozco a aquellos que han sido crucificados". Él sabe todo, pero "conocerlo" a usted significa que él llega a ser uno con usted, lo cual ocurre después de que usted ha sido crucificado. Estos son creyentes muy avanzados a quienes Jesús ha resucitado y llevado al cielo y dentro de quienes Él mora a medida que ellos todavía caminan en la tierra también. Él guía con su voz todas las palabras que ellos dicen y todas las obras que ellos hacen, dándole honor y gloria a Dios.] Mostrar el Capítulo y las notas   37 Entonces Pilato le dijo: --¿Así que tú eres rey? Jesús respondió: --Tú dices [correctamente] que soy rey. Para esto yo he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad oye mi voz.2 Mostrar el Capítulo y las notas   63 El Espíritu es el que da vida; la carne no aprovecha para nada. Las palabras que yo os he hablado son espíritu y dan vida.6 [Jesús es el pan de vida: la vida de Dios. De la Palabra del Señor en el interior: "Las palabras que yo les hablo imparten vida; el Espíritu da la vida con cada palabra que es oída." Para adquirir más de Jesús, (la vida), usted debe estar en silencio, esperarlo a Él, oír, escuchar las palabras que él le habla a usted, y obedecer lo que él le manda. Sus palabras que él nos habla nos imparten la vida de Dios y están implantadas en nuestros corazones; y debido a que Jesús es la vida de Dios, sus palabras habladas forman a Jesús dentro de nosotros, hasta que finalmente él es resucitado en nosotros para llegar a ser nuestro verdadero Señor, gobernando nuestros pensamientos, palabras y obras. De la Palabra del Señor en el interior: "Cristo es en realidad resucitado en cada persona que viene de Él y le obedece repetidamente. Con persistente y fiel obediencia, usted también será resucitado."] | Lucas 6:46-50,10:39,11:28,9:35 Mostrar el Capítulo y las notas   46 "¿Por qué me llamáis: 'Señor, Señor', y no hacéis lo que digo?6 [Para que Jesús pueda ser su Señor, usted debe obedecerle. Un Señor o Maestro le dice a su siervo lo que debe hacer; un siervo escucha a su Señor y Maestro y después le obedece. De la Palabra del Señor en el interior: "Recuerda, cada persona que peca lo niega a Él como Señor y Maestro. El Rey está donde él es rey." Le llamamos nuestro Señor mientras ni siquiera buscamos oír sus palabras para que nos dirijan; más bien le decimos todo lo que queremos que Él haga, hablamos acerca de Él, cantamos acerca de Él, y leemos acerca de Él en un libro, pensando que esta es la manera como le agradamos. Como dijo Jesús: Vosotros escudriñáis las Escrituras, porque os parece que en ellas tenéis vida eterna, y ellas son las que dan testimonio de mí. Juan 5:37-40. Venir a Él es pensar en su nombre a medida que se sienta paciente y persistentemente en humilde silencio, esperándolo a medida que usted escucha, vela, oye, y obedece. Las palabras que usted le oye hablarle a usted son Espíritu y le imparten la vida de Dios a medida que son implantadas en su corazón. Juan 6:63, Santiago 1:21. Nosotros le esperamos para oírle y obedecerle, nosotros le mostramos nuestro amor por Él.] 47 Yo os mostraré a qué es semejante todo aquel que viene a mí y oye mis palabras habladas, y las hace [las practica y las obedece].7 [Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida, Juan 6:63; note, no las palabras leídas en un libro, sino las palabras que Cristo le habla a usted, la Palabra en su corazón, para ser oída y obedecida. Jesús nos dijo que estudiar la Biblia no era ir a Él. Juan 5:39-40. Ir a Él es sentarse en humilde silencio y esperar en Él, a medida que usted escucha y vela; cuando usted le oye a Él hablar, si usted le obedece, usted está siguiendo a Jesús. "Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí..." Mat 11:29. Esta es la buena parte, la única cosa necesaria: sentarse a sus pies y escuchar sus palabras que Él nos habla, Lucas 10:39-42. "Todos sus santos están en su poder. Ellos se postran a tus pies y reciben tus palabras." Deut 33:3] 48 Es semejante a un hombre que al edificar una casa cavó profundo y puso los cimientos de manera segura sobre una roca. Y cuando vino una inundación, el torrente golpeó con ímpetu contra aquella casa, y no la pudo sacudir, porque estaba fundada sobre una roca. [El hombre que viene a Él, escucha las palabras que él habla, y entonces obedece lo que él oye, edifica el templo de Dios, (Cristo), en su corazón; y cuando Cristo está complemetamente formado a través de la persistencia hasta el fin, el día del Señor viene mientras él todavía está vivo en la tierra, (lo cual es una ocasión gozosa para la obediencia), y sus obras de obediencia sobreviven el fuego por el cual todos los hombres deben pasar, y estas obras entonces son para siempre acreditadas a él, y son para su reputación y recompensa.] 