Pedro dijo en el Pentecostés que la siguiente profecía que se encuentra en Joel fue cumplida en ese tiempo,
Y todos serán enseñados por Dios Pero a cada hombre le es dada la manifestación del Espíritu para el bien de todos. Jesús dijo,
"Creed en la luz, De su Carta 265
Todos ustedes que son creyentes en la luz de Cristo,* que pone de manifiesto la oscuridad,
De modo que, aunque su salvación todavía no está completa, (El poder de Dios te mantiene para llegar al día de la salvación, siempre que permanezcas en la cruz interna de la negación por el camino angosto.) Porque el judío externo no entró, debido a la incredulidad;
Primero, el espíritu que da testimonio en la tierra, que los hace morir, Jorge Fox Del Diario, La palabra del Dios viviente, a toda la gente que está esparcida en el exterior:
A la luz en todas sus conciencias yo le hablo, por la cual ustedes son iluminados. Cristo Jesús dijo: "Yo soy la luz del mundo," y la luz ilumina a todo aquel que viene al mundo. Si ustedes aman la luz, que viene de Cristo, y caminan en la luz, con la luz ustedes verán a Cristo, porque de allí viene la luz. Pero ustedes odian la luz, que muestra que ustedes han hecho lo malo y les muestra sus obras de mal: mentir, jurar, maldecir, engañar, pelear, reñir, fornicar, borracheras, seguir los placeres de acuerdo al camino del mundo, burlas, quejas, y murmuraciones; todas estas obras de la carne serán mostradas como pecado y maldad con la luz. Por lo tanto, con la luz, que viene de Cristo, ustedes, quienes hacen estos males, serán condenados. Si ustedes la aman y caminan en ella, tendrán la luz de la vida y llegarán a oír la palabra, que llegó a ser carne; y llegarán a oír al profeta del que habló Moisés, quien dijo en Hechos 7, "Dios levantará un profeta como yo; a él ustedes oirán." Cuando vino este profeta, una voz se oyó del cielo que dijo: "este es mi hijo amado en quien tengo contentamiento, a él oíd." "Dios, quien en tiempos diferentes y de diversas maneras habló en tiempos pasados a los padres y los profetas, en estos días nos ha hablado a nosotros por medio de su hijo, a quien él designó como herederos de todas las cosas, y por medio de quien él también hizo al mundo," Heb:1. Pero ustedes que odian esta luz, con la cual Cristo los ha iluminado a todos ustedes, no oyen al amado hijo de Dios. Más bien ustedes son como aquellos contra quienes Cristo clamó, que están en los pasos de los fariseos (lean Mateo 23), en los asientos principales de las asambleas, de pie orando en las sinagogas, y llamados maestros por los hombres - en los pasos de los fariseos y sus asientos, fuera de los mandatos de Cristo, y no así sus ministros. Ustedes siguen a aquellos que buscan ganancias de su posición, perros necios y codiciosos que nunca se pueden saciar, Isa 56; y aquellos que gobiernan por su propia cuenta; y sostienen lo horrible y espantoso sobre la tierra. Quítenles su autoridad, y ellos no podrán gobernar por medio de su posición. Ustedes siguen a aquellos que son asalariados, y ellos les predican paz a ustedes; pero si ustedes no ponen comida en sus bocas, ellos harán guerra en contra de ustedes, (como ustedes lo pueden leer en Miqueas 3). Éstos son aquellos a quienes el Señor envió a Miqueas para que clamara en contra de ellos, y son niños insensibles y necios, sabios para hacer el mal, pero no tienen entendimiento para hacer el bien (como ustedes pueden leer en Jeremías 4). Estos buscan la lana y los devoran; pueblo como aquel contra quienes el Señor envió a Ezequiel para clamar en contra de ellos, Eze 34. Pero, "dijo el Señor, yo sacaré a mis ovejas de sus bocas; ellas ya no serán presa de ellos." Aquí, con los santos hombres de Dios, ustedes son juzgados entre aquellos contra quienes clamaron estos santos hombres. Con la luz son vistos todos ustedes, que sostienen a tales hombres ya mencionados, y a quienes los hombres llaman ministros de Cristo, que son hallados entre los hombres contra quienes los santos hombres de Dios clamaron ayes. Con la luz todos ustedes son vistos, y con la luz ellos son todos condenados. Por lo tanto cubran sus labios y cierren sus bocas por vergüenza, por haber dicho alguna vez que estos hombres son ministros de Cristo; el mismo tipo contra quien el Señor envió a sus profetas. Con su hijo y con las escrituras, ellos son probados y vistos, y ustedes que los apoyan también; aquellos que reciben dones y recompensan, la paga de la injusticia, contra quienes el Señor envió a sus santos apóstoles a clamar contra ellos; aquellos que por medio de la codicia y palabras pretenciosas han hecho de ustedes una mercadería. Escuchen. Con la luz y la vida de las escrituras, ustedes y ellos son vistos y condenados por la luz, quienes odian la luz, y actúan de manera contraria a la luz, y que profesan que las escrituras son su regla. Con la luz todos deben ser vistas como extraños de la vida de Dios, estando entre aquellos contra quienes los santos apóstoles y profetas clamaron. Ustedes, que siguen a tales hombres, son como las mujercillas que son llevadas cautivas, nunca pudiendo llegar al conocimiento de la verdad, algunos todavía aprendiendo veinte, treinta, cuarenta, aún sesenta años de más; aún aprendiendo, pero nunca pudiendo llegar al conocimiento de la verdad, como ustedes pueden leer en Timoteo, Pedro, y Judas. Ustedes que siguen a tales personas, no oyen al hijo de Dios; aquí con la luz, ustedes son todos vistos en la luz para apoyar y seguir a aquellos que odian la luz; esas personas contra quienes en todas las edades se calmó en su contra y se les condenó con la luz. Esta es la condenación de la luz de todas esas obras malas antes mencionadas, que son hechas en la naturaleza que es contraria a la luz. Jorge Fox Del Diario, A un amigo convencido pero no purificado —
