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 ¹⁰ Los que amáis a Jehovah, aborreced el mal. Él guarda la vida de sus fieles; los libra de manos de los impíos.

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 ¹³ El temor de Jehovah es aborrecer el mal. Aborrezco la soberbia, la arrogancia, el mal camino y el engaño.

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 ⁹ El amor sea sin fingimiento, aborreciendo lo malo y adhiriéndoos a lo bueno:

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 ¹ [Este es el relato acerca de un hombre, Job, a quien Dios señaló dos veces como un hombre recto y perfecto. Dios permitió que Job fuera probado por Satanás para hacerlo más fuerte en su fe, confianza, paciencia, y dedicación a Dios. Job es nuestro ejemplo de cómo soportar el sufrimiento que Dios permite para nuestro beneficio, el que todos debemos soportar para ser libres de pecado. Job perdió todo en sólo minutos: sus siervos, su salud, y sus hijos — todos fueron destruídos por Satanás para probar la fe de Jacob; pero fue restaurado a una estatura aún más grande al final. Job aumentó la gloria de Dios al probar que los hijos creados de Dios pueden ser totalmente incorruptibles, a pesar de los intentos de Satanás para deshacer la obra de Dios. Debido a que Job fue afligido, los amigos de Job lo acusaron de ser impío y ridiculizaron su reclamo de justicia — así como el cristianismo niega que la pureza o la perfección sean posibles hoy en día, y riduculizan a cualquiera que afirme lo contrario. Afortunadamente nuestras pruebas, aunque muy difíciles, no se comparan en severidad a las de Job, cuyo valor, paciencia, confianza y fe fueron registradas para animar a todos los que buscan a Dios y pasan por sufrimiento sobrenatural; porque no hay niño aceptado por Dios que no haya soportado una disciplina severa sobrenatural, siquiera la flagelación.

Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo. Santiago 5:10-11.

Puesto que Cristo ha padecido en la carne por nosotros, armaos también vosotros con la misma mentalidad, porque el que ha padecido en la carne ha terminado con el pecado, para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino [vivir] a la voluntad de Dios. 1 Ped 4:1-2.]

De la Palabra del Señor en el interior, "A medida que usted lee este libro, se maravillará del conocimiento de todos estos hombres paganos de antaño, quienes no tenían ni un sólo versículo; sin embargo sus palabras están llenas de magníficos principios cristianos."

 ¹ Hubo un hombre en la tierra de Uz, que se llamaba Job. Aquel hombre era recto y perfecto, temeroso de Dios y apartado [odiaba, evitaba, rehuía] del mal.