49 Pero el que oye y no hace es semejante a un hombre que edificó su casa sobre tierra, sin cimientos. El torrente golpeó con ímpetu contra ella; en seguida cayó, y fue grande la ruina de aquella casa." [Pero aquellos que oyen sus palabras y no obedecen, para ellos el día del Señor en el momento de su muerte (la cual viene a todos los hombres), es una experiencia horrible y aterradora; todas las obras de su vida son quemadas en el fuego por el que todos los hombres deben pasar. Las palabras que ellos oyeron, que les rogaba que se apartaran del mal, pero que ellos no obedecieron, los juzgarán en los últimos días, Juan 12:48. Debido a su desobediencia, su vida terrenal fue gastada sin beneficio para ellos, y sus muchos actos vergonzosos son su remordimiento eterno. De la Palabra del Señor en el interior: "Soy el terror para la mayoría de la gente. Todos serán conocidos por lo que ellos han hecho y dicho."] Mostrar el Capítulo y las notas   Mostrar el Capítulo y las notas   39 Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual se sentó a los pies del Señor y escuchaba su palabra. [Oímos su palabra desde el interior de nuestros corazones. Rom 10:8,17.] Mostrar el Capítulo y las notas   28 Y él dijo: --Más bien, bienaventurados son los que oyen la palabra de Dios [dentro de su corazón] y la guardan [la practican, obedecen]. [Este es uno de los versículos que es crucial que sea entendido. El original griego para palabra en este versículo es logon <3056> que en inglés significa: 1) de un discurso; 1a) una palabra, pronunciada por una voz viviente, que encarna un concepto o idea; 1b) lo que alguien ha dicho. Oír a alguien leer palabras de la Biblia no es una bendición; pero cuando usted oye la palabra de Dios dentro de su corazón que le habla a usted, usted es bendecido al recibir una pequeña medida de la vida de Dios, (Jesús es la vida); porque las palabras que Jesús le habla a usted le imparten la vida de Dios. Juan 6:63. De la Palabra del Señor en el interior: "La fe es oír la Palabra de Dios y obedecer. Escucha y vive; el Espíritu da la vida con cada palabra que es oída."] Mostrar el Capítulo y las notas   35 Y vino una voz desde la nube, que decía: "Este es mi Hijo amado, a él oíd [crean y obedezcan]." [Esto se aplica a todos nosotros también. Nosotros debemos oír al Señor hablándonos y después obedecer; obedecer es seguir. De la Palabra del Señor en el interior: "Sigue de manera precisa; no te desvíes."] | Hebreos 5:9,3:15,4:7,12:25 Mostrar el Capítulo y las notas   9 Y habiendo sido perfeccionado, [Jesús] llegó a ser Autor y fuente de eterna salvación para todos los que presten atención y le obedezcan,1 [La salvación es ser liberados (hechos libres) de todo pecado, aún los deseos, por medio de la obediencia persistente al Espíritu que crucifica al espíritu egoísta humano en la cruz interna de la negación propia. Usted debe esperarle persistente y pacientemente en silencio para oír sus mandatos, a medida que usted oye y vela; entonces le presta atención y le obedece. De la Palabra del Señor en el interior: "La salvación viene a aquellos que esperan. Usted debe esperar en el Señor para recibir la salvación. La salvación llega a aquellos que hacen caso y obedecen. Tú conocerás la verdad cuando veas a Jesús traer tu salvación. La salvación ocurre cuando tú eres uno con Cristo y Dios".] Mostrar el Capítulo y las notas   15 entre tanto se dice: Hoy si oís hoy su voz,1 no endurezcáis vuestros corazones como en la provocación. Mostrar el Capítulo y las notas   7 Dios ha determinado otra vez un cierto día, diciendo por medio de David: "Hoy", después de tanto tiempo [Dios dio su juramento], como ya se ha dicho: Hoy si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones [como en la provocación, y como en el día de la tentación en el desierto]. Mostrar el Capítulo y las notas   25 Mirad que no rechacéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que en la tierra rechazaron al que habló, mucho más seremos nosotros responsables si nos apartamos del que habla desde el cielo [el cual está en su corazón].9 | Hechos 3:22-23 Mostrar el Capítulo y las notas   22 Porque ciertamente Moisés dijo [acerca de Jesús]: El Señor vuestro Dios os levantará, de entre vuestros hermanos, un profeta como yo. A él escucharéis en todas las cosas que os hable. 23 Y sucederá que cualquier persona que no escuche y obedezca a aquel profeta será destruida; y alejada del pueblo.2 [Esto también se aplica a todos los hombres en todas las naciones porque Jesús, la luz en cada hombre, anónimamente le ruega a los hombres a alejarse de sus malos caminos; pero la mayoría de los hombres en su oscuridad ignoran esos ruegos, porque ellos aman su vida egoísta y pecaminosa. Si el hombre hace caso a esos ruegos, el Señor derrama más de su Espíritu sobre él, dándole un hambre de buscarle a Él aun más. Cuando ellos mueren, aquellos que no esperaron para escuchar y después obedecer al Señor serán expulsados del cielo, y sus almas serán destruidas. De la Palabra del Señor en el interior: "Todos están esperando que Jesús sea su excusa. Todos los hombres están sin excusa; si yo estuviera en silencio, ellos tendrían una excusa. Yo les he advertido y les he dado los requisitos, y les he predicado las exclusiones; ellos no deberían esperar nada más ni una conclusión. El camino es claro: escuchen y obedezcan."] | Apocalipsis 3:20 Mostrar el Capítulo y las notas   20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él, y él conmigo.6 [La puerta es el corazón de todo hombre; el tocar la puerta es ruego suave y anónimo de él para que usted se aparte del mal. El abrir la puerta es creer que sus ruegos son verdaderos y arrepentirse del mal que él expone, y cambiar su conducta de manera apropiada. El cenar con él es recibir más de su sabiduría que él derrama sobre usted en respuesta a su obediencia cuando usted hace caso a sus reproches. De la Palabra del Señor en el interior: "todo hombre ha oído el llamado al arrepentimiento".] |