Aunque es un amigo de la verdad, sin embargo su mente se aleja de la verdad y es fuerte en la carne y el engaño. Usted vive en la lujuria, que oscurece su entendimiento, y en eso usted está fuera del temor del Señor, y no está en el temor de él; pero el poder oscuro, quien es el príncipe del aire, es fuerte en las muchas fortaleza. Si ustedes esperan [en Dios] en aquello que es puro en ustedes, ustedes podrán encontrar y ver, porque Dios les ha dado una medida de su espíritu, por el cual ustedes pueden comprender las cosas y ver los engaños. Ahora cuando la mente se sale de esa medida pura, la cual les permite ver los engaños, la simplicidad es atrapada, y Dios ya no está en los pensamientos de ustedes; en cambio, el hijo de perdición que está en ustedes se sienta en el templo de Dios, donde no debe sentarse. Con el nacimiento del Señor [en ustedes], este hijo de perdición es descubierto, y con el brillo de la venida del Señor [en ustedes], él es consumado; ese hombre de pecado es revelado [en ustedes], y así ustedes testificarán el cumplimiento de las escrituras. Pero ustedes deben esperar en aquello que es puro, lo que les mostrará cuando su mente se aleje en desobediencia, estableciendo los sacerdotes (externos) de Baal ante Dios, y aquello que provee una distracción en la mente donde ha habido una detención entre los dos (ustedes y Dios); porque todas las dificultades están afuera en el mundo, pero Cristo dijo "en mí tendrán paz perfecta." Esperen en Cristo y preocúpense que él esté en ustedes, (allí es donde ustedes esperan su aparición). Manténganse enfocados en su interior, (manténganse buscando a Cristo dentro de ustedes), y no sigan las afirmaciones de he aquí que Cristo está aquí o he aquí Cristo está allá, que los distraen de la búsqueda exterior, ustedes tendrán paz en un corto tiempo. Después ustedes testificarán de Cristo, quien es la sustancia de los profetas y los apóstoles. Las escrituras son enseñadas en ustedes dentro de ustedes (por Cristo) para guiarles al Padre, el Señor Dios del cielo y de la tierra. Al esperar al Espíritu del Señor dentro de ustedes para guiar sus mentes, ustedes encontrarán su fortaleza renovada diariamente por el Espíritu que nos dio las escrituras. No hay confusión, sino paz perfecta. Por este Espíritu somos bautizados en un cuerpo, y este Espíritu es la unidad de los santos, quienes aunque estén ausentes en el cuerpo, están presentes en el Espíritu, y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. Este Espíritu circuncida y quita el cuerpo de pecado de ustedes, y ustedes son santificados por medio de su obediencia al Espíritu. Ustedes llegarán a testificar que las escrituras son puras y claras, ya que son sin mezcla [de las interpretaciones de los hombres], como los hombres santos que las poseían y nos las dieron. Así los hombres santos las poseen y nos las dan otra vez y las testifican otra vez. Jorge Fox Del Diario, Con respecto a la Palabra —
Al principio estaba la palabra, y nadie conoce esta palabra, sino aquellos que han ido hacia el principio. Ahora, todos ustedes y todos sus ministros, ¿quién de ustedes puede testificar de esto? ¿Quién de ustedes ha llegado a esta posición? ¿Quién de ustedes ha llegado al principio? Nosotros les declaramos lo que nuestras manos han manipulado y lo que nuestros ojos han visto, lo que era desde el principio, la palabra de vida. Nosotros que conocemos esta palabra somos puros, somos limpiados por la palabra, somos santificados por la palabra, somos cortados en pedazos por la palabra, y somos partidos por la palabra. Esta palabra es un martillo, que golpea todo lo que la semilla de Dios pudiera levantar [descubrir], y hemos llegado al principio. Todos los que conocen esta palabra han ido hacia el comienzo. Es como un fuego, que quema todas las corrupciones; y esta es la palabra que está cerca de ti, en tu corazón. Jorge Fox 1652 Del Diario, Jorge Fox se dirige a los sacerdotes católicos en Irlanda
Llegando a la ciudad en el tiempo que ellos llaman días santos "Whitsunday", las calles estaban llenas de irlandeses que habían ido a misa. Yo pedí que se trajera un jesuita y sacerdotes, y la gente preguntó que con qué propósito. Les respondí que les daría dos chelines por su trabajo si hacían una misa de dos centavos por mi caballo, lo cual no era irrazonable puesto que ellos habían hecho una misa por las velas y una misa por los corderos. ¿Por qué no podía tener una misa también mi caballo así como las velas y los corderos, si mi caballo era una buena criatura? En muchos pueblos y ciudades yo pedí la misma misa; y los papistas me preguntaron por qué me entrometía con su religión, pero yo no podía darles una respuesta. Por lo tanto les dije que ellos eran peores que los sacerdotes de Baal; porque los sacerdotes de Baal probaron a su dios de madera, pero ellos no se atrevían a probar a su dios de pan y vino; y los sacerdotes de Baal y la gente de ese entonces no se comían a su dios,* como lo hacían ellos, y después hacían otro.'
