2 He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá: aun los que le traspasaron. Todos los pueblos de la tierra harán lamentación a causa de él.
El cielo aparece ante nuestros ojos espirituales como una neblina o en las nubes — por lo tanto, su venida es en las nubes del cielo, dentro de los corazones de los creyentes purificados — así como ascendió: fue elevado, y una nube le ocultó de sus ojos. Hechos 1:9. Hace 2000 años, al sumo sacerdote y a los fariseos en su juicio, Jesús les dijo ... "Y ustedes verán al Hijo del hombre sentado a la derecha del Todopoderoso, y bajando con las nubes del cielo". Mar 14:62. Esta no es una generación en particular. Aún Daniel en el año 538 a. C. vio a Jesús venir en las nubes de los cielos: "Estaba yo mirando en las visiones de la noche, y he aquí que en las nubes del cielo venía alguien como un Hijo del Hombre. Llegó hasta el Anciano de Días, y le presentaron delante de él". Dan 7:13. Vea el testimonio de Howgill de la venida del Señor a los hombres purificados en esta vida, y a los que mueren aún pecando.
La segunda venida y el día del Señor son la misma experiencia personal, que ocurre para todos los hombres en cada generación. Para aquellos que son crucificados para morir espiritualmente en la cruz interna de la negación propia, la segunda venida ocurre a medida que el Señor aparece después de que el bautismo de fuego ha quemado todo el pecado que permanece en ellos. Su cuerpo muere en este bautismo de fuego et muerte, pero el creyente es levantado (resucitado) con Cristo y trasladalos al reino de Dios. Aunque resucitados con Cristo para vivir en los cielos, ellos todavía caminan en la tierra, juntos en unión con el Señor, como nueva criatura. Para aquellos que mueren físicamente sin haber sido purificados en la cruz interna y quienes todavía son esclavos del pecado, la venida del Señor cuando mueren físicamente es un terror porque de repente ellos verán cuán irremediablemente impíos son.
Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que el reino de Dios está cerca. Mirad por vosotros, que vuestros corazones no estén cargados de glotonería, de embriaguez y de las preocupaciones de esta vida, y que aquel día venga sobre vosotros de repente como una trampa; porque [el día] vendrá sobre todos los que habitan sobre la superficie de toda la tierra. Lucas 21:31,34-35.
Jesús dijo: Porque el Hijo del Hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus ángeles,
y entonces recompensará a cada uno conforme a sus hechos. (No sólo una generación particular.)
Algunos que están aquí, que no probarán la muerte hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino. Mat 16:27-8,Mar 8:38,9:1,Luc 9:26-27
Cada vez que usted peca, está traspasando a Cristo dentro de usted. Si usted siente dolor y remordimiento, y toma la resolución de no repetir el mismo error otra vez, usted tiene un dolor piadoso. De la Palabra del Señor en el interior: "tu dolor piadoso es un bálsamo suave para las heridas que me has infligido."
Los ojos de los malvados son abiertos cuando ellos mueren físicamente, para entonces experimentar el día del Señor, como fue descrito por Francis Howgill, (uno de los primeros cuáqueros, quien habitó en el reino):
"Y le verán los que le traspasaron." Porque aún en los impíos Dios tiene un testigo que es puro, que controla a menudo, aunque ellos no lo consideren, porque el dios de este mundo ha cegado sus ojos; pero cuando Cristo, la Luz, aparezca, el hará que eso se vea en el impío, que el dios de este mundo sea cegado; y ellos lo contemplarán en temor; y su aparición pura hará que ellos estén terriblemente atemorizados. Aunque ellos no vean, serán obligados a ver; y serán obligados a oír lo que no querían oír, cuando Dios haga sonar su trompeta, para advertir a todos, que lo muertos, tanto pequeños como grandes, se pueden levantar, "unos para vida eterna, y otras para vergüenza y desprecio eterno.”*
*Algunos para vergüenza y desprecio eterno no es todos los demás que no despertaron a vida eterna. El Señor dice que el acercamiento de una vergüenza perpetua y eterna se aplica a los profetas falsos, Jer 23:30-40, lo cual incluye a los predicadores del cristianismo no llamados por el Señor, no enseñados por el Señor, no perfeccionados por el Señor, no autorizados por el Señor, no enviados por el Señor, no hablando con palabras oídas del Señor inmediatamente antes de hablar, y no haciendo sólo lo que el Señor les muestra que hagan. Todos los que no aprenden a vivir sobria, justa y piadosamente en este mundo presente, encontrarán su furia, (pero no para siempre y acompañada por su compasión).
Incluso aquellos que están a punto de entrar en el Reino se lamentarán cuando vean cómo han atravesado al Señor con sus pecados.
A aquellos que mueren mientras todavía están pecando, en el día de su muerte individual, el Día del Señor con su venida es una experiencia repentina y aterradora, que resulta en gran llanto y crujir de dientes.
