Apocalipsis 3:2-3 Mostrar el Capítulo y las notas   2 Despierta y sé vigilante, y refuerza las cosas que quedan y están a punto de morir, porque no he hallado que tus obras son perfectas delante de Dios.1 [Jesús no sólo quiere obras, él quiere obras perfectas, vigorizadas por la fe. En sus mensajes a las siete iglesias, Jesús menciona a cada iglesia que sus obras son clave. Las obras a las cuales Jesús se refiere son obras de amor en fe obediente a los mandamientos que usted oye a medida que espera a Dios. Las obras perfectas son seguir sus órdenes completa y totalmente, lo cual él nos dijo en Jer 7:23: "Escuchad y obedeced mi voz; y yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo. Andad completamente en todo camino que os he mandado, para que os vaya bien".] 3 Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído. Guárdalo y arrepiéntete.2 Si no despiertas y velas, vendré como ladrón; nunca sabrás a qué hora vendré a ti. [De la Palabra del Señor en el interior: "Sigue arrepintiéndote del mal que Él te muestre en tu corazón. Continúa conmigo; continúa en obediencia".] |
1 Porque no he hallado que tus obras hayan sido acabadas delante de Dios. Muchas sectas del cristianismo claman: "no por obras, sino por gracia." Pero Jesús está criticando las obras de estos creyentes porque no son perfectas; él no sólo quiere obras, él demanda obra perfectas. Las obras a las cuales Jesús se refiere son obras de amor en fe obediente a los mandamientos que usted oye a medida que usted espera a Dios. Las obras que Dios le ordena para que haga no son obras de la ley como sacrificios de vida, abstenerse de ciertos alimentos, observar los días de reposo, fiestas, lavamientos, etc. Las obras de la ley son obras muertas, decididas en la voluntad de hombres muertos a la vida de Dios; pero las obras de amor por Dios vigorizadas por la fe en lo que usted le oye decirle que haga son esenciales. Las obras perfectas son seguir sus órdenes completa y totalmente, lo cual él nos dijo en Jer 7:23: Escuchad y obedeced mi voz; y yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo. Andad completamente en todo camino que os he mandado, para que os vaya bien. El ejemplo de obras imperfectas y sus consecuencias es demostrado por Moisés cuando no se le permitió cruzar el Jordán debido a que no obedeció completamente el mandamiento del Señor; el Señor le dijo a Moisés que le hablara a una roca ante sus ojos (los del pueblo de Israel), y ésta produciría agua. En cambio Moisés había expresado enojo ante la gente y después golpeó la roca dos veces. Num 20:8-1.
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