Jorge Fox Del Diario, Una instructiva al Parlamento,
que ilustra lo les es posible
A Oliverio Cromwell y el Parlamento, escrito por Jorge Fox: A ustedes que son escogidos por estas naciones para que sean el Parlamento; para dividir, regir y gobernar cosas; ésta es la palabra del Señor Dios para ustedes. Tengan cuidado de actuar en contra de Cristo, donde él es hecho manifiesto [mostrado y revelado]. Tengan cuidado de actuar o de hacer cualquier cosa en contra de aquellos que están en la religión pura, o de hacer cualquier cosa en contra de la religión. ¿Cómo es que ustedes no saben que esto ha ocurrido para probar si es que ustedes actuarán en contra de Cristo, donde él es manifestado en sus miembros? Porque se dice, Cristo en ustedes; y si Cristo está en ustedes, el cuerpo está muerto por causa del pecado; y si Cristo está en ustedes, ¿no puede él hablar en justicia y ser confesado allí? Ahora, si Cristo no está en ustedes, tomen en cuenta, si Cristo no está en ustedes, ustedes son reprobados, [el pecado todavía vive en ustedes]. Y si Cristo Jesús está en ustedes, ¿no debe hablar? Tengan en cuenta, Jesucristo, el Emanuel [Dios con nosotros], el Salvador; ¿acaso es una ofensa que Cristo hable - que Jesús hable donde él está en el interior? Ahora examínense a sí mismos; ¿acaso ustedes no saben que Jesucristo está dentro de ustedes, a menos que sean reprobados? Y si Jesucristo está en ustedes, ¿acaso no debe hablar? ¿No es acaso él quien debe hablar dentro de ustedes? Porque el hombre natural no percibe las cosas de Dios, porque son discernidas espiritualmente y son una locura para él. ¿No dijo el apóstol que ya no vivía él, sino que Cristo vivía en él? Era Cristo el que vivía en él. Era Cristo el que hablaba en él. Tomen en cuenta, si era Cristo el que vivía en él, y la vida que él ahora vivía era Cristo que vivía en él, entonces la vida que él ahora vivía, era por la fe en el Hijo de Dios. Tomen en cuenta qué tipo de vida era ésta. ¿Y no dijo él que el Hijo de Dios era revelado en él, y si el Hijo de Dios es revelado en alguien, no debe él hablar y declarar al Padre? Desde el día de los apóstoles, la gente ha tenido una apariencia de piedad, pero no han tenido las cosas en las cuales estaban los apóstoles, quienes tenían al Hijo de Dios, Cristo Jesús. Por lo tanto es por medio de ellos que tenemos la forma [de la piedad solamente], quienes se han preguntado y se han maravillado acerca de esto [Cristo en control], y quienes no están en el poder de Dios; quienes también se preguntan y se maravillan cuando Cristo es manifiesto, y cuando habla, actúa y gobierna. ¿Qué fue lo que habló las palabras mencionadas anteriormente, de lo cual aquellos que están en la larga noche de apostasía han tenido una apariencia, desde los días de los apóstoles? Si lo que habló las palabras anteriores no fue el Espíritu de Dios o el Espíritu del Padre o el Espíritu de Cristo que habla en el hombre, entonces el espíritu que habló las palabras es natural y diabólico; y tal espíritu permanece en contra de la voz de Cristo y del Espíritu de Dios. Pero si cualquier mera criatura dice que él es Cristo que está hablando, esto es falso; porque, ¿acaso no es cierto que todas las criaturas fueron creadas por Él y para Él? Todas las cosas que fueron hechas fueron creadas para su servicio por Cristo Jesús, el poder de Dios, por quien todas las cosas fueron hechas y creadas. Donde está el poder de Dios, allí está Cristo; Cristo es el poder de Dios. Tomen nota del hecho que el poder de Dios es eterno, y donde se recibe y se siente el poder de Dios, se recibe y se siente a Cristo; y donde habla el poder de Dios, habla Cristo; y ustedes, que sienten el poder de Dios, sienten a Cristo y no se ofenderán con el poder de Dios, donde habla, el cual es Cristo. De manera que Cristo es uno en todos quienes están en el poder. Donde el poder de Dios no gobierna o habla, habla el poder de diablo; y éste [el poder del diablo] es lo que es atormentado por el poder de Dios, el cual es Cristo que habla. Si la verdad habla, ¿acaso no es Cristo? ¿Acaso él no dice "Yo soy la verdad," y si la vida habla, acaso no es Cristo; acaso no es ésta la vida? Si el injusto habla, es una cosa falsa; pero si el poder de Dios habla, es la verdad. Si no es el poder de Dios que habla, (el cual es el verdadero Cristo), entonces es el diablo (el cual es el falso Cristo). Examínense a sí mismos; si Cristo está en ustedes, entonces el cuerpo está muerto por causa del pecado, y entonces el pecado está muerto; ¿y acaso Cristo Jesús no está en ustedes, a menos que ustedes sean reprobados (y su pecado está vivo todavía)? ¿No es Él Emanuel [Dios con nosotros] y el Salvador; y no es Él el Príncipe de Paz, el príncipe de vida, y el Hosanna; [favorablemente inclinado] y no se testifica de esto en el interior, donde Él es hecho manifiesto? ¿o está Él separado de estas cosas? ¿No es Él el cordero de Dios, y no están ellos en contra de Él, (donde él es manifiesto en el interior), aquellos que no quieren que Él hable y aquellos que no quieren que Él reine? Así ustedes pueden ver lo que se ha perdido desde los días de los apóstoles, en lo cual ellos estaban y disfrutaban; en esta noche de la apostasía; hasta este tiempo, ellos tenían una apariencia de piedad, pero no su poder. Pero ahora el poder ha venido a ser manifestado, el poder de lo cual se había perdido; y este poder es la verdad, el poder de la forma, y la vida de Cristo; y Cristo mismo, Emanuel. Postdata Si la semilla habla, la cual [semilla] es Cristo, Él lo no tiene otro nombre. Porque la semilla es Cristo Jesús, y no es blasfemia, [que alguien diga que Cristo habla, donde él es poseído y en control], sino verdad. Pero si la semilla de la serpiente habla y dice que él es Cristo [que habla], éste es el mentiroso hablando y la blasfemia; y éste es el fundamento de todas las blasfemias y no es la semilla, la cual es Cristo. Pero la semilla de la serpiente debe ser herida, la cual es la causa de toda la enemistad, la contienda y el debate con la semilla de la mujer, la cual es Cristo.