- Lamentad, porque cercano está el día de Jehovah; vendrá como destrucción de parte del Todopoderoso, Isaías 13:6
- Los pecadores en Sion tienen temor; el estremecimiento se ha apoderado de los impíos. ¿Quién de nosotros podrá habitar con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros podrá habitar con las llamas eternas? Isaías 33:14
- Porque he aquí viene el día ardiente como un horno, y todos los arrogantes y todos los que hacen maldad serán como paja. Aquel día que vendrá los quemará y no les dejará ni raíz ni rama, ha dicho Jehovah de los Ejércitos. Malaquías 4:1
- Los pueblos serán completamente calcinados; como espinas cortadas serán quemados en el fuego. Isaías 33:12
- Por tanto, como la lengua de fuego devora la paja y la llama doblega el rastrojo, así la raíz de ellos será como cosa putrefacta, y su flor se desvanecerá como el polvo. Porque han desechado la ley de Jehovah de los Ejércitos, y han despreciado la palabra del Santo de Israel. Isaías 5:24
- ¡Ay de los que anhelan el día de Jehovah! ¿Para qué queréis este día de Jehovah? Será día de tinieblas, y no de luz! Amos 5:18
¡Ay de ustedes, los cristianos que piensan que la gracia excusa tus continuo pecado, por el Día del Señor será un terror para ustedes!
(Vea Howgill para más información sobre aquellos que no son purificados).De la Palabra del Señor en el interior:
- Soy el terror para la mayoría de la gente.
- Habrá llanto y crujir de dientes.
- Todos debemos comparecer ante el tribunal de Cristo, hombres y mujeres.
- El Señor le dará a cada hombre de acuerdo a sus obras, buenas o malas.
- Todos serán salados con fuego.
- La obra de cada hombre debe pasar por el fuego; la obra de cada hombre es juzgada por el fuego.
- Yo devoraré a aquellos que no siguen, y arrebataré a los justos del fuego.
- El juicio comienza con la casa de Dios.
- El justo apenas será salvo.
Aun los justos que son arrebatados del fuego y apenas son salvados, antes de que ellos experimenten gozo y alegría, conocen el terror del Día del Señor en sí mismos; como fue testificado (a partir de su experiencia real) por uno de los primeros cuáqueros, Francis Hogwill, quien habitó en el reino:
"Aquellos que no han visto todavía este día de la venganza del Señor en sí mismos, nunca han visto el día de la salvación. El profeta clamó: '¿Quién podrá resistir el día de su venida? o ¿quién podrá mantenerse en pie cuando él se manifieste?' Y muchos han sido testigos oculares del día terrible del Señor, que ha aparecido en ellos, en el cual toda la paz ha sido escondida de sus ojos: y todos los que alguna vez llegaron a ver el día de gozo y felicidad, primero conocieron el terror y el día terrible del Señor en sí mismos. Por lo tanto el apóstol dijo: 'Conociendo, entonces, el temor del Señor, persuadimos a los hombres'".
William Dewsbury, otro del los primeros cuáqueros, quien habitó en el reino, también dejó un testimonio del terror en el Día del Señor:
"Yo morí y fui bautizado, y fui como un niño pequeño bajo sus amonestaciones celestiales; tan pronto como mi alma fue llevada a esto, en mi humillación, ¡Oh! entonces, el temible juicio fue quitado, y el libro de la vida fue abierto ante mí, y el Señor me habló tranquilamente: 'con amor eterno te he amado'; y me hice cristiano por medio del día de venganza, y de un ardor como en un horno; y la arrogancia y el orgullo de hombre en mí fue derribado".
Después del terror, para los crucificados y purificados, el día del Señor es un gran gozo, como Francis Howgill también testificó:
"La aparición de Dios, quien es vida eterna, en su día, en su Luz inmensurable, es un gran gozo, y una fuente de gozo para los justos. Porque él es para su pueblo una luz eterna, y en su luz ellos llegan a ver la luz. Él revela los misterios secretos de su reino en aquellos que ven su día aparecer en sus corazones, el cual pone de manifiesto todas las cosas, aún los secretos del Señor, y su tesoro escondido, y sus riquezas duraderas, que nunca se corrompen ni se oxidan, sino que son frescas, y mantienen su imagen y su impresión pura. Por medio de esta Luz todos los justos, que han esperado la aparición de Dios, ven a verlo. Como está escrito: '¡He aquí, éste es nuestro Dios! En él hemos esperado, y él nos salvará: ¡Éste es Jehovah! En él hemos esperado. ¡Gocémonos y alegrémonos en su salvación!'. ¿Viene en realidad aquel a quien ustedes han esperado? Sí, viene, 'y su recompensa con Él'; y los que le ven encuentran satisfacción en Él, y en su recompensa. ¿Y cuál es su recompensa? Gozo, alegría, paz en la conciencia, seguridad del amor de Dios sellado en lo corazones por el puro Espíritu del Señor, las corrientes de la vida que fluyen continuamente de las grandes profundidades, que refrescan y nos mantienen refrescados en los extremos más grandes del calor de la tentación; y aquellos que lo han esperado y lo esperan las esperan; aún en el cuerpo ellos testifican de Él y de su venida".
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