A todos los Amigos del Señor en todas partes, las mentes de quienes son llevadas al interior hacia el Señor, tengan en cuenta la luz que está dentro de ustedes, la cual es la luz de Cristo; la cual, al amarla ustedes, llevará sus mentes al interior, las cuales están fuera en las cosas del mundo; para que así sus mentes sean renovadas por ella, y llevadas a Dios en aquello que es puro, para adorar al Dios viviente, Jehová de los ejércitos, sobre todas las cosas en el mundo. Aquello que llama a las mentes de ustedes a salir de las concupiscencias de este mundo, las llamará para salir de los afectos y deseos, y en vez los llevará a poner sus afectos en las cosas del cielo. Lo mismo que llama a las mentes a salir del mundo, juzgará sobre los afectos y concupiscencias del mundo; eso mismo llamará a sus mentes a salir de los maestros y las cosas del mundo, para que sus mentes sean renovadas. Allí la obediencia es conocida y hallada; allí la imagen de Dios es renovada en ustedes, y ustedes llegan a crecer en ella. Aquello que llama a sus mentes a salir de la tierra, las lleva hacia Dios, donde el niño puro es nacido de la virgen; y la comida del bebé es conocida, el pan de los hijos, el cual viene del Dios viviente, y alimenta la vida eterna; y estos bebés y niños reciben su sabiduría de lo alto, del Dios puro y viviente, y no de los hombres mundanos; porque esa sabiduría celestial es pisoteada bajo los pies de tales hombres. Todos los que odian esta luz, las mentes de los cuales están afuera en las cosas del mundo, en el mundo, y en la imagen del diablo, reciben las palabras de los santos, (que recibieron su sabiduría de lo alto), en sus viejas naturalezas y sus mentes corrompidas. Las tales personas son asesinos de los justos y enemigos de la cruz de Cristo; en estas personas habita el príncipe del aire, hijos de perdición, traicioneros de los justos. Por lo tanto tengan en cuenta esa luz, la cual es oprimida con la naturaleza carnal; y esa luz, a medida que se levanta, condenará toda esa naturaleza maldita, la expulsará, y la echará de la casa. Así ustedes llegarán a ver la vela encendida, y la casa barrida y limpia. Entonces después la perla pura se levanta, y entonces el Dios eterno es exaltado. La misma luz que llama sus mentes para salir del mundo (las que están afuera), la misma las lleva a Dios el Padre de las luces. Aquí, en la mente pura se espera al Dios puro para obtener sabiduría de lo alto; y el Dios puro se ve de noche y de día, y la paz eterna se disfruta, la cual no tiene fin. La gente puede tener revelaciones, y aún así sus mentes van a las concupiscencias de la carne; pero allí los afectos no son mortificados. Por lo tanto escuchen aquello, tomen en cuenta aquello, que llama sus mentes para salir de los afectos y las concupiscencias del mundo para que sean renovadas. Eso mismo llevará sus mentes a Dios; esa misma luz pondrá sus afectos en lo alto, y los llevará a esperar la sabiduría pura de Dios de lo alto, para que pueda ser justificada en ustedes. Todos ustedes esperen en aquello (la Luz) que llama a sus vidas hacia el interior y los convierte a Dios; aquí está la cruz verdadera. Esa mente se alimentará de nada de lo que es del mundo, sino que se mantendrá en la luz pura hacia Dios, para alimentarse de la comida viviente que viene del Dios viviente. Que el Señor Dios Todopoderoso sea con todos ustedes, estimadas criaturas, y los guarde a todos en su fortaleza y poder para su gloria, por encima de todo el mundo, ustedes cuyas mentes son llamadas a salir de él, para ir a Dios, a adorar al creador y servirle, y no a la criatura. La luz de Dios que llama a la mente a salir de las criaturas, y la lleva a sí mismo, lleva a un estado de gozo y paz sin fin. Aquí siempre está presente un Dios vidente, el que no es conocido en el mundo, el corazón de quien está en las criaturas, el conocimiento de los cuales está en la carne, las mentes de quienes no so renovadas. Por lo tanto Amigos, piensen y moren en la semilla de Dios, para que reine sobre los injustos; y moren en el poder de Dios, para guardarlos limpios en sus entendimientos, para que la semilla de Dios pueda reinar en todos ustedes; la semilla de Dios, la cual no es sino una en todos, es Cristo en el hombre y la mujer, para quienes es la promesa. 'Esperen en el Señor para que el justo reine sobre el injusto, para que la semilla de Dios reine sobre la semilla de la serpiente, y sea la cabeza; y para que todo lo que es mortal pueda morir; porque a partir de eso se levantará la presunción. De manera que me despido, y que el Dios Todopoderoso los bendiga, los guíe y los guarde en su sabiduría.'
A todos los Amigos estimados en todas partes, Más del Diario: Amigos todos en todas partes, conozcan la semilla de Dios, la cual hiere a la semilla de la serpiente, y está sobre ella; y esta semilla de Dios no peca, sino que hiere la cabeza de la serpiente, la cual sí peca y tienta a pecar; la promesa y la bendición de Dios son para esta semilla, y esta semilla es una en el hombre y la mujer. Ustedes han llegado al comienzo donde la semilla de Dios es la cabeza y ha herido la cabeza del otro; y el nuevo hombre es conocido, y el que es siervo del nuevo hombre es conocido; y la promesa de Dios a la semilla es cumplida y satisface; y las escrituras llegaron a ser abiertas y poseídas; y se sabe que la carne de Cristo es aquel que tomó sobre sí la semilla de Abraham de acuerdo a la carne; el sacerdocio eterno es conocido, y en el pacto eterno Cristo toma sobre sí la semilla de Abraham, y él es el sacerdote de la orden de Melquisedec; sin padre, sin madre, sin comienzo de días o fin de la vida; él es el sacerdote que vive para siempre; el pacto de vida, luz y paz. La ofrenda eterna es conocida una vez y para siempre, la cual destituye la naturaleza que hizo la ofrenda; de lo cual surgió el sacerdocio, el cual no pudo continuar por razón de muerte. Y así se conoce la otra ofrenda, la ofrenda eterna; la cual perfecciona para siempre a los que son santificados; esta ofrenda borró la letra de las ordenanzas, triunfó sobre ellas, y ascendió sobre todos los principados y potestades. El que tiene el espíritu de Jesús ve esto; y así se recibe el amor de Dios, el cual no se regocija en la iniquidad, sino que lleva al arrepentimiento de ella. Esta es la palabra del Señor Dios para todos ustedes Amigos en todas partes esparcidos en el exterior: conozcan el poder de Dios los unos en los otros, y regocíjense en esto; porque entonces ustedes se regocijan en la cruz de Cristo, quien no es de este mundo; esta cruz es el poder de Dios para todos los que son salvos. Ustedes que conocen y sienten el poder, sienten la cruz de Cristo; ustedes sienten el evangelio, el cual es el poder de Dios para salvación a todos los que creen. Aquel que cree en la luz, cree en el pacto eterno, en el que hace la ofrenda; aquel viene a la vida de los profetas y de Moisés, llega a ver a Cristo, la esperanza, el misterio, y esta la esperanza no perece. La luz les permite ver la esperanza que perece, la cual no es un misterio; y el hecho de que en esa esperanza perecedera se desvanece la expectativa. Donde es testificada esta esperanza que nunca falla, el Señor viene para ser santificado en el corazón, y ustedes llegan al principio, a Cristo quien es la esperanza, la cual no perece; pero la otra esperanza y la otra expectativa perecen. De manera que todos ustedes saben que la otra expectativa perece, y saben acerca de la debilidad de la expectativa interna; y conocen la esperanza que no perece; para que ustedes puedan estar listos para dar razón de esta esperanza, con mansedumbre y temor, a todas las personas que les pregunten. Cristo la esperanza, el misterio, que no perece; el fin de todas las cosas que perecen, el fin de todas las cosas cambiantes, el fin del pacto decadente, el fin de aquello que envejece y decae; el fin del primer pacto, de Moisés, y de los profetas; la justicia de Dios, Cristo Jesús el hijo; ustedes conocerán su trono, serán herederos con él; quien hace a sus hijos reyes y sacerdotes para él, y los lleva a conocer su trono y su poder. No hay justificación fuera de la luz, fuera de Cristo; la justificación está en la luz, en Cristo. Éste es uno que hace la voluntad de Dios; aquí está la entrada al reino. El que cree en la luz, llega a ser hijo de la luz; y aquí es recibida la sabiduría, que es justificada de sus hijos. Así al creer en la luz, ustedes no permanecerán en la oscuridad, sino que tendrán la luz de la vida; y todos llegarán a testificar de la luz que brilla en sus corazones, la cual les dará la luz del conocimiento de la gloria de Dios, en el rostro de Jesucristo. Ustedes lo verán reinar con esta luz, a aquel quien es el príncipe de la vida y la paz; esta vida nos aleja de aquel que está fuera de la verdad, y que no permaneció en ella; donde no está la paz. Más selecciones del Diario Amigos, no sean precipitados, porque el que cree en la luz no se apura. Así se recibe la gracia por la cual ustedes llegan a ser salvos; así se conoce la elección que obtiene la promesa; así se ve la voluntad que desea; se conoce la mente que corre pero que no obtiene, sino que se detiene y se embota. Cuando la luz ve, ésta juzga y detiene el apuro, se forma la paciencia que obtiene la corona; y la inmortalidad es traída a la luz. De manera que todos los que actúan de manera contraria a la luz y no creen en ella, no llegan a la justificación. Y, Amigos todos, si ustedes se alejan de la luz y dejan de desear la promesa de Dios cumplida en la semilla que está en ustedes, para que puedan saber que Cristo reina en ustedes, entonces ustedes llegan a tener prendas cambiantes, y llegan a usar las prendas cambiantes, la carne extraña, la cual lleva al adulterio espiritual, el cual es tomado por la ley. Esto deja fuera al reino; y se producen las obras que están fuera del reino, las cuales son para el fuego, por el cual ustedes pueden llegar a sufrir pérdida. Por lo tanto amen la luz, la cual condena la apatía que está en ustedes; y reciban el poder del Señor, con el cual ustedes permanecen por encima de la apatía, y la condenan; así ustedes sienten y ven aquello que les da la victoria sobre el mundo, y para ver más allá del tiempo, antes que existiera el tiempo. Nuevamente, Amigos, conozcan a Abraham, quien obedeció la voz de Sara; el que tuvo un hijo y echó fuera a la sierva y a su hijo. No se aparten de este principio para que no se vayan a lo salvaje. Conozcan la fuente del hijo salvaje, y de su madre, quien no es Sara; porque la promesa es para la semilla, no de muchos, sino de uno; y esta semilla es Cristo: y ahora ustedes llegan a testificar de que esta semilla permanece sobre todo, sí, sobre la cabeza de la serpiente. De manera que todos los que sienten y testifican de esto, como dije antes, llegan al comienzo; y al comienzo llegan todos los que son la semilla de Dios, la iglesia, para que todos ustedes puedan llegar a conocer el comienzo, donde no hay imperfección, ni mancha, ni arruga, ni ninguna cosa por el estilo. Esto es lo que es comprado por la sangre de Jesús, y presentado al Padre para sacarlo de todo lo que contamina; lo cual es el pilar y el cimiento de la verdad. Ninguno alcanza esto, sino los que vienen a la luz de Cristo, quien compró su iglesia. Los que se alejan de la luz, son echados fuera y condenados, aunque ellos profesen todas las escrituras que son declaradas por ella. Por lo tanto caminen en la luz, para que puedan tener comunión con el hijo, y con el Padre; y todos vengan a testificar de su imagen, de su poder, y de su ley, la cual es su luz, que ha convertido a sus almas, y las ha llevado a someterse al poder más alto, por encima de aquello que está fuera de la verdad: para que ustedes conozcan así la misericordia y la verdad, y la fe que obra por amor, de la cual Cristo es el autor, que ilumina a cada uno de ustedes: esta es la fe que da la victoria. Aquello que da la victoria es perfecto; y aquello que los ministros de Dios reciben de Dios, es aquello que es perfecto; y aquello que ellos han de ministrar es para el perfeccionamiento de los santos; hasta que todos ellos vengan a la unidad de la fe hasta llegar al hombre perfecto. Esta es la palabra de Dios para todos ustedes. Todos los que están en la medida de la vida, esperen, para que con ella sus mentes sean guiadas hacia el Padre de la vida, el Padre de los espíritus; para recibir poder de él, y sabiduría, para que con ella ustedes puedan ser ordenados para su gloria, ¡a quien sea toda la gloria para siempre! Manténganse todos ustedes en la luz y en la vida, que juzga a todo lo que es contrario a la luz y la vida. De manera que el Señor Dios Todopoderoso esté con todos ustedes. Y sigan adelante con sus reuniones en todas partes, siendo guiados por aquello que es de Dios; para que por medio de esto ustedes puedan ver al Señor Dios entre ustedes, quien ilumina a cada hombre que viene a este mundo; para que todos los hombres del mundo puedan llegar a creer. La luz condena al que no cree: pero el que cree sale de la condenación. Esta luz, que ilumina a todo hombre que viene al mundo; con la cual tropiezan aquellos que la odian, es la luz de los hombres. La verdadera religión es la regla verdadera y la manera correcta de servir a Dios. Y la religión es una corriente pura de justicia que fluye de la imagen de Dios, y es la vida y poder de Dios plantados en el corazón y la mente, por medio de la ley de la vida. Esto lleva al alma, la mente, el espíritu y el cuerpo a conformarse a Dios, el Padre de los espíritus, y a Cristo; para que éstos lleguen a tener comunión con el Padre y el Hijo, y con todos sus santos ángeles y sus santos. Esta religión es pura y proviene de lo alto, y no está contaminada ante Dios, nos lleva a visitar al huérfano, las viudas, y los forasteros, y nos guarda de las manchas del mundo. Esta religión está sobre todas las religiones contaminadas y manchadas del mundo, que no se guardan de la contaminación o de las manchas, sino que dejan que sus creyentes sean impuros, vulgares y manchados; los huérfanos, las viudas y los forasteros de las cuales mendigan por las calles. El Señor le muestra al hombre sus pensamientos, y descubre todas las cosas secretas en el hombre. Y el hombre puede ser llevado a ver sus malos pensamientos, su mente activa, y sus vanas imaginaciones, y puede esforzarse por mantenerlas a lo mínimo, y para mantener su mente alerta; pero no puede vencerlas, ni puede mantener su mente en el Señor. En este estado y condición sométanse al espíritu del Señor que se las muestra, y ello los llevará a esperar en el Señor; y aquel que las descubre las destruirá. Por lo tanto permanezcan en la fe del Señor Jesucristo (quien es el autor de la fe verdadera), y estén atentos a él; porque él descubrirá la raíz de las concupiscencias, los malos pensamientos, y las imaginaciones vanas; y cómo estas cosas se forman, son concebidas y crecen; y cómo ellas se llevan a cabo, y cómo obra cada miembro impío. Él descubrirá cada principio a partir de su propia naturaleza y raíz. Por lo tanto piensen en la fe de Cristo, y el ungimiento que está en ustedes, para ser enseñados por él, quien descubrirá todas las obras en ustedes. Como él les enseñe, así obedezcan y arrepiéntanse; de otra manera ustedes no crecerán en la fe, o en la vida de Cristo, donde se recibe el amor de Dios. Ahora, el amor crea amor, su propia naturaleza e imagen: y cuando la misericordia y la verdad se encuentran, ¡qué gozo se llega a tener! La misericordia triunfa sobre el juicio; y el amor y la misericordia toleran el juicio del mundo con paciencia. Aquello que no tolera el juicio del mundo no es el amor de Dios; porque el amor tolera todas las cosas, y está por encima de los juicios del mundo; porque el juicio del mundo es necedad. Aunque sea el juicio y la práctica del mundo echar toda la suciedad que está entre ellos sobre los santos, su juicio es falso. Las vírgenes castas siguen a Cristo, el Cordero que quita el pecado del mundo; pero los que son del espíritu que no es casto no siguen a Cristo, el Cordero, en sus pasos, sino que son desobedientes a él en sus mandatos. La mente carnal no se preocupa por la carne, habla carnalmente, y su conocimiento es carnal, y no espiritual; y saborea la muerte, no el espíritu de vida. Algunos hombres tienen la naturaleza de los cerdos que se revuelcan en el lodazal. Algunos tienen la naturaleza de los perros, para morder tanto a las ovejas como los unos a los otros. Algunos tienen la naturaleza de los leones, para rasgar, devorar y destruir. Algunos tienen la naturaleza de lobos, para rasgar y devorar a los corderos y las ovejas de Cristo: y algunos tienen la naturaleza de la serpiente (el antiguo adversario), para picar y envenenar. "Aquel que tiene oído para oír, que oiga," y aprenda estas cosas dentro de sí mismo. Algunos hombres tienen la naturaleza de otras bestias y criaturas, preocupándose de nada más que las cosas terrenales y visibles, y se alimentan sin el temor de Dios. Algunos tienen la naturaleza del caballo, para brincar y hacer cabriolas en su fortaleza, y para ser rápidos en hacer el mal. Algunos tienen la naturaleza de los robles altos y robustos, para florecer y esparcirse en sabiduría y fortaleza, quienes son fuertes en la impiedad, lo cual debe perecer y ser echado al fuego. De manera que el mal es uno en todos, pero obra de muchas formas; y a cualquier cosa externa que la naturaleza del hombre o la mujer está adicta, el maligno lo favorecerá, y satisfará su naturaleza y apetito, para mantener su mente en sus invenciones y en las criaturas, en vez de en el Creador. ¡Oh! Por lo tanto no permitan que la mente se aleje de Dios; porque si lo hace, será manchada, envenenada, y corrompida. Si la mente se aleja del Señor, es difícil traerla a él otra vez: por lo tanto tengan cuidado del enemigo, y manténganse en la fe de Cristo. ¡Oh! Por lo tanto piensen en las cosas que son eternas e invisibles, y en aquel que es el Creador y que mueve todas las cosas: porque las cosas que son creadas, no son creadas de cosas que aparecen; porque lo visible cubre la vista invisible en ustedes. Pero a medida que el Señor, quien es invisible, los abre a ustedes por medio de su poder y espíritu invisible, derriba la mente carnal en ustedes; de manera que las cosas invisibles e inmortales son llevadas a la luz en ustedes. ¡Oh! Por lo tanto ustedes que conocen la luz, ¡caminen en la luz! Porque hay hijos de la oscuridad que hablan de la luz, y de la verdad, y sin embargo no caminan en ella; pero los hijos de la luz aman la luz, y caminan en la luz. Pero los hijos de la oscuridad caminan en la oscuridad, y odian la luz. En ellos las concupiscencias terrenales y la mente carnal ahogan la semilla de la fe, la cual trae opresión sobre la semilla y muerte sobre ellos. ¡Oh! Por lo tanto pongan sus mentes en el espíritu puro del Dios eterno, el cual les enseñará a usar las criaturas en su lugar apropiado, y el cual juzga lo malo. ¡A ti, Oh Dios, sea toda la gloria y honor, que eres Señor de todo lo visible e invisible! ¡A ti sea toda la alabanza, que sacas de lo profundo para ti mismo, Oh Dios poderoso! ¡Que eres digno de toda la gloria! Porque el Señor que creó todo, y le da vida y fortaleza a todo, está sobre todo y es misericordioso con todos. De manera que tú, que has hecho todas las cosas, y estás sobre todo, ¡a ti sea toda la gloria! ¡En ti está mi fuerza, mi refrigerio, y vida, mi gozo y mi felicidad, mi regocijo y gloria para siempre! Vivir y caminar en el espíritu de Dios es gozo, paz y vida; pero la mente que se va hacia las criaturas, o hacia cualquier cosa visible del Señor, esto trae muerte. Cuando la mente se va hacia la carne, y hacia la muerte, el acusador se mete adentro, y la ley del pecado y la muerte se meten en la carne. Entonces la vida sufre bajo la ley del pecado y la muerte, y entonces viene la rectitud y las fallas. Porque entonces lo bueno es acallado, y la justicia propia es puesta por alto. Entonces el hombre obra en la ley externa; y él no puede justificarse a sí mismo por la ley, sino que es condenado por la luz: porque él no puede salirse de ese estado, excepto al morar en la luz, descansando en la misericordia de Dios, y creyendo en aquel de quien fluyen todas las misericordias. Porque hay paz al descansar en el Señor Jesús. Este es el camino estrecho que lleva hacia él, la vida; pero pocos permanecen en él. Por lo tanto manténganse en la inocencia, y sean obedientes a la fe en él. Tengan cuidado de conformarse al mundo, y de razonar con la carne y la sangre, porque eso lleva a la desobediencia; y entonces se levantan las imaginaciones y los cuestionamientos, para alejar de la obediencia a la verdad de Cristo. Pero la obediencia de la fe destruye las imaginaciones, los cuestionamientos, y los razonamientos, con todas las tentaciones en la carne, las sacudidas, el mirar hacia adelante, y traer cosas del pasado. Pero, al no mantenerse en la vida y en la luz, al no enfrentar la voluntad corrupta por medio del poder de Dios, la naturaleza impía crece en el hombre; entonces vendrán las cargas, y el hombre será manchado con esa naturaleza. Pero la montaña de Esaú será devastada, y llegará a ser un desierto, donde moran los dragones; pero Jacob, el segundo nacimiento, será fructífero y se levantará. Porque Esaú es odiado, y no debe ser señor; pero Jacob, el segundo nacimiento, quien es perfecto y sencillo, será señor; porque él es amado por Dios. ¿Acaso aquellos que se dicen cristianos no viven hablando de las palabras de Cristo, de los apóstoles y de los profetas, y de la letra de las escrituras? ¿Y acaso sus sacerdotes no ministran la letra (leen la Biblia), con sus propios conceptos acerca de lo que significan las palabras, por dinero, aunque las santas escrituras fueron dadas gratuitamente por Dios, Cristo, los profetas y los apóstoles? Sin embargo el apóstol dijo, "La letra mata, pero el espíritu da vida." 2 Cor 3:6. Los verdaderos ministros del Nuevo Testamento no son ministros de la letra, sino del espíritu, y ellos siembran para el espíritu, y del espíritu cosechan vida eterna. Pero el que la gente pase tiempo con los autores antiguos, y hablando de ellos, y de la letra externa, no alimenta sus almas. Porque el hablar acerca de la comida y el vestido no viste el cuerpo, ni lo alimenta. Sus almas y sus espíritus no son alimentados ni vestidos, a menos que ellos tengan el pan y el agua de vida del cielo para alimentarse, y la justicia de Cristo para vestirse. El hablar de cosas externas y cosas espirituales, y no poseerlas, puede llevar a sus cuerpos y sus almas a la hambruna. Por lo tanto no apaguen el espíritu de Dios, el cual los guiará a ser diligentes en todas las cosas. ¡El Señor es rey sobre toda la tierra! Por lo tanto, toda la gente alabe y glorifique a su rey en verdadera obediencia, en rectitud, y en la belleza de la santidad. ¡Oh! Consideren, el Señor es conocido en la verdadera obediencia, y así se recibe un verdadero entendimiento de él. Tomen en cuenta y consideren en silencio, en humildad de mente, y ustedes oirán al Señor hablarles en sus mentes. Su voz es dulce y placentera: sus ovejas oyen su voz, y no escucharán a ningún otro. Cuando ellos oyen su voz, se regocijan y son obedientes; también cantan de alegría. ¡Oh! ¡Sus corazones están llenos de triunfo eterno! Ellos cantan y alaban al Dios eterno en Sión. Su gozo nunca será quitado por ningún hombre. ¡Gloria al Señor Dios para siempre! A todos ustedes que aman al Señor Jesucristo con un corazón puro y desnudo, y a la generación de los justos. Cristo siempre fue odiado; de manera que los justos son odiados por causa de él. Noten quienes fueron los que siempre los odiaron. Aquellos que nacieron de la carne persiguieron a aquel que nació del espíritu; y así es ahora. Noten quienes eran los principales oponentes de Cristo, los grandes hombres sabios, los líderes del pueblo, gobernantes y maestros, que profesaban la ley y los profetas y esperaban al Cristo. Ellos esperaban a un Cristo que fuera glorioso en lo exterior, para que él apoyara la gloria externa de ellos; pero Cristo hablaba en contra de las obras del mundo, y en contra de los sacerdotes, escribas, y fariseos, con su profesión hipócrita. Aquel que es extraño para Cristo es un asalariado; pero los siervos de Jesucristo son hombres libres. Los maestros falsos siempre ponen las cargas sobre el pueblo; y el verdadero siervo del Señor declaró en contra de ellos. Jeremías habló en contra de los asalariados, y dijo que era una cosa espantosa; y dijo: "¿Qué, pues, haréis cuando llegue el fin?" Porque el pueblo y los profetas eran dados a la codicia. Pablo habló en contra de aquellos que obtienen ganancias a partir de la gente, y exhortó a los santos a alejarse de aquellos que eran codiciosos y orgullosos, a los que amaban los placeres más que a Dios, a los que tenían una apariencia de piedad pero negaban su eficacia. "Porque éstos ," dijo él, "son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias. Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad. Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe. Mas no irán más adelante; porque su insensatez será manifiesta a todos, como también lo fue la de aquéllos." Moisés rechazó los honores y los placeres, los cuales él podría haber disfrutado. El apóstol en su tiempo vio la corrupción que estaba entrando, la cual ahora se ha esparcido sobre todo el mundo, teniendo la apariencia de piedad pero negando su eficacia. Pregunten a cualquiera de sus maestros, si es que ustedes podrían algún día vencer sus corrupciones y pecados. Ninguno de ellos cree esto; pero "mientras el hombre esté aquí, el debe (dicen ellos), llevar sobre él el cuerpo de pecado." De manera que el orgullo permanece, y ese honor y señoría que se le niega a Cristo, y toda la injusticia. ¡Sin embargo hay multitud de maestros! ¡Montones de maestros! ¡El cáliz de oro está lleno de abominaciones! Pablo no predicó por paga, sino que trabajó con sus manos, para poder ser un ejemplo para todos los que lo seguían. ¡Oh, pueblo, vean quienes son los que siguen a Pablo! El profeta Jeremías dijo, “los profetas profetizaron mentira, y los sacerdotes dirigían por manos de ellos;" pero ahora los sacerdotes dirigen por los medios (salarios) que obtienen de la gente: quítenles sus medios, y ellos no los dirigirán más. Ellos son como los que dijo el apóstol, que "se metieron en lo que no han visto, hinchados de vanidad por su propia mente carnal;" y como las escrituras declaran de algunos antiguos, que "han seguido el camino de Caín," quien era un asesino," y el camino de Balaam, quien codició el premio de la maldad. El profeta Miqueas también clamó en contra de los jueces que juzgaron por soborno, y los sacerdotes que enseñaron por paga, y los profetas que profetizaron por dinero; y para colmo se apoyaron en el Señor, diciendo, “¿No está el Señor entre nosotros?" Los regalos ciegan los ojos de los sabios. El regalo de Dios nunca fue comprado con dinero. Todos los siervos santos de Dios clamaron en contra del engaño; y cuando el Señor manifestó su amor, ello lo odiaron, y esa naturaleza que lo sostiene. A todos ustedes, Amigos en todas partes, esparcidos en el exterior. En la medida de la vida de Dios esperen la sabiduría de Dios, la cual proviene de él. Y todos ustedes, que son hijos de Dios, esperen la comida viviente que proviene del Dios viviente para ser nutridos para vida eterna de aquella fuente de la cual proviene la vida. Para que ustedes puedan ser guiados y caminen en orden; los siervos en sus lugares, los jóvenes y las doncellas en sus lugares, y gobernantes de familias; para que todos, en sus respectivos lugares, puedan adornar la verdad en la medida de ella. Con ella permitan que sus mentes sean guardadas para el Señor Jesús, de quien proviene; para que ustedes puedan ser un olor grato para Dios, y puedan ser ordenados y gobernados en sabiduría; para que puedan ser una corona y gloria los unos a los otros en el Señor. Y para que no aparezca ninguna contienda, amargura o voluntad propia entre ustedes; sino que todos ustedes sean condenados con la luz en la cual está la unidad. Y que todos en la unidad puedan ver y cuidar el orden y el gobierno de su propia familia. Para que sus familias sean gobernadas en justicia y sabiduría. Que el temor y temblor del Señor resida en los corazones de cada uno de ustedes. Que todos lleguen a recibir los secretos del Señor. Que ustedes lleguen a ser mayordomos de su gracia; para repartir a cada uno de acuerdo con su necesidad. Y al gustar y discernir correctamente de esta manera, que todos ustedes puedan ser guardados; para que nada contrario a la vida pura de Dios pueda crecer en ustedes, o entre ustedes; pero todo lo que es contrario a ella, que pueda por ella ser juzgado. Para que todos ustedes puedan vivir en la luz, la vida y el amor; y todo lo que es contrario a la vida, la luz y el amor, pueda ser llevado a juicio, y pueda ser condenado por esa luz. Y para que no hayan árboles sin fruto entre ustedes; sino que todos sean cortados, condenados por la luz, y echados en el fuego; que todos ustedes puedan llevar y producir fruto para Dios, y crecer fructíferamente en su conocimiento y su sabiduría. Y que ninguno pueda aparecer en palabras, más allá de lo que son en la vida que nos dio las palabras. Así ninguno será como los higos inoportunos; ninguno será como esos árboles que tienen fruto que se marchita; los tales siguen el camino de Caín, para alejarse de la luz; y son condenados por ella. Que ninguno de ustedes se jacte que está por encima de su medida; si ustedes hacen eso, serán excluidos del reino de Dios; porque al jactarse se levanta el orgullo y la contienda, las cuales cosas son contrarias a la luz que nos guía al reino de Dios; y esta luz nos da una entrada al reino y un entendimiento de las cosas que pertenecen al reino. En el reino cada uno recibe la luz y la vida del hombre, y recibe a Aquel que era antes que el mundo fuera, y por quien fue creado; quien es la justicia de Dios, y su sabiduría. A quien pertenece toda la gloria, honor, gracia, y alabanza - el cual es Dios, bendito para siempre. Que ni imagen ni semejanza sea hecha; sino esperen en la luz, la cual traerá condenación a esa parte que prefiere hacer imágenes; porque aquello que hace imágenes encarcela al justo. No cedan a los deseos de los ojos o a los deseos de la carne; porque la vanagloria de la vida está establecida en el deseo que mantiene afuera el amor del Padre; y sus juicios y su ira permanecen sobre el orgullo, donde el amor del mundo es buscado, y la corona mortal es buscada. El mal entra en este terreno, el cual está maldito; lo cual trae zarzas y espinas, donde reina la muerte, y la tribulación y angustia están sobre toda alma, y la lengua egipcia es oída; todo lo cual es condenado por la luz. Allí está el mundo, el cual debe ser quitado. El mundo es visto por medio de la luz, y el mundo es quitado por medio del poder, y el mundo es sacudido de su lugar; ante lo cual los truenos pronuncian sus voces, antes que los misterios de Dios sean abiertos, y Jesús sea revelado. Por lo tanto todos ustedes, las mentes de quienes se han acercado a esta luz, esperen en el Señor Jesús por la corona inmortal, la cual no se desvanece. Jorge Fox El propósito de este sitio es enseñar cómo vivir |